viernes, 2 de abril de 2010

Libro del Pr. John Osteen: Un Lugar Llamado Alli.

UN LUGAR LLAMADO ALLI
Por Jonh Osteen.

La vida es tan emocionante.
Nuestro principal interés y deseo en la vida debería ser de preguntarnos: "¿Estoy siguiendo a Jesús? ¿Estoy donde El me envió? ¿Estoy haciendo lo que El me dijo que hiciera? ¿Estoy en el lugar al cual El me ha dirigido?
Estoy convencido que si seguimos a Jesús, El suplirá todas nuestras necesidades. Tal vez usted tenga necesidades hoy día. Tome tiempo para estar con Jesús y deje que El le ministre. Vea su pasado y reflexione acerca de cómo El lo ha guiado.
Verá que lo ha guiado al lugar correcto cada vez. El ha suplido sus necesidades.
Jesús dijo: "Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres."
El va a guiarlo hacia donde están los peces, va a dirigirnos a donde está el oro en la boca del pez. El va a guiarlo a donde se encuentra la plata. El suplirá sus necesidades.
Mateo 4:18-19 dice: ...andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
Y les dijo: "Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres."
Hay grandes recompensas cuando seguimos al Señor Jesucristo. Si seguimos a Dios, sigamos al Señor Jesucristo, El va a suplir nuestras necesidades. Nos dará una vida en la cual su yugo es fácil y su carga ligera. Yo comprendo que siempre vamos a tener que ordenarle al diablo que se quite del camino. El diablo siempre va a estar allí para disputar todo lo que Dios tiene para darnos.
El diablo va a disputar todo lo que usted trate de hacer por Dios. Tiene que enfrentarse a él y estar de pie en su terreno, demandar sus derechos, quitárselo de encima, hacerlo huir y mantenerse firme.
Vivir una vida de fe es seguir a Jesús. No es únicamente estar en un lugar estacionario, confortable, donde se diga a si mismo: "He logrado mi meta." Como ministros de Dios y miembros del Cuerpo de Cristo, estamos continuamente sujetos a la llamada del maestro. En Mateo 4:19
Jesús dice: Sígueme. El no dice sígueme por un tiempo y luego siéntate y deja de seguirme. A donde quiera que Jesús vaya y le pide que lo siga, debe continuar siguiéndole.
Sé de un misionero que necesitaba un automóvil. También tenía grandes necesidades en otras áreas de su vida y éstas no estaban siendo suplidas. Estábamos orando con él acerca de esta situación. El Señor Jesús lo guió a que vaya a la Isla de Bermuda. Jack y su esposa fueron hasta allá y nada parecía suceder. Estuvieron a punto de darse por vencidos y regresar a casa. Estaban tan desanimados.
Justo antes de que regresaran, fueron a la iglesia de una mujer de color. Creo que ella estaba esperándolo y sabía que Dios lo iba a enviar a ese lugar. Las personas en esa iglesia habían estado ahorrando dinero. Exactamente allí, en esa pequeña iglesia, un lugar donde nadie hubiera soñado que pudieran ayudarle, le compraron un automóvil nuevo y le dieron varios miles de dólares. Todas sus necesidades fueron suplidas porque siguió a Jesús.
Nuestra responsabilidad es la de seguir al Maestro. No debería tomar decisiones respecto a lo que quiere hacer o a donde quiere ir. [Siga a Jesús! Nuestra principal obligación en la vida es seguir la dirección que nos da Jesús. Cuando sigue a Jesús, no importan las dificultades que deba enfrentar. El ya ha pasado por todas ellas y sabe que están allí. El ha caminado por el mismo camino que usted está caminando ahora. El conoce cada grieta, cada obstáculo y cada bendición. El dijo: "Síganme y yo los haré pescadores de hombres."
Después de decir esto, los discípulos si le siguieron a través de toda Galilea, El les enseñó cómo ser pescadores de hombres. ¿Cómo puede lograr que las multitudes vengan a escuchar el Evangelio? ¿Cómo puede volverse en un pescador de hombres? ¿Qué hicieron ellos?
Se levantaron y lo siguieron a El y Jesús les demostró todo lo que un ministro debe saber acerca de recoger a la humanidad en la red del Evangelio.
Lea Mateo 4:23-25: Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Y le siguió mucha gente de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.
¡Con razón que las multitudes lo seguían! Enfoque su atención al vasto mar de sufrimiento humano.
Vuelva su atención a TODAS las personas enfermas que están atormentadas por diversas dolencias: que están poseídas por demonios, a los lunáticos, a los paralíticos. Empiece a enseñarles y a predicarles las gloriosas buenas nuevas y suene la trompeta del Evangelio que proclama que Jesús cargó con sus pecados, El sufrió sus dolencias. El probó su muerte. El tomó sobre si su maldición. Tienen derecho a ser libres. Cuando haga todas estas cosas, nunca le va a faltar a quién predicar. Tenemos una responsabilidad con aquellos poseídos por demonios. Tenemos una responsabilidad con los atormentados. Tenemos una responsabilidad con los enfermos. Tenemos una responsabilidad con los oprimidos por el diablo.
Tenemos una responsabilidad con aquellas personas que vivan en hospitales psiquiátricos. Tenemos que dejar de jugar a la iglesia pidiendo solamente bendiciones para nosotros mismos. Necesitamos que la casa de Dios sea casa de oración, donde se ora y donde los cautivos son libertados!
La Primera de Reyes 17 nos narra la historia de Elías, el tisbita, que levantó su voz a Dios y a Israel diciendo: Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni lodo en estos años, sino por mi palabra.
Elías estaba siguiendo la Palabra de Dios. Dios había dicho que si Israel se rebelaba y se iba en pos de los ídolos. El cerraría los cielos. Dijo que si ellos se arrepentían, El abriría los cielos (Deuteronomio 11:13-17).
Elías los vio alejarse de Dios. Sabía que habían quebrado la alianza.
Cuando se volvieron a Dios, supo que la lluvia vendría porque habían restaurado su relación de alianza con Dios.
Estamos viviendo en un mundo lleno de dificultades. Nos encontramos en un mundo lleno de tensión.
Nos encontramos en un mundo sumido en caos. No hay duda alguna que los tiempos del fin ya están sobre nosotros y nuestros días son similares a aquellos que leemos en I Reyes 17. Elías representa al hombre de Dios, al predicador quien guía con cuidado a su rebaño.
Durante ese período de hambre, en el tiempo de sequía, tiempo de gran aflicción y adversidad, es de suma importancia que Elías escuche a Dios y haga EXACTAMENTE lo que Dios le dice que haga.
Lo que debemos hacer el día de hoy es sintonizar nuestros espíritus al Espíritu Santo, escuchar a Dios, hacer lo que nos dice que hagamos, e ir a donde nos dice que vayamos.
¡Cuando hagamos estas cosas, nuestras necesidades serán suplidas y estaremos salvaguardados!
Elías se apartó de su rutina diaria y oró. Buscó a Dios. Es importante tener contacto con Dios, escuchar de Dios. A veces tenemos que retirarnos del gentío. La gente lo va a confundir. Ellos le van a desanimar. Ellos le hablarán acerca de otras personas. Muchas veces harán que su fe decaiga. Habrá veces en que debe estar solo y subir la montaña de Dios, por encima de la neblina y de la bruma de este mundo. Envolver sus dedos en las vestiduras de Dios y decir: "Padre mío, padre mío, no desistiré hasta que me bendigas." Debemos buscar a Dios diligentemente y seguir Su dirección para nuestras vidas.
La Primera de Reyes 17:2-4 dice: Y vino a él Palabra de Jehová diciendo... Elías oyó la voz de Dios.
Entonces Dios le dijo a donde debía ir y qué debía hacer. Dijo: "Apártate de aquí, y vuélvete al Oriente y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den ALLÍ de comer."
Dios puede decirle a donde Ir. Hay un LUGAR llamado "allí" para cada persona. Ese lugar llamado "allí" es donde DIOS dijo: "Yo he mandado a los cuervos que te den de comer." jSi no se encuentra en ese lugar llamado "allí" y los cuervos llegan a traer comida "allí." no es la culpa de Dios si se está muriendo de hambre!
Dios me hizo regresar de las Filipinas a la Iglesia de Lakewood para pastorearla. Yo no quería regresar.
Pero vean, la Iglesia de Lakewood era mi lugar llamado "allí." Si yo hubiera dicho: "No, no, no voy a ir," me hubiera encontrado en un gran lío.
Es allí donde Dios ordenó a los cuervos que me alimentaran. Si yo no hubiera regresado, no hubiera podido culpar a Dios. Posiblemente continuaría teniendo un buen ministerio, pero hubiera habido tirantez, asperezas y pesadumbres en todo mi sistema. Hubiera habido tensión y una pesada carga sobre mí.
Cuando se encuentra en ese lugar llamado "allí," Su yugo es fácil y Su carga es ligera.
Yo creo que para cada ministro hay un lugar llamado "allí." Cada creyente puede aplicar este principio a su propia vida. ¡HAY UN LUGAR LLAMADO "ALLÍ!" Esto no significa que nunca haya batallas por pelear.
Esto no significa que no tendrá que enfrentarse a algunas pruebas y tribulaciones. No puede haber un testimonio sin una prueba. Cuando se encuentre seguro en ese lugar llamado "allí," puede ordenarle al diablo que lo deje. El diablo puede tratar de evitar que los cuervos le traigan pan. ¡Ordénele al diablo en el Nombre de Jesús que se vaya!
Dígale: "¡VETE! ¡DIOS ME HA TRAÍDO A ESTE LUGAR LLAMADO "ALLÍ" Y TE ORDENO QUE TE ALEJES DE MI TERRITORIO!"
Entonces puede entrar a la paz del Señor y alabar a Dios. Pronto, los pequeños cuervos vendrán. Cuando está en el lugar llamado "allí," ellos vendrán. Ahora bien, si nunca vienen, mejor examine el lugar en el que se encuentra.
Concéntrese en el amor hacia Jesús. Envuélvase en su devoción hacia El, hágalo a El primero en su vida, y vaya a donde El dirige (no importa lo que la gente diga) ¡¡VAYA A ESE LUGAR LLAMADO "ALLÍ." Y EL PODRA ALIMENTARLO CON LAS AVES DEL CIELO!! Dios tiene recursos ilimitados. ¡Dios está a cargo de este mundo!
Hasta un pequeño gusano trajo destrucción al Rey Herodes. La Biblia dice que fue comido por los gusanos. Dios puede tomar a los gusanos y destruir al enemigo. Dios está interesado en todo aquel que quiera proclamar el Evangelio.
Nuestra responsabilidad es ir a donde El nos dice que vayamos; hacer lo que El nos dice que hagamos; y quedarnos donde El nos dice que nos quedemos. No tenemos derecho de hacer lo que nosotros queremos hacer. Debemos obedecer Sus órdenes divinas.
Por el hecho de que Dios lo envíe a un lugar, no significa que deba quedarse allí para siempre. La Primera de Reyes 17:5-7 nos dice que Elías ...fue e hizo conforme a la Palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán. Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde, y bebía del arroyo. Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra."
No trate de quedarse cuando su arroyo se seca. La mayor parte de los problemas en las iglesias vienen después de que al arroyo se ha secado y DIOS QUIERE QUE SIGA ADELANTE Y USTED SE AFERRA A ESE LUGAR Dios no siempre hace las cosas de la misma forma a través de la vida. No lo limite a que actúe siempre de la misma forma. Si su arroyo se seca y todo repentinamente va mal, examínese a si mismo.
Vaya delante de Dios y dígale: "Dios ¿terminé ya el trabajo que tenías aquí para mí? ¿Estás tratando de decirme algo?"
La Primera de Reyes 17:8-9 dice: Vino luego a él Palabra de Jehová diciendo: Levántate; vete a Sarepta de Sidòn, y mora allí...
En medio de la gran calamidad que se vivía en aquel día, el hombre de Dios era responsable de permanecer en comunicación con Dios y continuamente hacer lo que Dios ordenó e ir adonde Dios lo mandó.
Dios le dijo a Elías: "Levántate, vete a Sarepta de Sidón. Y mora allí, he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente."
Quiero que ponga atención a dos cosas aquí. Primeramente, en ambos casos Dios le ordenó a alguien que cuidara de Elías. Ordenó a los cuervos, y ordenó a una viuda. Era una viuda que se estaba muriendo de hambre, una viuda que no tenía nada; pero una viuda que podía prosperar y ser protegida si hacía lo que Dios le dijo. Era una viuda que podía ver milagros. Dios muestra profundo interés en este hombre que nos representa a todos nosotros.
El dijo: "Yo he ORDENADO a los cuervos: y yo he ORDENADO a una mujer viuda." ¡Dejen de tratar de recoger fondos por medio de súplicas ante un inminente desastre! ¡Dejen de mendigar!
Sean honorables. Dios ordenó a la viuda. Si busca a Dios y sigue por donde El quiere que vaya y se mantiene cerca de Jesús y en amor con El y le obedece, y va a donde El quiere que vaya; El ordenará a las personas para, que lo cuiden. Dios tiene personas que obedecerán Sus órdenes. Dios tiene personas a quienes El ordenará que le den esos 100,000 dólares que necesita. El va a ORDENARLES que le den un aeroplano.
El va a ORDENARLES para que le den un barco. El va a ORDENARLES que le den una casa. El va a ORDENARLES que le den de sus cuentas bancarias. Y las personas van a estar gozosas por bendecirlo.
Si usted es uno de ellos a quienes Dios les ordena dar, va a ser un gozo hacerlo. Cada vez que Jesús le ha hablado a mi esposa Dodie o a mí para bendecir a otros, ha sido semejante privilegio que El nos ordenara a dar. Derramamos lágrimas de gozo al saber que Jesús confiaría en nosotros para ser canales de Sus bendiciones.
Aquellos a quienes Dios les ordena hacer algo no son dignos de lástima, sino deben ser envidiados porque han sido honrados por el Señor Jesucristo.
Cuando tiene una carga por algún ministerio, por algún evangelista, o por alguna misión y Dios continúa poniéndola en su corazón, no la haga a un lado. Regocíjese, regocíjese Obedezca tan pronto como pueda, porque el diablo va a tratar de robarle e impedir que haga lo que Dios le ha ordenado hacer.
Dios ordenó a una viuda porque El quería la gloria. Dios quería la gloria. Si hubiera sido un hombre rico; él podría haber dado tan solo de su abundancia, pero esta viuda no tenía nada. Se estaba preparando para recoger algunos leños y cocinar la última torta antes de morir con su hijo. La Primera de Reyes 17:12-15 dice: Y ella respondió: Viva Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. Elías le dijo: No tengas temor; Vé, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti, y para tu hijo. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, ella y su casa muchos días.
Durante todo este tiempo de gran hambre, la vasija de aceite no menguó ni la harina de la tinaja escaseó. Esta mujer viuda que no tenía nada fue escogida por Dios, y Dios le ordenó que cuidara de un ministerio. Para hacerlo, debía recibir milagros diariamente. Así que si Dios le ordena que haga algo y usted no tiene con qué hacerlo, diga: "¡Aleluya, Aleluya, Dios va a hacer milagro tras milagro en mi vida diaria!"
La Primera de Reyes 17:9 dice: Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí: he aquí y he dado orden ALLÍ.... Hay un lugar llamado "allí."
Si yo estoy allí en el lugar llamado "allí" donde Jesús me envió. El me sustentará. El tendrá cuidado de mí, porque ha ordenado que cuiden de mí "allí." Si no estoy allí, no puedo culpar a Dios. ¡Voy a estar allí! "Allí" es donde Dios ha ordenado a los cuervos y a la viuda que cuiden de mí. Pero si no me encuentro allí y vienen los cuervos, la viuda está dispuesta a suplir mis necesidades, no obtendré lo que Dios ha provisto para mí. Iré al lugar llamado "allí."
Busque a Dios. Sepa con seguridad que se encuentra en ese lugar llamado "allí." Dios hará entonces que todas sus necesidades sean suplidas y su ministerio florecerá hasta su plenitud.
HAGA ESTA SU ORACIÓN:
Padre, en el Nombre de Jesús busco tu dirección divina para mi vida. Te doy gracias porque Jesús vive en mí y la Biblia dice que El ha sido hecho sabiduría por mí. Tú me dijiste que si me hacía falta sabiduría, que te la pidiera a Ti y Tú me la proporcionarías abundantemente para cada situación. Al pedírtelo ahora, Padre, te doy gracias porque de este momento en adelante Tú me estás proveyendo la sabiduría que necesito.
Yo soy Tu oveja y conozco Tu voz y no seguiré ninguna otra voz. Confío en Ti Señor, con todo mi corazón y no me apoyo en mi propio entendimiento.
Te reconozco en todos mis caminos y sé que Tú diriges mi senda. Seguiré el camino de la paz, porque Jesús, el Príncipe de Paz, vive en mí.
Tu Palabra es lámpara a mis pies y lumbrera a mi camino. Mientras leo y medito en Tu Palabra; Tú me hablarás.
Te doy gracias. Padre, porque el Espíritu Santo mora en mí y El me guiará a toda verdad. El no me guiará al error, sino a la verdad y al bien. Mi espíritu da testimonio juntamente con el Espíritu Santo confirmando la voluntad de Dios para mi vida.
Reprendo toda confusión o frustración y con denuedo declaro que descansaré en Tu amor. Te entrego a Ti todo mi porvenir y Tú lo harás una realidad. ¡Gracias, Señor, por mantenerme en Tu camino que es perfecto! Amén.

