viernes, 2 de abril de 2010

Libro del Pr. John Osteen: La Necesidad N° 1 del Creyente.

LA NECESIDAD N° 1 DEL CREYENTE
Por: John Osteen

Hace algunos años, después de un poderoso derramamiento del Espíritu Santo en nuestra iglesia
Denominacional, estábamos muy ocupados extendiéndonos por todas partes llevando el Evangelio. Durante esos días, tuvimos un culto en una misión de rescate en el centro de la ciudad. Un grupo de diáconos de nuestra iglesia fueron conmigo a este culto. Uno de ellos decidió invitar a un predicador denominacional de la ciudad para que predicara el mensaje esa noche. Todos estábamos tan llenos del Espíritu Santo y de gozo que casi no podíamos esperar que comenzara el culto. El hermano que iba a predicar no sabía que pensar de nuestro entusiasmo.
Cuando llegamos, fuimos a un aposento en la parte de atrás para orar. Esta reunión de oración resultó ser algo muy fuera de lo común. Cada uno de nosotros oramos por tumo mientras los otros estaban de acuerdo y adoraban al Señor. Parecía como que el cielo había descendido mientras todos confesábamos lo que éramos en Cristo y nuestra victoria sobre el diablo y los demonios.
Nos regocijábamos porque veríamos a la gente ser salva y librada en el culto esa noche.
El hombre que había sido invitado para predicar esa noche fue el último en orar. Toda nuestra forma de orar resultó extraña para él. No estoy criticando su oración; no obstante, estoy dando un reporte sobre lo que sucedió.
Así es como oró él: "Oh, Dios, sabes cuan débil gusano de la tierra soy yo. Sabes, Señor, que soy débil e indigno. Sabes, Señor, que soy un fracaso. Oh, Dios, ¡Soy un pecador con un corazón tan negro! Oh, Señor, soy tan débil e indigno.
¡Ayúdame! ¡Ayúdame! ¡Ayúdame! Oh, Señor, ¿cómo puedes usar a un pecador como yo?"
Mientras lo escuchaba orar, me preguntaba si en vez de permitirle predicar, ¡debíamos tratar de que fuera salvo!
El predicó esa noche y lo hizo en la mejor forma que pudo, bajo las circunstancias. Desde luego, todos nosotros lo respaldamos en oración y confiamos en Dios para alcanzar a la gente allí presente. Después del culto, me reuní con él en un lado del edificio y empecé a hablarle. Le pregunté: "¿Hermano, está usted realmente en la condición que le confesó a Dios cuando oró?"
El me preguntó: "¿Qué quiere decir?"
Yo le dije: "Bueno, usted le dijo a Dios que usted era un gran pecador, débil, indigno, con un corazón negro, y un fracaso. Ahora, yo quiero saber ¿está usted realmente en esa condición?
"Oh, Hermano Osteen, usted sabe lo que quiero decir."
Yo le dije: "Supongo que quiso decir lo que dijo, al menos que le estuviera mintiendo a Dios. Permítame citarle un versículo de la Biblia y hacerle una pregunta.
La Biblia dice en 1 Juan 1:9, "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad." La pregunta que quiero hacerle es esta: ¿Qué significa la palabra T-O-D-A?"
El dijo:'Toda."
Le pregunté otra vez: ¿Qué significa la palabra T-O-D-A?"
El respondió: "¡Toda!"
Por tercera vez le pregunté: "¿Qué significa la palabra T-O-D-A?"
Frustrado, empezó a responder: "Significa Oh, ya veo, eso hace una diferencia, ¿no es así?" "Sí, hermano, la sangre de Jesucristo lo ha limpiado de TODA maldad, y si usted ha sido limpiado de TODA maldad, entonces usted no es un gusano en el polvo de la tierra, un fracaso, ni un pecador de corazón ennegrecido. Si usted ha sido limpiado de TODA maldad, entonces puede pararse firme en la presencia de Dios sin inferioridad, y en la presencia del diablo, sin temor."
Esta historia es una ilustración sobre de lo que se trata este libro. Un gran número de personas cristianas viven bajo condenación y un sentido de debilidad e inferioridad. El Cuerpo de Cristo debe moverse con autoridad bíblica, pero jamás existirá esa autoridad mientras prevalezca un sentido de inferioridad.
Las verdades en este libro son para fortalecerlo, animarlo, e iluminarlo a usted sobre cómo puede librarse de la humillante y cobarde actitud y convertirse en un valiente soldado de Jesús.
El diablo sabe que su tiempo es corto.
¡Dios está revelando verdades bíblicas de manera que se pueda levantar un cuerpo de gente que camine en rectitud y que haga pedazos a los reinos de las tinieblas!
El libro de I Juan habla de dos tipos de gente en la tierra— los hijos del diablo y los hijos de Dios (I Juan 5:18-19).
La Segunda de Corintios 5:17 dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
¡SOMOS NUEVAS CRIATURAS!