Comunidad Cristiana Centro de Avivamiento
“JESUCRISTO ES EL SEÑOR”
Mz: K Lote: 11 AAHH Saúl Cantoral Huamani
San Juan de Lurigancho – Lima - Perú.
Si Usted. Necesita ayuda en su vida por causa de algún problema de tipo personal, conyugal o familiar, ponemos a su disposición un servicio de Conserjería Espiritual, Fundada en la Palabra de Dios. Con toda libertad llame al Pastor: Ramiro Roque Paiva, al Celular: 511 - 997201914, para hacer una cita y Orar por Usted. Y ayudarle a cambiar su vida, o enviar su petición de Oración a la siguiente dirección de Correo Electrónico: ramiroroque2003@yahoo.com, cccajees@hotmail.com, cccajees@gmail.com, o nos puede visitar en la web: http://cccajees.ning.com/, http://cccajees.blogspot.com/, Este servicio es totalmente gratis para Usted.

Libro del Pr. John Osteen: Reciba al Espiritu Santo.

Reciba al Espíritu Santo
Por: John Osteen

Estamos en el gran día del derramamiento del Espíritu Santo. Usted no sólo necesita recibir el
Bautismo en el Espíritu Santo, sino también saber cómo ayudar a otros a recibirlo. Está usted viviendo en medio de una generación que ha despertado. Desde los días en que comenzó la Iglesia, ninguna generación se ha encontrado con tanta gente hambrienta, desesperada y sedienta que anhela la ayuda de Dios.
Si en algún momento hemos necesitado saber cómo ayudar a la gente, ese momento es hoy. Hubo un tiempo en que los bautistas no querían escuchar, pero estamos ya en un día nuevo. Hubo un tiempo en que los metodistas no querían escuchar, pero estamos ya en un día nuevo. Hubo también un tiempo en que el amado pueblo católico no quería escuchar, pero los tiempos son distintos. Hoy hay gente de todas las denominaciones que está dispuesta a escuchar. Son unos tiempos en que tanto hombres como mujeres han despertado. El antagonismo no existe en medio del pueblo cristiano hoy. Los cristianos no quieren discutir, sino saber cómo obtener todo lo que Dios tiene para ellos.
Es trágico que muchas personas no sepan cómo ayudar a la gente a recibir el Bautismo en el Espíritu Santo. La gente hambrienta queda frustrada e insatisfecha, sin el poder de Dios. Si usted es un alma hambrienta que anhela algo de Dios, quiero que sepa cómo recibir el Bautismo en el Espíritu Santo.
Conozco un relato acerca de un hombre que me recuerda a cierta gente de hoy. El hombre vivía en otro país. Ahorró dinero para venir a Estados Unidos en barco. Sólo tenía dinero suficiente para comprar su pasaje. No sabía mucho acerca de los viajes y le preocupaban las comidas. Antes del viaje, tomó una gran bolsa de papel y la llenó de queso y galletas. Pensó comer aquello mientras cruzaba el océano, y de esa forma llegaría a América sin morirse de hambre. Toda la vida había soñado con venir a Estados Unidos, la tierra prometida. Tomó el barco y cada día, cuando todos iban a tomar un delicioso desayuno, él se sentaba con su queso y sus galletas. Iban a comer una abundante cena y él iba a su rincón y se sentaba con su bolsa de papel, sacaba su queso y sus galletas y comía. Así pasó un día tras otro, mientras el barco atravesaba el océano. Finalmente, llegó el último día y un hombre se dio cuenta de que estaba sentado lejos de los demás, comiendo queso y galletas. Le preguntó: "¿Por qué está comiendo queso con galletas?"
El contestó: "¡Oh, me avergüenzo! Es que sólo tuve dinero suficiente para comprar el pasaje. Como no conseguí dinero para las comidas, tengo que comer queso y galletas. Ya casi no me queda nada de comida, así que me alegro de que estemos llegando."
Aquel hombre le dijo: "¿No sabía usted que cuando compró el pasaje, todas las comidas estaban incluidas en el precio? Usted ha estado comiendo queso con galletas todo el tiempo, mientras ha habido un banquete esperándolo."
Yo estaba en el bendito barco de Sión y el Capitán era Jesucristo. Iba rumbo al cielo, pero no conocía todo lo que estaba incluido en mi pasaje. Me habían enseñado que en el pasaje no se incluían el Bautismo en el Espíritu Santo, las lenguas, la profecía, la oración por los enfermos y el echar fuera demonios. Me habían dicho que no teníamos que cumplir con la Gran
Comisión de Jesús. Me habían enseñado que había pasado el tiempo de los milagros. Mientras que otros llevaban disfrutando de estas cosas por años, yo me sentaba en mi rinconcito bautista, con mi pequeña bolsa bautista, a comer mi pequeño queso bautista, y galletitas bautistas. Mientras otros alababan a Dios, yo pensaba que todo aquello era cosa del pasado. Entonces, un día se me acercó alguien para decirme que Jesús murió para que yo tuviera el privilegio de ser bautizado en el Espíritu Santo. Me dijeron que no sólo podía Él salvar, sino que podía llenar de poder con el Bautismo en el Espíritu Santo.
Hoy mismo hay reservado para usted un lugar de libertad, poder y gozo.
Su pasaje incluye todas las bendiciones de Dios.
Cuando aprendí esto, dejé mi pequeña bolsa bautista. Me aventuré a mirar por la ventana, para observar lo que comían los demás. Miré, y pude ver una hermosa mesa repleta con toda clase de comidas.
La gente que estaba allí se veía muy feliz. Batía palmas y alababa a Dios. Mientras miraba todo esto. Noté que había un asiento vacío. Tenía escrito mi nombre. Mi asiento había estado allí todo el tiempo.
Mi plato había estado allí, mis cubiertos habían estado allí, y también mi comida había estado allí.
Mi asiento en esta gran mesa del banquete de Dios había estado a mi disposición en todo momento.
Cuando comprendí todo esto, tomé mi bolsa de queso y galletas, me fui a la borda de mi barco y tiré mi saco denominacional al mar. Dije: "¡Me voy a unir con los santos en la gran mesa que Dios ha preparado para mí!"
Es posible que usted esté sentado en su rinconcito denominacional. Tiene su pequeña bolsa denominacional.
Dios sabe que usted es sincero. No obstante, estoy aquí para decirle que su pasaje cubre mucho más que queso y galletas.
Ésta es la hora más tenebrosa de la historia humana. Es una hora en que la Iglesia debería estar en sus mejores condiciones. La impiedad está barriendo con el mundo. La Iglesia debería estar fuerte, firme y llena de poder sobrenatural. Los cristianos deberían estar llenos del Espíritu de Dios en lugar de quedarse sentados en sus rincones denominacionales, comiendo queso con galletas.
Hay muchas personas que han convertido la recepción del Bautismo en el Espíritu Santo en una doctrina religiosa. Tienen sus pequeñas fórmulas y sus pequeñas ideas, pero tienen poco conocimiento bíblico acerca del tema.
No todo el mundo lo va a recibir de la misma forma. Dios tuvo mucho cuidado en instruirnos para que no inventáramos ningún tipo de fórmula o regla rígida que hay que seguir, o de lo contrario nunca se podrá recibir el bautismo. Por supuesto, hay ciertas realidades que es necesario conocer. Estudiemos la presentación bíblica de la recepción del Espíritu Santo, tal como Dios nos la ha dado en la Palabra.
Hechos 2:1-4: "Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen."
Cuando usted reciba al Espíritu Santo, la evidencia será que hablará en lenguas.
Yo pasé sin el Bautismo en el Espíritu Santo diecinueve largos años, llenos de escasez, sed y hambre.
No es posible reclamarlo "por fe" sin el hablar en lenguas. Hoy en día hay una generación que dice; "No quiero ser uno de esos fanáticos. Quiero reclamar que he recibido el Espíritu Santo, pero no quiero el estigma de hablar en otras lenguas."
Si usted ha recibido verdaderamente aquello de que habla la Biblia en el Bautismo en el Espíritu Santo, va a hablar en lenguas. Habrá quienes lo definirán de nuevo y le llamarán "renovación carismática". ¿Le da vergüenza que lo llamen fanático? En Hechos 2:4 todos ellos comenzaron a hablar en otras lenguas. Esa es exactamente la forma en que reaccionará toda persona que reciba el Bautismo en el Espíritu Santo. ¡El Espíritu Santo anunciará su propia presencia! Le dará a usted una manifestación divina y usted la usará para alabar y magnificar a Dios.
En los primeros días de la Iglesia, en el primer derramamiento del Espíritu Santo, unos se sintieron confundidos; otros estaban asombrados y se sentían maravillados. Unos dudaban y otros se burlaban.
Hoy sigue siendo siempre de la misma forma. Las reacciones son las mismas. Cuando alguien comienza a hablar en otras lenguas y magnificar a Dios, estremece a la gente.
En Hechos 2:38 y 39, cuando dijeron: "¿Qué haremos?", Pedro contestó: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare."
Algunas personas han entendido mal este texto.
Han construido una doctrina que afirma que la única forma en que se puede recibir el Bautismo en el
Espíritu Santo es arrepentirse y bautizarse en el nombre de Jesucristo; entonces la persona recibirá el don del Espíritu Santo. Eso es lo que dijo Pedro: "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo." Sin embargo, esto representa solamente una de las formas en que se puede recibir el poder de Dios.
La siguiente ocasión en que alguien recibió al Espíritu Santo se encuentra en el capítulo 8 del libro de los Hechos. Felipe estaba predicando un gran avivamiento en Samaría. Había milagros, señales y prodigios y la Biblia dice que todos creían. Fueron bautizados en agua, pero ninguno de ellos recibió al Espíritu Santo. Habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Eso no significaba que no creyeran que hay un Padre, un Hijo y un Espíritu Santo. Significa que fueron bautizados por la autoridad del Señor Jesús. Él es quien nos dijo que fuésemos bautizados. Mientras estaba en Samaría, Felipe mandó a buscar a Pedro y Juan para que fueran a imponer manos a los creyentes, a fin de que pudieran recibir al Espíritu Santo. No lo habían recibido cuando creyeron y fueron bautizados. Lo recibieron al imponerles las manos los apóstoles.
Hechos 8:14, 15 y 17: "Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaría habla recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan...los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo... Les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo."
Cuando Simón el mago vio que recibían al Espíritu Santo por medio de la imposición de manos de los apóstoles, quiso ese mismo poder. Pedro le respondió, versículos 20 al 23: "Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiél de amargura y en prisión de maldad veo que estás."
La imposición de manos no es la única forma de recibirlo. Veamos la siguiente ocasión en el libro de los Hechos. En Hechos, capítulo 9, tenemos el relato de cuando Pablo fue salvo en el camino de Damasco. Dios le habló a Ananìas y le indicó que fuera a buscar a Pablo. Le dijo, versículos 11, 12 y 15: "Levántate, y vé a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista...Vé, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel."
Dios quería que Pablo recibiera al Espíritu Santo por medio de la imposición de manos.
Hechos 9:17,18: "Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado." Dios nos está mostrando por medio de las Escrituras que hay muchas y muy diversas maneras de recibir al Espíritu Santo. Pablo lo recibió cuando un laico común y corriente le impuso manos. Era Pablo quien decía: "Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros" (1 Corintios 14:18).
Podría haber quien llegara a la conclusión de que es necesario que alguien imponga sus manos sobre una persona para que reciba el Bautismo en el Espíritu Santo. Vayamos ahora a la ocasión siguiente. En el capitulo 10 de los Hechos, un ángel se aparece a Cornelio y a su casa. Hechos 10:4-6 dice: "El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro. Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas."
Mientras aquellos hombres viajaban para ir a buscar a Pedro, Dios le dio a éste una visión respecto de su llamado a los gentiles. Pedro regresó con ellos a la casa de Cornelio y comenzó a predicarles.
La Biblia dice en Hechos 10:44-46: "Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. Y los fieles de la circunsición que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios."
En este incidente que se relata aquí, el Espíritu Santo se derramó sobre toda esta casa mientras escuchaba la Palabra. No fueron bautizados primero ni se les impusieron manos. Mientras oían la Palabra, el Espíritu Santo cayó sobre ellos. En esta ocasión en particular, un ángel fue a Cornelio y Pedro tuvo una visión. Sin embargo, esto no significa que usted vaya a recibir al Espíritu Santo de la misma forma.
Dios es un Dios de variedad.
Pasemos a la ocasión siguiente a ésta. En Hechos 19:2-6, leemos: "Les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban."
Esta gente nunca había oído hablar del Espíritu Santo. Tan pronto como Pablo les habló de El, lo recibieron. Fueron notablemente dóciles. Escucharon, creyeron y recibieron. Dios va a hacer lo que Él quiera hacer. Lo bautizará lo mismo si está tirado en el suelo boca arriba, como si está de cabeza; si levanta las manos o si no las levanta; si está sentado o si está de pie, o si corre en círculos. Él lo bautizará de cualquier forma que quiera. Su gran anhelo es que usted sea bautizado en el Espíritu Santo. No trate de limitar a Jesús. Él es el Bautizador. Él lo bautizará si usted está verdaderamente sediento de esta experiencia.
Juan 7:37 afirma: "Si alguno tiene sed, venga a mi y beba."
Esté seguro de su salvación.
Quiero compartir con usted ahora algunas cosas que lo ayudarán a recibir el Bautismo en el Espíritu Santo.
La primera cosa de la que necesita estar seguro en su vida y en la de otros a quienes quiera ayudar a recibir el Bautismo en el Espíritu Santo, es la salvación.
Hoy en día hay mucha gente que está tratando de recibir al Espíritu Santo, y en realidad no sabe lo que es la salvación. Son personas religiosas, pero nunca han nacido de nuevo.
La Biblia dice acerca de Cornelio y su casa en Hechos 10:1,2: "Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, (1) piadoso y (2) temeroso de Dios (3) con toda su casa, y (4) que hacía muchas limosnas al pueblo, y (5) oraba a Dios siempre." (6) Cornelio tuvo una visión.
Era una persona muy religiosa. Era un hombre piadoso y de oración, generoso con su dinero y que vivía en el temor de Dios. Amaba tanto a Dios, que Dios le dio una visión. No obstante, cuando el ángel le habló a Pedro, le dijo que fuera a la casa de Cornelio para decirles cómo ser salvos (Hechos 11:14-18).
Quiero que usted sepa que hoy en día hay muchas personas religiosas que no son salvas. Nunca han sido lavadas por la sangre de Cristo, no han nacido de nuevo. No han aceptado personalmente a Jesús, ni experimentado el nuevo nacimiento. Necesitan arrepentirse y volverse de sus viejos caminos en la vida para aceptar verdaderamente a Jesús como Salvador suyo.
Romanos 10:9,10: "Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."
Cuando usted acepta a Jesús no es un simple "volverse religioso". Él es el que da la vida. Él es el sacrificio por el pecado. Él fue quien resucitó para dar vida eterna.
Hace años trabajé en el negocio de los seguros.
Pastoreaba de vez en cuando y trabajaba todo el día en este negocio. Eso estaba haciendo cuando recibí el Bautismo en el Espíritu Santo. Conocí hombres que maldecían ahora y al cabo de un minuto hablaban de Jesús. Un día entré a una oficina donde un hombre tenía un inmenso libro cristiano sobre el escritorio.
Cuando me senté, él comenzó a maldecir y a jurar. Yo le dije: "¿Ha pensado usted alguna vez en hacerse cristiano?"
Se puso furioso. Me dijo: " ¡Yo soy cristiano!
¿Ve ese libro que tengo en mi escritorio? ¡Es el libro que se usa en la clase de vida espiritual de nuestra iglesia, y yo soy el maestro!"
¡Dios mío! ¡Dios mío! con esto basta para hacer llorar a los ángeles. Con ésto basta para decir: "Gabriel, toca la nota más triste en tu trompeta y pon la bandera del cielo a media asta." En la hora más tenebrosa de la historia humana, tenemos multitudes de personas religiosas que no han nacido de nuevo.
Cuando una persona ha nacido de nuevo realmente y se ha arrepentido de sus pecados, se ha apartado de la costumbre de maldecir, de beber, mentir, robar, ser infiel, cometer adulterio, maldad, impureza y todas las obras del mundo, la carne y el diablo; se ha vuelto hacia Dios y le ha pedido que lo salve, que entre en su corazón por medio del Señor Jesucristo, entonces esa persona pasa de las tinieblas espirituales y la muerte a la vida eterna.
Si usted no está seguro de su salvación, y quiere tener la certeza de que está en la relación correcta con Dios, haga ahora mismo esta oración: "Dios mío, sin Jesús estoy perdido, pero no quiero estar perdido. Quiero ser salvo. Señor Jesús, entra en mi corazón ahora mismo y sálvame. Me aparto de mi antigua forma de vida y hago de ti el Señor de mi vida.
Te doy gracias por salvarme y por ayudarme a vivir cada día por ti. Amén."
Véalo en la Palabra
La salvación es lo primero y lo más importante.
Después, usted necesita ver lo que dice la Palabra de Dios acerca del Bautismo en el Espíritu Santo. No basta con escuchar mi testimonio o el de alguna otra persona y sentirse maravillado por lo que Dios ha hecho por nosotros. La gente le puede fallar. Esa persona que usted ama tanto y que recibió el Espíritu Santo le puede fallar. Si usted basa toda su búsqueda en los testimonios de los demás, y en sus experiencias, entonces usted no tiene fundamento alguno. El diablo se asegurará de mostrarle cuanto hipócrita y fracasado ha afirmado jamás que tiene el Bautismo en el Espíritu Santo. Le mostrará la "basura" y usted va a tener que estar dispuesto a caminar sobre esa "basura" para llegar al "tesoro".
Cuando sentí hambre de Dios, mientras pastoreaba una iglesia y trabajaba en el negocio de los seguros, mi corazón se llenó de hambre y sed por tener más de Dios. Había conocido personas que supuestamente tenían el Bautismo en el Espíritu Santo, y me habían desilusionado muchas veces. Esto me impedía recibirlo, porque estaba mirando a la gente, en lugar de mirar a la Palabra de Dios.
Fundamente sus experiencias acerca de Dios en lo que la Palabra dice. Los hombres le pueden fallar, o lo pueden desilusionar, pero Dios nunca lo desilusionará.
Romanos 5:5: "Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramando en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado."
Si Dios le ha prometido algo en la Palabra, entonces usted debería tener anhelo por lo que Él le ha dado en ella.
Yo tenía verdadera hambre de más de la Palabra.
Comencé a leer la Biblia cada vez más y a escudriñar las Escrituras. Leí las palabras de Jesús: "Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días" (Hechos 1:5).
Oí decir a Juan el Bautista: "Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego" (Mateo 3:11).
Nuevamente, unas palabras de Jesús decían: "Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" (Lucas 11:13).
Leí las palabras de Jesús en Hechos 1:8: "Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo..." Comencé a ver este Bautismo en el Espíritu Santo en la Biblia.
Cuando llegó el día de Pentecostés, los que estaban reunidos ya eran salvos. Eran salvos ya, pero recibieron el Bautismo en el Espíritu Santo después de la salvación.
En el capitulo 8 de los Hechos vi que fueron salvos y bautizados en agua, y entonces recibieron el Espíritu Santo. Vi en el capítulo 9 de los Hechos que Pablo fue salvo en el camino de Damasco, pero tres días después, cuando había ayunado y orado, recibió el Espíritu Santo.
En los capítulos 10 y 11 de los Hechos, la gente recibió al Espíritu Santo inmediatamente después de creer en Jesús al oír la Palabra de Dios.
Sumerja su mente en la Palabra de Dios. Camine por las páginas de las Escrituras. Escuche lo que dice el Señor Jesús. Deje a un lado sus lentes denominacionales.
Desconecte sus oídos denominacionales.
Suba la colina de Dios en esta hora de tanta urgencia y averigüe qué dice Dios en su Palabra. Si está dispuesto a creer lo que Dios dice acerca de esto, no habrá tormenta que lo sacuda. Necesita verlo en la Palabra de Dios.
Recuerdo una ocasión en que un ministro de una denominación era juzgado en su iglesia. Lo estaban juzgando por herejía, debido a que había recibido el Bautismo en el Espíritu Santo. Un diácono se levantó iracundo. Delante de él sacudió un pequeño libro negro y declaró que en ese libro se hallaba la suma total de las doctrinas de su denominación. Se lo agitó al ministro delante de su misma cara. Le gritó para decirle que cuanto él había estado predicando no se hallaba en ese libro. Finalmente, aquel ministro tomó su Biblia y la agitó delante de la cara del diácono mientras le decía: "¡Hermano, en este libro sí está!"
Es hora ya de que tomemos nuestra posición a favor de la verdad sin dejarnos atar por el denominacionalismo y el sectarismo que llaman poder del diablo a este poder de Dios. No se aferré al nombre de ninguna denominación; identifíquese con toda la familia de Dios. Si usted se enoja cuando yo hablo de su denominación, esto podría ser señal de que está demasiado apegado a ella. Le digo esto: "Si estoy acariciando el gato a contrapelo, lo que tiene que hacer es poner al gato al revés." Dios nunca comenzó denominación alguna. Dios nunca ha promovido el desarrollo de ninguna denominación. Dios nunca dará el poder del Espíritu Santo para que se levante una denominación. ¡Nunca lo hará! Él ama a todos los que están en todas las denominaciones, pero nunca dará su poder para que se levanten paredes que separen a sus hijos.
Hace muchos años, antes de recibir al Espíritu Santo, estaba en Tulsa, Oklahoma. Una noche estaba predicando en un auditorio de allí y el Señor me dio una revelación y una visión. Todo fue muy real. Vi al gran mundo de las denominaciones de pie, como estructuras gigantes. Entonces vi un gran terremoto que comenzó a estremecer todo. Aquellos edificios comenzaron a caer. Parecía como si todos los que estaban en ellos morirían. Recuerdo los grandes bloques que caían como gigantescas rocas. Había escombros por todas partes.
Vi que un pequeño predicador salía de entre esas rocas como si fuera un conejo. Se subió a los bloques y comenzó a predicar. No había nadie a la vista. Comenzó a predicar con todo el corazón, y mientras predicaba se convirtió en una llama de fuego. A medida que seguía, la gente iba saliendo a rastras de debajo de aquellas rocas. Todos escuchaban atentamente lo que decía el predicador.
Entonces Dios me dijo: "Voy a sacudir todas las denominaciones. Son mi pueblo. No pertenecen a los bautistas no pertenecen a los católicos. Son mi pueblo.
Son mi pueblo. Son mi pueblo. Voy a liberar a estos ministros y ellos se alzarán como llamas de fuego para predicar sobre las ruinas de sus denominaciones. La gente los escuchará porque ellos me aman."
Estudie la Palabra. Lea la Palabra de Dios. Anime a otros a buscar la Palabra de Dios. No tiene importancia lo que crean los católicos, o los metodistas, o los presbiterianos. Dios mío, Dios mío, en la hora más oscura de la historia humana, lo importante es lo que dice Dios.
He oído decir a algunos: " Las lenguas son del diablo."
Yo serví fielmente al diablo durante casi diecinueve años. Él no me dejó hablar en lenguas ni una sola vez.
No son del diablo. Son de Dios.
Si usted se aferra a las doctrinas y reglas de su iglesia, y no lee nunca su Biblia, descubrirá que está ciego a la verdad de Dios. En cambio, si siente hambre de Dios y estudia estas verdades en la Palabra, va a estar tratando de hallar alguna razón para creer. No estoy contra todos los que están en las iglesias denominacionales. No; estoy a favor de todo el mundo. Amo al pueblo de Dios, dondequiera que esté. Estoy opuesto al sectarismo malvado y torcido que roba al pueblo el poder de Dios y le miente acerca de estas cosas. Quiero invadir toda zona de falsedad y rasgar esas cortinas que han escondido el rostro de Jesús. Quiero decir: "¡Que salga el pueblo de Dios! ¡Que tenga su poder en esta hora!"
La tradición le ha robado a la Iglesia
"Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición" (Mateo 15:6).
Dios le dijo a Adán: "El día que de él comieres, ciertamente morirás." Satanás introdujo una palabra: "no". Les dijo: "Ciertamente no moriréis." Esta ha sido siempre la estrategia de Satanás desde aquellos tiempos. Sus mentiras están bien extendidas hoy. La Palabra de Dios dice: "Y estas señales seguirán a los que creen" (Marcos 16:17). Satanás le ha dicho a usted: "No seguirán a los que creen." Dios dice: "Sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán" (Marcos 16:18). Satanás le ha dicho: "No sanarán." Dios dice: "En mi nombre...hablarán nuevas lenguas" (Marcos 16:17). Satanás ha convencido a multitudes de que no deben hablar en nuevas lenguas. Dios dice: "Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8). Satanás dice: Él no es el mismo ayer, ni hoy, ni por los siglos." Jesús dijo: "El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará las obras de Jesús." Jesús dijo: "Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días" (Hechos 1:5). Satanás les ha gritado su mentira a millones: "No seréis bautizados en el Espíritu Santo y fuego." Satanás es mentiroso y padre de todas las mentiras. Resista al diablo y él huirá de usted.
Sansón realizó grandes proezas. Mató el león; cargó las puertas de la cuidad hasta la cima de la colina; mató a mil filisteos con una quijada de asno y acarreó honor al nombre de Jehová. No obstante, Sansón descansó la cabeza en el regazo de Dalila y perdió su poder. Cuando llegó la emergencia, se levantó y se encontró desprovisto de poder sobrenatural.
La Iglesia es como Sansón. Ha hecho prodigiosas proezas en el nombre de Jesús. El libro de los Hechos recoge esas obras. Sin embargo, la iglesia ha descansado la cabeza en el regazo de la tradición, y ha perdido su poder sobrenatural. Sin lo milagroso y sobrenatural, se ha convertido en "igual a los demás humanos".
La Iglesia se está sacudiendo. Los cristianos de todas las denominaciones están cansados de "una apariencia de piedad que niega la eficacia de ella" (2 Timoteo 3:5). La Iglesia de Dios, como un limpio río, comenzó a correr hace más de mil novecientos años. A lo largo de los siglos, las denominaciones han echado en ella desde las orillas sus tradiciones. Las aguas bajan fangosas e impuras. Los cristianos de hoy van "río arriba". Están decididos a regresar a la fuente que se halla antes que fueran añadidas las tradiciones; a regresar al libro de los Hechos. Lo que se necesita en esta hora no es que las personas se unan a un determinado grupo o denominación, sino que todos los cristianos marchen de regreso rumbo al libro de los Hechos y tengan el tipo de Iglesia que existía entonces. Era una iglesia que creía en nacer de nuevo; hablaban en lenguas, profetizaban, oraban por los enfermos, echaban fuera demonios y creían en el Bautismo en el Espíritu Santo y fuego. Esta Iglesia vio salvarse por miles a los perdidos.
Deje a un lado su tradición. Olvide el denominacionalismo.
Cuando lo haga, como le sucedió a Sansón, el Espíritu Santo descenderá sobre usted y se convertirá en otro "hombre". "Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo" (Hechos 1:8).
Honre la sangre de Jesús La gente necesita honrar la sangre de Jesús. Una de las grandes maldiciones de nuestros días es la desesperada conciencia de pecado que tienen los cristianos.
Son multitud los que viven bajo condenación.
Se sienten indignos. Usted no va a recibir el Bautismo en el Espíritu Santo a base de gemir, llorar y revolcarse en el polvo como un gusano carente de valor. Póngase en pie, como hijo de Dios lavado por la sangre del Cordero, y comience a alabar y adorar a Dios en fe; así recibirá el poder del Espíritu Santo.
Aprenda a honrar la sangre purificadora de Jesús.
Hace algunos años, después que tuvo lugar un poderoso derramamiento del Espíritu Santo en nuestra iglesia denominacional, nos hallábamos ocupados tratando de llegar a todas partes para extender el Evangelio. Durante aquellos días, teníamos un culto en la misión de rescate del centro de la ciudad. Un grupo de diáconos de nuestra iglesia me acompañaban a este culto. Uno de ellos decidió invitar a un predicador denominacional de la localidad para que nos acompañara y predicara el mensaje una noche. No tenía el Bautismo en el Espíritu Santo, pero queríamos que lo recibiera. Todos estábamos tan llenos del Espíritu Santo y de gozo, que apenas podíamos esperar a que comenzara el culto. El hermano que iba a predicar no sabía qué pensar de nuestro alborozo.
Cuando llegamos, fuimos a un cuarto trasero para orar juntos. Aquella oración resultó muy poco usual.
Cada uno de nosotros fue orando por turno, mientras los demás alababan el Señor y apoyaban al que oraba.
Parecía que el cielo había descendido cuando todos confesamos quiénes éramos en Cristo, y la victoria que teníamos sobre el diablo y los demonios. Nos regocijamos, porque en el culto de aquella noche habría gente salva y liberada.
El hombre que habíamos invitado a predicar aquella noche fue el último en orar. Todo nuestro estilo de oración era extraño para él. No estoy criticando la forma en que oró; sin embargo, me limito a relatar lo que sucedió. Así fue como oró: "Señór, Tú sabes, Señor, que soy débil e indigno.
Tú sabes, Señor, que soy un fracaso. Oh, Dios mío, soy un gran pecador de corazón ennegrecido. Oh, Señor, ¡qué débil e indigno soy! Ayúdame. Ayúdame. Ayúdame. Oh, Señor, ¿cómo es posible que uses a un pecador como yo?”
Mientras escuchaba su oración, me preguntaba si en lugar de ponerlo a predicar, no sería mejor tratar de que fuera salvo.
Predicó aquella noche, e hizo lo mejor que pudo, dadas las circunstancias. Por supuesto, todos lo respaldamos en oración y confiamos en que Dios llegara hasta la gente. Después del culto me encontré con él y comenzamos a hablar. Le pregunté: "Hermano, ¿se halla usted realmente en las condiciones de las que le habló a Dios mientras oraba?"
Él me contestó: "¿Qué quiere decir?"
Le dije: "Bueno, usted le dijo a Dios que era un gran pecador, débil, indigno, de corazón ennegrecido, y un fracaso. Yo quisiera saber si usted se halla realmente en ese estado."
"Oh, hermano Osteen, usted sabe lo que quise decir."
Yo le dije: "Supongo que usted quiso decir lo que dijo, a menos que le estuviera mintiendo a Dios. Permita que le cite un texto bíblico y le haga una pregunta.
La Biblia dice en 1 Juan 1:9: 'Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.' La pregunta que quiero hacerle es ésta: ¿Qué palabra se deletrea 't-o-d-a'?"
Él respondió: "Toda."
Yo repetí: "¿Qué palabra se deletrea 't-o-d-a'?"
Él volvió a contestar: "Toda."
Por tercera vez le pregunté: "¿Qué palabra se deletrea 't-o-d-a'?"
Frustrado, comenzó a contestar: Es la palabra... Oh, ya veo. Eso es lo que cambia todo, ¿no es así?"
"Sí, hermano. La sangre de Jesucristo lo ha limpiado a usted de toda maldad, y si usted ha sido limpiado de toda maldad, entonces no es un gusano del polvo, un fracaso ni un pecador de corazón ennegrecido.
Si usted está limpio de toda maldad, entonces puede erguirse ante la presencia de Dios sin sentir inferioridad y ante la presencia del diablo sin sentir temor."
Un gran número de cristianos viven sometidos a una sensación de condenación y a un sentimiento de debilidad e inferioridad. El cuerpo de Cristo debería moverse en la autoridad de las Escrituras, pero nunca existirá esa autoridad mientras lo que prevalezca sea el sentimiento de inferioridad.
Los cristianos necesitan salir de una actitud cobarde y lastimera para convertirse en firmes soldados de Jesús.
Deje que surja en usted un hambre verdadera
Después de ser salvo y de comprender que usted es una nueva criatura, deje que permanezca en usted un sentido de urgencia. Deje que surja el hambre dentro de usted o de la persona a quien está ministrando. Deje que permanezca la sed hasta que lo lleve a cuanta decisión y cuanto esfuerzo sean necesarios para conseguir el poder de Dios, sin importarle el precio.
El Espíritu Santo es un don. El don de Dios al pecador es la vida eterna. El don de Dios al cristiano es el Espíritu Santo. Jesús dijo: "¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" (Lucas 11:13). Nadie pide el Espíritu cuando busca la salvación. En cambio, el que es salvo puede pedirlo, y el Espíritu Santo le será dado como un DON. Usted no tiene que hacer penitencia, ni sobornar a Dios para tener este don. No lo puede ganar con santidad o bondad. No se preocupe acerca de dejar esto o aquello antes de recibirlo. Deje que toda la gloria del Espíritu penetre en usted, y entonces tendrá poder para romper para cualquier hábito u obstáculo que haya en su vida. Hechos 1:8 dice: "Recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo..." Un don es un regalo. Todo lo que hay que hacer, es aceptarlo.
Había un predicador que estaba buscando el Bautismo en el Espíritu Santo. Se levantaba temprano todas las mañanas para buscar el rostro de Dios y orar, pero no lo recibía. Pasaron varias semanas.
Decidió levantarse a las cinco todos los días y buscar a Dios para recibir el Bautismo en el Espíritu Santo.
No lo recibía, pero eso no lo detuvo. Buscó a Dios con todo el corazón. Leyó las Escrituras. Oró. Recibiendo este poder se convirtió en su gran anhelo. Mientras esperaba ante el Señor, totalmente entregado.
Dios lo encontró y lo bautizó en el Espíritu Santo.
Busque a Dios. Suba la colina de Dios.
Entonces recibirá el poderoso Bautismo en el Espíritu Santo.
Hay centenares, miles de personas hambrientas que están necesitadas de ayuda. Entregue su energía a aquellos a quienes su consagración ha preparado y cuyo corazón ha sido tocado por Dios.
Mucha gente no quiere en realidad al Espíritu Santo.
En Denver, Colorado, salía exhausto de una reunión, después de predicar y orar por la gente. Muchas personas rodeaban a un anciano que había ido a sentarse a un cuarto pequeño después del culto. Otras vinieron a mi, y me pidieron que fuera a orar por él.
Parecía una pobre ovejita rodeada de lobos. Estaba sentado en una silla con la cabeza inclinada. Parecía necesitar ayuda, así que entré allí, le impuse manos y oré. (En aquellos días yo me agotaba, haciendo cosas para gente que en realidad no estaba interesada en ellas. Gritaba como un indio comanche mientras ellos permanecían sentados como indios de madera.)
Oré y oré. Hice todo lo que me vino a la mente para tratar de que él reaccionara. Sabía que necesitaba el Bautismo en el Espíritu Santo para realizar mejor su labor para Jesús. Mientras más oraba yo, menos parecía responder él. Dejé de orar. Esperé. Oré de nuevo. Comencé a enojarme con él. Se limitaba a quedarse sentado sin reaccionar de forma alguna.
Finalmente, me detuve y le dije: "¿Quiere mirarme, por favor?" Estaba disgustado con él. Le pregunté: "¿Quiere recibir al Espíritu Santo?" Me miró y me dijo: "¡No señor!" Bueno, así descubrimos su problema y nuestro error.
Hay algunas personas que nunca recibirán el Bautismo en el Espíritu Santo. No les interesa. No lo anhelan. Tendrán que comparecer ante Jesús a responder por haber vivido en la hora más grande de la iluminación espiritual, y sin embargo seguir enterrados en los tenebrosos sótanos del sectarismo sin deseo alguno de llevar el estigma del poder del Espíritu Santo en estos días.
¡Deje que la urgencia se apodere de usted! Jesús dijo: "Si alguno tiene sed..." Sed...sed. Cuando esté listo para recibir al Espíritu Santo, entonces asegúrese de que está cooperando con Dios cuando Él comience a llenarlo.
El poder surge de nuestro interior Yo tenía un concepto equivocado y dañino respecto del lugar de donde procedía este poder. Le pedía a Dios que derramara su Espíritu sobre mi. Le pedía que enviara su poder sobre mí. Esperaba que el poder se derramara de lo alto. Por esto, no reconocí la presencia del Espíritu cuando Él comenzó a moverse. La Biblia dice: "Si alguno tiene sed, venga a mi y beba.
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él" (Juan 7:37-39). ¿Sabe? Cuando alguien recibe al Espíritu, el poder no viene de arriba, sino de su propio interior. Brota de las partes mas profundas de su ser y se derrama como un poderoso río hasta desbordar el vaso. Todos nosotros hemos sentido levantarse esta ola dentro de nosotros en momentos de gran consagración. No sabíamos que era Dios que se estaba moviendo para desbordar nuestra vida con el Bautismo en el Espíritu Santo. Deje que siga creciendo.
Cuando suba hasta sus cuerdas vocales, usted hablará en otra lengua.
Aprenda a alabar a Dios
Una señora bautista que recibió al Espíritu Santo en uno de nuestros avivamientos, dijo: "Todo lo que tuvieron que hacer fue enseñarme a alabar al Señor.
Cuando aprendí a hacer esto, me fue fácil recibir al Espíritu." ¡Cuan cierto es esto! La mayoría de la gente no sabe adorar y alabar de verdad al Señor.
¡Déjese llevar en la alabanza al nombre del Señor! En el cielo es muy frecuente escuchar expresiones como " Gloría a Dios", "Alabado sea el Señor", "Aleluya", "Amén". Si usted va a estar allí, lo mejor es que aprenda a hablar así. De lo contrario, se va a sentir fuera de lugar y va a tener que pasar tiempo aprendiendo a acostumbrarse a este tipo de lenguaje. Si ahora lo hace sentir avergonzado, se quedaría atónito si pudiera escuchar lo que está pasando en el cielo, donde los santos que ya han partido adoran, alaban y honran al Señor.
Quédese solo. Levante las manos en alto, como señal de rendición completa a Dios. Use las palabras de alabanza y mantenga la mente fija en Jesús. Deje que Él lo oiga decir desde lo más profundo del alma: ¡Alabado sea el Señor! ¡Te amo, Jesús! ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Gloria! ¡Aleluya!
¿Qué significa todo esto?
Significa infinitamente más de cuando usted podría suponer realmente. Su espíritu se está levantando para alcanzar a Dios. Esto es adoración. Esto es rendir culto. Comience a alabar a Jesús y a darle gracias por la promesa de que lo bautizaría en el Espíritu Santo. Actúe sabiendo que Él le dijo la verdad.
Deje de gemir y llorar por sus errores y pecados.
Usted está lavado en la sangre del Cordero y Dios no recordará nunca más sus pecados. Alabe al Señor por esto. Usted ha sido hecho "aceptable en el Amado".
Nadie recibe la plenitud del Espíritu a base de llorar, gemir o suplicar. Se recibe cuando se alaba y adora al Señor. "Todo lo que respira alabe a Jehová." Si usted está respirando, este versículo se refiere a usted.
No se pueden hablar dos lenguas al mismo tiempo Muchas veces, el Espíritu trató de controlar mi lengua, yo me negué obstinadamente a dejar de hablar inglés. Sí, quería que fuera "real". No quería "actuar carnalmente". Tenía miedo de que fuera a ser " y o " quien hablara en otras lenguas. ¡Qué ridículo! Dios nos da lo legítimo. Sólo los hombres y mujeres de carne pueden recibir al Espíritu. Cuando dejemos detrás esta vieja carne, no necesitaremos el Bautismo en el Espíritu Santo. Voy a ser yo quien hable en otras lenguas. En el día de Pentecostés, fueron ellos quienes comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Usted será el que hablará. El milagro no está en hablar, sino en lo que el Espíritu nos hace decir. Usted habla, pero el Espíritu Santo hace que sea en otro lenguaje. No se pueden hablar dos lenguas al mismo tiempo. Deje de hablar todo idioma conocido cuando el poder se levante dentro de usted, y láncese por fe a "otra lengua".
Hay gente que recibe al Espíritu Santo tartamudeando.
Isaías 28:11 dice: "Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo..."
Yo tenía tantas ideas equivocadas respecto de cómo recibiría al Espíritu Santo, que realmente creía que iba a caer en un forma misteriosa. Creía que me quedará sentado e inmóvil, que mi boca se abriría, y que de dentro de mi saldría una voz que no podría controlar.
Sin embargo, la Biblia dice: "Fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar".
Somos nosotros quienes hablamos. Dios es quien nos da lo que hablamos. Cuando el Espíritu Santo se desborde desde su interior, es probable que usted comience a tartamudear.
Hay un cuento acerca de una pequeña botella.
Alguien le puso un corcho y la tiró al océano. En este cuento, la botellita decía: "Mírenme, mírenme. Estoy en el océano. Mírenme. Estoy en el gran océano.
Mírenme como floto. Estoy en el océano."
Entonces, alguien le quitó el tapón y comenzó a llenarse de agua: "Glub, glub, glub". Mientras la botella caía hacia el fondo del océano, se la podía oír diciendo: ¡Aleluya, el océano está dentro de mí!
¡Ahora el océano está dentro de mí!"
Hay gente que flota en la gran gracia de Dios y en su océano de misericordia. Dicen: "Mírenme. Soy salvo. Gloria a Dios; el Espíritu Santo da testimonio con mi espíritu de que soy hijo de Dios."
No obstante, puede que llegue un día en que se sientan con una gran urgencia. Si alguien les quita el tapón, es posible que comiencen a hacer "Glub, glub, glub". No tenga miedo del "glub, glub, glub". Esto no es otra cosa más que su tartamudeo. En ese tartamudeo es en el que cedemos nuestra voz para que fluya una lengua. Entonces será cuando usted pueda decir: "No sólo estoy en el gran océano del amor de Dios, sino que al mismo tiempo, su océano está dentro de mí."
Sabemos que todos los hijos de Dios tienen el Espíritu Santo en su regeneración, su nuevo nacimiento; no obstante, cuando Jesús bautiza al cristiano en el Espíritu Santo, éste queda rebosante del poder de Dios (Romanos 8:16; Juan 7:37,38). Esto está dentro de la zona de la fe. Es necesario que usted confíe en Dios cuando reciba esta plenitud, y lo deje hacer las cosas a su manera.
Su espíritu quiere hablar. Está lleno de Dios. Usted no es capaz de hablar con su mente en su lenguaje natural, conocido, acerca de lo que siente en su hombre espiritual. Esa es la razón de que Dios le dé la posibilidad de alabarlo en la lengua del Espíritu Santo.
En Juan 7:37, Jesús dice: "Si alguno tiene sed, venga a mi y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu..." recibir al Espíritu Santo tiene algo que ver con beber.
¿Está usted realmente hambriento del Señor?
¿Anhela y suspira su alma el tener más poder?
¿Brama su corazón por Dios "como el ciervo brama por las corrientes de las aguas"? Si así es, usted está listo para recibir el Bautismo en el Espíritu Santo.
Quédese solo y siéntese ante el Señor; en el día de Pentecostés todos estaban sentados. Usted no tiene que estar en ninguna posición determinada, pero hoy limítese a sentarse en la presencia del Señor.
Cuando esté sentado, levante las manos al cielo y alabe sosegadamente al Señor. Déle gracias por haberlo salvado, por haberlo lavado en la sangre del cordero y por haberlo hecho digno de recibir su Espíritu. Alábelo desde lo profundo de su alma. Mientras lo hace, regocíjese. Está a punto de recibir el Bautismo en el Espíritu Santo. No es momento de lágrimas, sino de gozo. Exprese verbalmente su gratitud a Dios.
Ahora deje de hablar en lenguajes conocidos.
Comience a gemir y suspirar hacia Dios desde lo más profundo de su alma. Estos suspiros y gemidos le dicen a Dios más que los lenguajes que usted conozca.
Son el comienzo del lenguaje del Espíritu.
Ahora, comience a pronunciar los pequeños sonidos que le llegan a la boca. Sígalos en voz alta. A medida que se someta al Espíritu de Dios, irán acudiendo más sonidos, y después serán palabras. Repita los sonidos que tenga una y otra vez, hasta que se pueda escuchar alabando a Dios y adorándolo en otro lenguaje. Piense en Jesús y adórelo. Mientras siga rindiéndose al Espíritu de Dios, sentirá que se levanta una gran oleada dentro de su ser. Los sonidos que pronuncie y las palabras que le vengan serán el lenguaje del Espíritu.
Jesús ha hecho mucho por mí. No tengo palabras adecuadas ni las podría encontrar jamás para expresarle mi gratitud. El Bautismo en el Espíritu Santo me ha levantado a un ámbito nuevo en el Espíritu.
A medida que usted vaya aprendiendo a alabar a Dios y entregarse a Él, su dulce presencia lo irá inundando cada vez más. Lo exhorto a dejar que el lenguaje del Espíritu de Dios corra en usted para adorar a Dios todos los días. Este maravilloso Bautismo en el Espíritu Santo es el umbral de los dones del Espíritu y del poder sobrenatural de Dios. ¡Usted tiene días maravillosos por delante!
"Todo lo que respira alabe a Jehová."


Comunidad Cristiana Centro de Avivamiento
“JESUCRISTO ES EL SEÑOR”
Mz: K Lote: 11 AAHH Saúl Cantoral Huamani
San Juan de Lurigancho – Lima - Perú.

Si Usted. Necesita ayuda en su vida por causa de algún problema de tipo personal, conyugal o familiar, ponemos a su disposición un servicio de Conserjería Espiritual, Fundada en la Palabra de Dios. Con toda libertad llame al Pastor: Ramiro Roque Paiva, al Celular: 511 - 997201914, para hacer una cita y Orar por Usted. Y ayudarle a cambiar su vida, o enviar su petición de Oración a la siguiente dirección de Correo Electrónico: ramiroroque2003@yahoo.com, cccajees@hotmail.com, cccajees@gmail.com, o nos puede visitar en la web: http://cccajees.ning.com/, http://cccajees.blogspot.com/, Este servicio es totalmente gratis para Usted.

Libro del Pr. John Osteen: Que hacer cuando Viene el tentador.

Que Hacer Cuando Viene el Tentador

Por: John Osteen

Usted tiene un enemigo, el diablo. El tratará de tentarle en muchas áreas de su vida. ¿Sabe qué hacer cuando el tentador viene a usted? La Biblia nos da ejemplos excelentes de cómo tratar al tentador cuando él viene a engañarle, confundirle, y a impedir que usted sea el cristiano victorioso que el Señor desea.
El tentador vino a Jesús, y usted no es excepción.
Si él vino a Jesús de seguro vendrá a usted. Quizá preguntará: "Bien, ¿y qué haré cuando el tentador venga a mí?"
Usted debe encontrar lo que dice la Palabra sobre la situación a la que el tentador le está enfrentando; y luego haga lo que la Palabra dice, para obtener la victoria.
Mateo 4:1-11 nos da un ejemplo claro de cómo el tentador trató de vencer a Jesús, y cómo se comportó Jesús en tal situación: "Entonces Jesús fue llevado por el espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas rocas se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (versículos 1-4).
Jesús le estaba citando la Palabra al diablo. "...No sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre" (Deuteronomio 8:3).
"Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra" (versos 5-6).
El diablo le citará Escrituras a usted. El citó el Salmo 91:11-12: "Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra." Cuando el diablo le cite a usted las Escrituras, usted tendrá que hacer lo que hizo Jesús: Citarle las Escrituras a él. "Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios" (Mateo 4:7). Hay más de una Escritura en la Biblia que usted puede usar contra Satanás. El diablo tomará las Escrituras y las distorsionará para lograr su propósito. Pero Jesús se afianzó en la Palabra cuando dijo: "Escrito está..." El tuvo otra escritura para el diablo: "No tentarás a Jehová vuestro Dios..." (Deuteronomio 6:16).
Usted debe decirle al diablo: "Diablo, escrito está..."
Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: "Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (versos 8-10).
Otro de los Evangelios dice de esta manera: "Respondiendo Jesús le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (Lucas 4:8). Yo prefiero la traducción en Mateo. Ya es suficientemente malo tener a Satanás frente a mí, como para tenerlo detrás de mí.
Me lo puedo imaginar parado tras mí, alistándose para patearme. No me gusta tener a nadie que sea mi enemigo, detrás de mí. En Mateo 4:10 Jesús le dijo a Satanás: "Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás." Y en Deuteronomio 6:13 dice: "A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás..." "El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían" (Mateo 4:11).
REVESTIOS DE HUMILDAD
Ambos, Pedro y Santiago, nos dan excelentes instrucciones respecto a "Qué Hacer Cuando Viene el Tentador." Pedro nos dice: "...revestíos de humildad: porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo, echando toda vuestra solicitud sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo" (1 Pedro 5:5-9).
Yo quiero enfatizar esto: usted no necesita encontrar un poderoso predicador o una gran personalidad para que resista al diablo por usted.
USTED debe resistir al diablo y él huirá de usted.
La palabra huir, quiere decir "correr como aterrorizado."
Sométase a Dios. Resista al diablo, y él huirá de usted. Santiago 4:6-7 dice: "Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros." Pedro y Santiago hablaron acerca de la humildad antes de hablar sobre cómo resistir al diablo.
EL DIABLO NO ESTA, Y NUNCA HA ESTADO EN EL INFIERNO.
En cierta ocasión yo enseñaba sobre este tema e hice la siguiente declaración: "El diablo no está, y nunca ha estado en el infierno."
Quedé sorprendido. La gente no discutió mi punto de vista, sólo se limitaron a preguntar: "¿Es cierto eso?" ¿Es cierto eso? Muchos nuevos cristianos se asustan cuando escuchan esa afirmación por primera vez. Ellos creen que Satanás va abajo a quemarse entre las llamas por un tiempo. Luego él viene arriba para ver cómo marchan las cosas en la tierra. Tienen la idea de que el diablo baja al infierno y se sienta en un trono en medio de las llamas. No. El diablo nunca ha estado en el infierno. La Biblia dice que el infierno fue creado para el diablo y sus ángeles. Quizás preguntará: "Bien, ¿dónde está el diablo?"
El diablo está rigiendo como gobernante sobre los principados y potestades del aire. El es el dios de este mundo. La Palabra nos dice: "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Efesios 6:11-12).
Pablo también nos dice: "Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" (2 Corintios 4:3-4).
SATANÁS NO PUEDE DEVORAR A CADA CRISTIANO
El Espíritu Santo dice a través de Pedro "...el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (I Pedro 5:8). Este verso nos indica que Satanás no puede devorar a todos.
Legalmente, él está atado en ciertas áreas. El debe obedecer la Palabra de Dios. El debe doblegarse ante el Nombre de Jesús.
Cuando Jesús vino a la tierra, Él fue a la cruz; Él resucitó de entre los muertos, y en Efesios 4:8-10 se nos dice: "Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad. Y dio dones a los hombres. Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo."
Satanás tiene que encontrar una persona que no sepa cosa alguna acerca de lo que significa ser una nueva criatura en Cristo Jesús; sobre la redención; sobre el Nombre de Jesucristo; y sobre el poder del cristiano para usar ese Nombre.
Para nosotros es importante saber que, como creyentes, tenemos la autoridad para usar el Nombre de Jesús. Justamente antes de que Él fuera recibido en el cielo para sentarse a la diestra de Dios, Jesús nos dijo en Marcos 16:15-18: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán."
SATANÁS NO TIENE DERECHO DE EJERCER SU AUTORIDAD EN LA TIERRA SOBRE EL CRISTIANO
Por años Satanás se enseñoreó sobre mí en el área de las finanzas. Yo me arrastraba a través de la vida para solamente lograr sobrevivir. Yo pensé que era muy religioso ser pobre. En mi ignorancia el diablo gobernó y se enseñoreó de mi vida en forma de pobreza.
Si usted es ignorante de la Palabra y voluntad de Dios en cualquier área, el diablo tratará de tomar ventaja sobre usted en esa área. Si usted no conoce acerca de la sanidad para su cuerpo, o su mente, sus emociones, él retendrá las bendiciones de Dios para usted en esas áreas. El le va a decir: "Dios le hizo esto a usted...es la voluntad de Dios que sufra..." Más si usted escudriña la Palabra y se da cuenta sobre lo que dice respecto a la situación, el señorío de Satanás sobre usted terminará. Como nos dice en I Pedro 5:9: "Al cual resistid firmes en la fe..." En Santiago 4:7, dice: "...resistid al diablo, y huirá de vosotros."
HAY MAS DE UN MUNDO
Hay dos mundos aparte de este. Está el mundo donde Dios, el Señor Jesucristo reina, y donde los ángeles ministran y obedecen Su Palabra. Ese es el hermoso, maravilloso, reino de la realidad espiritual donde Jesús y los ángeles viven.
Está también el reino espiritual donde Satanás vive con sus demonios, y donde ellos realizan sus actividades.
Esos lugares existen realmente. No sólo están en nuestra imaginación.
Algunas personas dicen: "Bueno, se supone que existe un mundo espiritual en alguna parte. Quizá exista y quizá no."
Usted debe saber esto: El mundo espiritual es una realidad. Realmente, el mundo espiritual es más real que el mundo físico. Porque Dios, Quien es un Espíritu, creó el mundo material. Él lo tomó del mundo espiritual. La Biblia dice: "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la Palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía" (Hebreos 11:3). Y Juan 1:1-3,10 dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.
Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció."
Dos fuerzas espirituales compiten por nuestra atención.
A medida que cruzamos el sendero de la vida somos influenciados por una o la otra. Las influencias vienen de otro mundo. Satanás y sus fuerzas demoníacas nos pueden estorbar. El Señor y Sus fuerzas angélicas nos pueden ayudar. ¿Cuál fuerza escogerá? Usted es el que decide. De la forma que escoja ser influenciado determinará la clase de vida que viva.
El interés del diablo es usar sus fuerzas demoníacas para tentarnos, desanimarnos, y ser causa que nos demos por vencidos. ¿Ha tenido usted un día cuando todo parecía salirle mal? Yo he tenido días cuando sólo deseaba volver a la cama y empezar de nuevo. Parecía como si hubiera una presión invisible contra mí. He estado en cultos en la iglesia donde un espíritu de confusión ha invadido la congregación. Le he dicho a mi esposa, Dodie: "Un espíritu de confusión está aquí. Parece que todo va a fracasar. Todo parece equivocado."
Cuando esto sucede, he aprendido a hacer un alto en el culto. Inmediatamente le he dicho al diablo que se vaya de ese culto, y ha tenido que irse.
El propósito del diablo es atacarle a usted. El quiere desanimarle, y tentarle. Pero vea usted, él no puede obligarle a usted a hacer nada.
Cierto comediante suele decir: "¡El diablo me obligó a hacerlo!"
¡No! El no puede obligarle a usted a hacer nada a menos que él lo posea. El puede trabajar en su mente con un pensamiento. El puede tratar de que usted actúe contra su propia voluntad. El no puede violar su voluntad, pero él tratará de engañarle.
NO CAIGA EN LA TENTACIÓN DEL DIABLO
Muchas personas enfermas se sienten tentadas a darse por vencidas cuando los síntomas continúan.
Parece que no pueden ser sanados. Parece como que nadie pudiera ayudarles. Parece que los médicos no pueden más, y su fe no funciona. El tentador viene a ellos con estos pensamientos, y entonces se dan por vencidos y su fe se debilita, y dicen: "Bien, creo que Dios ha ordenado que debo vivir de esta forma."
Esa es una tentación. No caiga en ello.
GENTE ANCIANA ES TENTADA A SENTIRSE INSERVIBLE
Muchos ancianos son tentados a sentir que su tiempo de utilidad ha pasado. La vida pierde su sentido, y a nadie le importa. Suelen decir: "Mis hijos ya no se preocupan por mí. Ya no sirvo en esta vida.
Mejor es que me de por vencido y me vaya a la eternidad...Después de todo, ya pasé los setenta años, estoy viviendo tiempo prestado..."
Eso no es bíblico. La última vez que Dios habló a Su pueblo acerca de vivir una larga vida, El les dijo que les daría ciento veinte años (Génesis 6:13). Cuando Dios habló de setenta años, El estaba hablando de los años de los israelitas en el desierto (Salmo 90:10). Pero mucha gente se siente tentada a decir: "Bien, usted sabe que estoy viejo; ya no puedo hacer nada."
El Coronel Sanders fue un cristiano maravilloso y hombre de negocios. Empezó su negocio (Pollo Frito Kentucky) a la edad de sesenta y cinco años, y fue todo un éxito. El tenía más de noventa años cuando se fue para estar con el Señor. En sus últimos años empezó muchos proyectos.
Siempre es bueno ser retado por la vida. Tenga planes y proyectos. Cuando yo sea anciano, quiero ser como Caleb. El estuvo en el desierto cuando tenía ochenta y cinco años, y miró a la montaña más alta y difícil, y dijo a Josué: "Dame esa montaña." Caleb dijo en Josué 14:10-14: "Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy soy de edad de ochenta y cinco años. Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mi fuerza entonces, tal es ahora mi fuerza para la guerra, y para salir y para entrar. Dame, pues ahora este monte, del cual habló Jehová aquel día; porque tú oíste en aquel día que los anaceos están allí, y que hay ciudades grandes y fortificadas. Quizá Jehová estará conmigo, y los echaré, como Jehová ha dicho. Josué entonces lo bendijo, y dio a Caleb hijo de Jefone a Hebrón por heredad. Por tanto, Hebrón vino a ser heredad de Caleb..."
Yo no estoy esperando una silla mecedora para cuando sea viejo. ¡Estoy esperando una montaña!
Creo que el potencial, la habilidad, y la experiencia de las personas mayores en muchos casos están siendo desperdiciadas. Creo que las personas mayores desean ser útiles. ¿Por qué hemos de desechar a la gente mayor cuando por su edad tienen la experiencia?
Mucha gente mayor es tentada a decir: "Bien, yo ya estoy en el tope de la montaña terminando la vuelta. La gente no necesita a alguien que tiene setenta o setenta y cinco años de edad."
¿Quién dijo eso? Dios puede usarlo a usted. Su espíritu nunca envejece. Sólo su cuerpo envejece.
Usted es joven eternamente en su hombre interior.
Ponce de León buscó la fuente de la juventud. Me gustaría despertarlo de su sepultura y decirle: "¡Yo la encontré! ¡Yo encontré eterna juventud en el Señor Jesucristo!"
GENTE DIVORCIADA ES TENTADA A SENTIRSE INCOMPETENTE
He encontrado que las personas que están fuertemente contra el divorcio y la desintegración de los hogares a veces terminan en divorcio o sus hogares destruidos, y sus hijos en problemas. Debemos ser cuidadosos y compasivos respecto a lo que decimos sobre el divorcio. Las personas que se han divorciado, y han tenido que atravesar toda clase de dolor en sus vidas, han tenido por ello ya suficiente sufrimiento sin los comentarios adicionales de otras personas.
"Bien", dirá, "Sé que Jesús dijo..." Sí, sé lo que Jesús dijo. Mas me parece extraño que no tomemos la Escritura con la misma rapidez donde Jesús dice: "Los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre."
Nosotros no vamos por ahí diciendo: "Bien, usted mintió. Usted irá al infierno." Hay cristianos que cuando mienten dicen: "Bien, usted sabe que Dios perdona..."
Bien, ¿no perdona Dios el divorcio?
Un hombre que era predicador se divorció de su esposa a causa de un problema que no pudo solucionar.
El dijo después: Mejor la hubiera matado. La iglesia perdona más rápido el asesinato que perdona el divorcio."
Quizá usted diga: "¿Pero Hermano Osteen, está usted apoyando la ruptura de los hogares?" ¡NO! Estoy en contra del divorcio. No creo que la gente tenga que recurrir al divorcio, pero cuando encontramos personas que han sido golpeadas y lastimadas en la vida, ya han tenido suficiente. Jesús nos manda a amarlos y a ayudarlos. No debemos condenarlos. "Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él" (Juan 3:17). Una vez Jesús habló con una mujer que había estado casada cinco veces.
Él no le dijo a la mujer que no tenía esperanza. Él le dio vida, y esperanza, y ella fue luego a dar testimonio en toda la ciudad.
Muchas personas divorciadas se sienten tentadas por el diablo a darse por vencidas. Se sienten incompetentes, sucias, inútiles, e indeseables.
Amigos, no estamos de acuerdo con todas las cosas que han tenido que atravesar. Estamos para AMARLOS. Estamos para AYUDARLOS. Estamos para ANIMARLOS.
Un predicador en cierta ocasión cayó en pecado. El destruyó su hogar por otra mujer. Desde luego él realmente estaba equivocado. No había excusa para lo que hizo, mas el diablo lo había engañado.
El diablo también tienta a los predicadores. Aquel predicador había orado por la gente durante veinticinco años; luego un día cometió un error y el diablo se aprovechó de él.
En lugar de amarlo y ayudarlo, la gente lo criticó.
Un evangelista muy famoso se puso tan enojado con él que dijo: "Yo tengo más de un millón de lectores de mi revista, y lo voy a denunciar. Voy a poner su nombre allí y le diré a todo el mundo lo que él hizo."
El evangelista estaba equivocado. Mas él dijo: "Voy a decirlo todo, porque ese hombre es culpable."
El evangelista tenía todo listo para imprimir su revista y denunciar al predicador ante un millón de lectores. De repente Jesús se le apareció y le dijo: "Vas a denunciarlo, ¿No es cierto?"
¡Oh, sí!" dijo el evangelista. "Lo haré, Jesús, porque ese hombre es culpable."
Jesús le dijo: "Bien, déjame hacerte una pregunta:
¿Qué si este fuera tu hijo casado, y le sucede esto a él?"
"¡Oh, no, Jesús!" dijo él, "Yo no haría eso, él es mi hijo." Jesús le dijo: "Bien, él es Mi hijo. ¡Déjalo tranquilo!"
¡Oh, la gracia inmensurable y el amor de Dios!
Si usted es una persona divorciada, no ceda a la tentación de que es inútil sólo porque su hogar se ha deshecho.
CASI SIEMPRE LA CONDENACIÓN VIENE DE PERSONAS RELIGIOSAS
Algunas veces vienen a mí personas que han estado viviendo juntas por años. Nunca se han casado.
Solamente han estado viviendo juntas todos esos años. Han venido a la iglesia y finalmente han escuchado la verdad. Con todos sus hijos, han dicho: Estamos viviendo en pecado. Necesitamos casarnos.
"¿Nos casaría usted?"
Yo les digo: "¡Claro que lo haré!"
Casi siempre la condenación viene de personas religiosas. Ellos quieren hacer reglas y leyes que ponen a la gente en una situación de agonía de la cual no pueden salir.
No me vengan con sus ideas de cómo vestir. Mientras la gente sea decente, esto está bien conmigo. ¡No me digan que usar lápiz de labios y maquillaje es malo cuando Dios mismo pinta pájaros rojos y pájaros azules!
La gente debe dejar de tratar de hacer reglas sobre la apariencia exterior del hombre y la mujer, y reconocer que Dios dice en la Biblia: "...el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" (1 Samuel 16:7).
¿Qué es peor? La apariencia exterior, ¿o la persona que tiene un espíritu horrible de condenación?
Si Jesús fuera a dar la respuesta, yo creo que El diría que el espíritu de condenación es peor.
La Biblia dice: "Porque misericordia quiero, y no sacrificio" (Óseas 6:6).
He encontrado que si la gente está actuando mal usted la puede amar haciendo lo que es correcto. Ellos le escucharán si usted les ama.
Yo estoy por los oprimidos.
Yo estoy por los quebrantados.
Yo estoy por aquellos que han sido atrapados en la homosexualidad, lesbianismo, alcoholismo, y la droga adicción.
Nuestro objetivo no es condenar.
¡Estamos para darles las Buenas Nuevas!
Si usted es uno de los que han sido tentados a darse por vencido porque su hogar se ha deshecho, no se de por vencido.
Si usted se ha dejado dominar por un hábito terrible, y el diablo le está tentando a darse por vencido, no ceda.
Si tiene un problema financiero y se siente tentado a vivir más bajo que el nivel de prosperidad que Dios tiene para su vida, ¡no se de por vencido!
Los jóvenes son tentados a ceder a aquellas cosas que les hará daño y los destruirá.
Un hombre joven que asistía a nuestra iglesia fue literalmente vencido por cosas de la vida. Fue a su casa y se quitó la vida de un disparo. No tuvimos tiempo de tratar con él y ayudarle. El fue vencido por lo que hiere y daña.
Algunos jóvenes dicen: "Pues, saben, el Hermano Osteen es sólo un anticuado. El no sabe de lo que está hablando. El y Dodie están muy viejos..."
Bien, hemos vivido mucho y hemos aprendido muchas cosas. Yo sé esto: Cuando los jóvenes se incorporan a la vida del mundo son tentados a dejarse presionar por sus amigos. Ceder ante este, ante aquel, y ante el otro. El objetivo del diablo es poner presión sobre usted. El le tentará para que usted haga lo que le dañará, herirá y destruirá.
Muchos jóvenes son llamados por Dios. Ellos ven como otras personas fallan debido a las vicisitudes de la vida. El llamado de Dios aún permanece ahí, pero se debilita y obscurece. Es porque el tentador ha venido a tentarles para que no acepten el llamado de Dios.
Joven, el fin de lo que el diablo le dice que haga solo le traerá dolor y tristeza. Si es tentado del diablo a ceder, no lo haga. No ceda a la tentación.
Jesús fue tentado en todas las áreas de Su vida.
En hebreos 4:15 leemos: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado." Y en Hebreos 2:18 dice: "Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados."
El hecho de que Jesús fuera tentado en todas las áreas de Su vida puede animarle a usted cuando es tentado. Veremos algunas de estas áreas donde el tentador atacó a Jesús, y lo que El hizo al respecto.
Número uno: La tentación más grande le vino a Jesús después que Él fue lleno del Espíritu Santo.
La Palabra dice: "Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo" (Mateo 4:1). Jesús fue lanzado al mundo. El plan de Dios es que nosotros sepamos que estamos caminando en territorio enemigo. Satanás es el dios de este mundo. Debemos enfrentarnos cara a cara con el diablo y los poderes demoníacos de este mundo.
¡Nosotros podemos vencer!
Jesús fue grandemente tentado cuando estaba lleno del Espíritu Santo.
Yo quiero ponerle sobre aviso. No sea lleno del Espíritu Santo, no se haga un fanático, no sea uno que danza, uno que salta y grita, uno que cita la Palabra; y no asista a iglesias carismáticas o iglesias del evangelio completo, si no quiere problemas con el diablo, porque él va a venir contra usted. Cuando él le haga la vida difícil, dígale: "Bien, hola diablo.
He aprendido el por qué has venido. Yo estoy tan lleno de Dios que no lo soportas. Así que, vete. Voy a alabar a Dios por un rato."
David dijo: "Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores..." (Salmo 23:5). El Señor le aderezará una mesa de victoria delante del diablo.
Me gusta lo que se supone dijo Martín Luther, cuando una noche despertó y sintió una extraña presencia en su cuarto. Miró hacia una esquina, y allí en persona, estaba Satanás. Cuando Martin Luther lo vio, dijo: "Oh, eres sólo tú..." y se volvió a dormir.
Esa clase de actitud pone al diablo preocupado.
Muchas veces tomamos al diablo muy en serio.
Número dos: Jesús fue tentado grandemente cuando se disponía a realizar el plan de Dios para su vida.
Cuando el Señor Jesús se estaba preparando para empezar Su ministerio terrenal de señales, maravillas, y milagros, el plan maravilloso que Dios tenía para Él, el diablo se le acercó. Usted tendrá la más dura batalla en el momento que entre al tiempo de victoria más grande que Dios le ha preparado. Si ha sido tentado hoy, es porque está a punto de dar el paso dentro del área que ha deseado por mucho tiempo.
Número tres: Jesús fue tentado en el área de Su necesidad.
Esto es muy importante. Será de gran ayuda para usted. Jesús fue tentado en el área de Su necesidad.
El había ayunado por cuarenta días y cuarenta noches. El tenía hambre.
Si usted ha ayunado alguna vez entonces entenderá. Yo nunca he ayunado por un tiempo tan largo. Usted no tiene que ayunar por cuarenta días y cuarenta noches. Pienso que la mejor manera de ayunar es un poco cada semana. Quizá hasta las tres de la tarde, o por un día entero. Es importante mantener continuamente su cuerpo en sujeción al hombre espiritual.
Yo he ayunado por varios días, y he notado que he llegado al punto donde no siento necesidad de comer.
Luego, cuando el ayuno había terminado, he sentido mucha hambre. Cuando supe que era tiempo para comer, algo se levantó dentro de mí, y hubiera podido comerme el plato, cuchillo, tenedor, y todo lo que había en el plato.
Jesús era un ser humano natural. Y cuando él terminó aquel ayuno de cuarenta días todo su ser pedía alimento. Y el diablo le tentó en el área de Su necesidad. "Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan" (Mateo 4:3).
¿Le ha tentado el diablo en el área donde tenía necesidad? ¿Está solo? ¿Está sin un compañero en la vida? ¿Tiene necesidades financieras? El diablo le va a tentar en la área de sus necesidades. El le dirá: "¡Ves! Dios no te ha dicho la verdad, y todo lo que ese predicador dice son sólo mentiras. El está torciendo la Escritura...Sabes que Dios no desea que prosperes."
El tentador le tentará en la área más afectada.
Yo no conozco sus necesidades. Puede ser que su cuerpo esté enfermo. Quizá los doctores han dicho: "No hay esperanza."
¡Cuidado! Es ahí donde el diablo le va a atacar. El traerá razones a su mente para hacerle creer que es la voluntad de Dios que muera prematuramente. El le dirá que está aprendiendo una serie de "buenas lecciones," mientras está en su lecho de enfermo. El le va a tentar para que esté de acuerdo con esa enfermedad, o en la área de su necesidad.
Número cuatro: El diablo tentó a Jesús para que dudara de Quien era Él realmente.
Jesús era y es el Hijo de Dios. Y Satanás lo sabía.
Sin embargo, dijo: "Si eres Hijo de Dios, échate abajo..." (Mateo 4:6).
Esta es la forma como el diablo se lo presentará a usted. "¿Es realmente una nueva criatura? ¿LO ES?
Dijo una mala palabra el otro día...Resbaló y cayó...Hizo esto...Volvió atrás... ¿Es nacido de Dios realmente? ¿Es realmente un vencedor?... ¿Puede realmente hacer cualquier cosa en Cristo? ¿Es realmente cierto? "que mayor es Él que está en ti que él que está en el mundo."
El le dirá que usted es un simple gusanillo de la tierra. Cuando esto suceda atáquele con la Palabra.
Dígale: Soy una nueva criatura en Cristo Jesús.
La Palabra dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).
La Palabra dice: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).
La Palabra dice "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? (1 Juan 5:4,5).
La Palabra dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
La Palabra dice: "Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo" (1 Juan 4:4).
Número cinco: El diablo tentó a Jesús a poner a otra persona a ocupar el lugar de Dios.
Satanás tentó a Jesús para que hiciera cosas necias en nombre de la religión — en nombre de la espiritualidad, él tentó a Jesús para que pusiese a alguien delante de Dios, e hiciera cosas tontas en el nombre del servicio a Dios, él dijo: "Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque está escrito: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra" (verso 6).
Jesús le citó la Escritura a él, ". . . Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios" (verso 7).
El diablo no se detuvo allí. El llevó a Jesús a un monte muy alto y trató una vez más. "Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: todo esto te daré, si postrado me adorares" (versos 8-9).
De nuevo Jesús le citó la Palabra a Satanás, "...vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás."
Cualquier cosa que le exalte a usted o a sus habilidades fuera de proporción no es buena. Me preocupa porque algunas personas se hacen a sí mismas grandes, elevadas y poderosas.
Ellos necesitan entregar sus habilidades a Cristo.
Debe rechazar al tentador cuando le diga: "Si eres hijo de Dios échate abajo..." O "si tienes el poder de Dios, ve allí y levanta a esas dos personas que están en sillas de ruedas...Si eres hijo de Dios — si Jesús te ha dicho la verdad, vuelve allí ahora, ¡y ponlos a saltar!"
He visto a mucha gente con ese tipo de actitud.
Pero Dios no honra una actitud de orgullo.
¿Reconoce usted que Jesús no sanó a todos con los que Él se encontró? El quería sanarlos a todos pero Él no los sanó a todos.
Jesús sanó un hombre cuando había una multitud que quería ser sanada. Ese hombre había estado enfermo durante treinta y ocho años. Jesús lo escogió a él de entre la multitud. No fue porque El así lo quiso. El dijo: "No puedo hacer nada de mí mismo.
Dependo del Padre, del Espíritu Santo" (Juan 5:30 traducción del autor).
Sepa esto: Si el Espíritu Santo me dice que vaya y tome a una persona por sus brazos, y que la levante, eso sucederá. Por eso es que debemos orar, y esperar en Dios, y obedecer al Espíritu Santo.
Quizá dirán: "Bien, ¿Por qué Él no le dice que haga eso hoy?"
Yo no sé por qué. Lo único que puedo hacer es seguir a Dios, y enseñar Su Palabra hasta que Él me guié. Él nos dirigirá individualmente en cada situación a través del Espíritu Santo.
Sé que esto sucedió una vez. Una señora vino a la iglesia donde yo estaba ministrando, tenía el cuerpo cubierto con ronchas. Ni siquiera podía mover la cabeza por una roncha enorme. Sus brazos estaban entumecidos por la artritis reumática. Yo conocía a esa señora, y yo sabía que tenía ronchas sobre todo su cuerpo — sobre todos sus brazos. Pero yo no sabía que ella tenía lupus, una enfermedad incurable de la sangre.
El Espíritu Santo me dijo: "Yo deseo sanarla..."
Hay una diferencia entre lo que yo puedo decir y lo que el Espíritu Santo dice. Quiero que sepan que cuando toqué a aquella mujer en la frente, el poder de Dios descendió sobre ella, y en un momento ella fue sanada. Ella era miembro de la Primera Iglesia Bautista, sin embargo ella levantó sus manos, y cada roncha desapareció de su cuerpo. Ella fue sanada de todos los males que padecía, y luego recibió el Bautismo en el Espíritu Santo.
Esta señora aún está contando su maravilloso testimonio hoy. Ella fue a donde los médicos y ellos verificaron que ella ya no tenía lupus. Este milagro sucedió porque el Espíritu Santo me habló. No permita que el diablo le haga cometer cosas tontas que ni Dios ni el Espíritu Santo le han dicho que haga.
Mantenga a Jesús en primer lugar en su vida y siga Su voz.
Haga lo que Jesús hizo, y vencerá al tentador.
Jesús venció a Satanás con la Palabra de Dios, y solamente con la Palabra de Dios. He aquí cuatro cosas importantes que usted puede hacer para que el tentador se aleje.
Primera: Escudriñe que dice la Palabra de Dios sobre la situación.
Segunda: Lea lo que dice Dios sobre ello en Su Palabra, y medite hasta que la Palabra penetre en su espíritu.
Tercera: Cítele al diablo lo que Dios dice en Su Palabra. No se conforme con citar la Palabra a usted mismo, cítele al diablo la Palabra, porque eso le atormenta realmente. Abra su Biblia y dígale: "Venga acá diablo. Si puede leer, leeremos juntos..." Luego léale la Palabra a él.
Cuarta: Aprenda a mantener su boca cerrada. Al darse cuenta de lo que Dios dice sobre la situación, y al haberlo leído y meditado hasta que haya penetrado en su espíritu y empiece a citárselo al diablo, estará usted listo para mantener su boca cerrada.
Aprenda a mantener su boca cerrada, no vaya a ser que le añada algo a lo que la Palabra dice. No entre en discusiones con el diablo.
Usted notará que Jesús no discutió con el diablo.
El simplemente citó lo que la Palabra dice. Jesús nunca fue más allá de la Palabra.
Después que le haya citado la Palabra al diablo, mantenga esa abertura debajo de su nariz firmemente cerrada. No diga nada excepto la Palabra de Dios.
Hubo momentos en los que yo pensé que realmente iba a morir. Era como estar en un lugar extraño y parecía que todo había terminado para mí. Yo citaba lo que la Biblia dice... "Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salvación" (Salmo 91:16). "Por su llaga fuimos nosotros curados..." (Ver 1 Pedro 2:24; Isaías 53:5).
Nunca me guío por lo qué o cómo me siento. Nunca discuto con el diablo. Encuentro lo que la Palabra de Dios dice sobre la situación. Leo la Palabra de Dios, y medito en ella, y luego cito la Palabra de Dios al diablo.
En Mateo 4:11, encontrará que cuando Jesús hizo todas estas cosas el diablo le dejó. "El diablo entonces le dejó, y he aquí, vinieron ángeles y le servían."
Después que usted siga el ejemplo de Jesús, hará lo que se supone que haga cuando el tentador venga, y él tendrá que irse.
Entonces, como los ángeles servían a Jesús, ellos vendrán a ministrarle a usted.
Justamente antes que el autor empezará a enseñar sobre Que Hacer Cuando Viene el Tentador, se pronunció este mensaje en lenguas, y la interpretación fue dada por el autor.
Porque Yo soy un Sanador, dice el Señor.
Si, y Mi compasión abarca a toda la humanidad: al joven como al viejo.
No hay nadie que escape a mis ojos:
Porque Yo soy tu Creador.
Y Yo soy tu Dios.
Y Yo soy tu Médico.
Y nada es difícil para mí.
Oh, hijos Míos, levantad vuestros ojos a los cielos.
Sí, contemplad los cielos, y los cielos de los cielos.
¿No fue Mi mano la que creó todo esto, dice Dios?
Mira a tu alrededor en el mundo.
¿No hizo Mi mano todo esto?
Yo soy el Dios de toda carne.
No desesperes o pierdas la esperanza.
Sí, leed Mi Palabra.
Levántate en fe.
Porque Yo soy un Dios de milagros.
Y Yo haré lo que deseas, dice el Señor.

Comunidad Cristiana Centro de Avivamiento
“JESUCRISTO ES EL SEÑOR”
Mz: K Lote: 11 AAHH Saúl Cantoral Huamani
San Juan de Lurigancho – Lima - Perú.

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