Veamos como ve Dios a esta nueva criatura. El apóstol Pablo dijo en romanos 1:16-17: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Muchas veces hemos leído estos dos versículos y nos hemos detenido al final del versículo 16. Sin embargo, el versículo 17 nos dice porqué el Evangelio es el poder de Dios. Es el poder de Dios porque: EN EL SE REVELA LA JUSTICIA DE DIOS... UN EVANGELIO QUE NO REVELA LA JUSTICIA DE DIOS NO TIENE PODER.
El verdadero Evangelio de Jesucristo es una revelación de como Dios ha tomado al hombre pecador y lo ha hecho una nueva criatura y le ha impartido una justicia perfecta.
La Segunda de Corintios 5:21 nos dice como hizo Dios esto: Al que no conoció pecado, [Jesús] por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
La mayoría de los cristianos creen que solamente han sido perdonados sus pecados y que eso es todo lo que sucede en su salvación. Eso es sólo el principio de lo que sucede. Dios ha hecho mucho más que perdonar nuestros pecados. El nos ha impartido Su propia naturaleza y Su justicia de manera que podamos estar en Su presencia sin vergüenza o inferioridad.
La Biblia nos dice: Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la JUSTICIA DE DIOS, testificada por la ley y por los profetas....con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús (Romanos 3:21,26).
Una persona que ha nacido de nuevo es una nueva criatura en Cristo Jesús. Escuchen lo que Dios dice sobre esta nueva criatura: Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, JUSTIFICACIÓN, santificación y redención (1 Corintios 1:30).
Dios ha dicho muchas cosas sobre el nuevo hombre que vive dentro de su cuerpo. Usted ha nacido de nuevo.
Necesita creer lo que Dios dice sobre usted, y empezar a verse a sí mismo como Dios lo ve después que ha nacido de nuevo.
JESÚS MURIÓ Y RESUCITO PARA HACERLO A USTED LA JUSTICIA DE DIOS.
La Segunda de Corintios 5:21 dice: Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
El hacedor, el diseñador de un auto sabe más sobre el mismo de lo que usted sabe. Cuanto más sepa usted del mismo, más lo apreciará. Dios es su Hacedor y su Diseñador. El sabe más de nosotros de lo que nosotros sabemos. Al aprender más y más sobre lo que El ha hecho por usted, y como lo ha creado de nuevo a través del nuevo nacimiento, usted lo apreciará más y tendrá poder y victoria en su vida.
EL FRUTO DE LA JUSTICIA
Hay un fruto de la justicia. Como una nueva criatura, Dios dice que usted debe dar fruto (o evidencia) de su nueva naturaleza. Su nueva naturaleza es una naturaleza de amor con la justicia de Dios. La Segunda de Corintios 9:10 nos dice: Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los FRUTOS DE VUESTRA JUSTICIA.
En Santiago 3:18 dice también: Y el FRUTO DE LA JUSTICIA se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
De acuerdo a Filipenses 1:11, la nueva criatura debe estar llenos de FRUTOS DE JUSTICIA, que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Cuando usted sabe que ha sido hecho justo, el fruto de la justicia debe mostrarse en su vida. Usted debe actuar como justo y reclamar todo lo que justamente le pertenece por la posición que tiene con Dios.
¡Usted es una nueva criatura en Cristo Jesús! Ya no es la clase de persona que era. La Segunda de Corintios 5:17 reafirma: Por tanto si alguno está en Cristo, el Mesías, es una nueva criatura totalmente, una nueva creación, la antigua [previa condición moral y espiritual] ha pasado. ¡He aquí la fresca y nueva ha llegado! (Versión Amplificada en inglés)
Usted necesita reconocer su herencia en Cristo.
El problema más grande del hombre, especialmente la nueva criatura, ha sido el pecado y la conciencia del pecado.
Ha habido falta de "conciencia de justicia" en el corazón y mente del pueblo de Dios.
¡LA NECESIDAD MAS GRANDE DE LA NUEVA CRIATURA ES ENTENDER LO JUSTA QUE ES EN DIOS Y POR LO TANTO CUAN CONFIADAMENTE PUEDE ACTUAR COMO NUEVA CRIATURA AL ENFRENTAR A SATANÀS Y LAS FUERZAS DEMONIACAS!
Cuando una persona es conciente de su vieja naturaleza y no es conciente de su verdadera naturaleza de justicia en Cristo Jesús, no puede acercarse confiadamente al trono de Dios. Hebreos 4:16 dice: Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Como nuevas criaturas tenemos el derecho de acercamos confiadamente al trono de la gracia.
¡Un sentimiento de indignidad, o un sentimiento de condenación paralizan a la nueva criatura!
¡Toda nueva criatura necesita estar libre de este tipo de negativismo y condenación!
No importa cuanto haya hecho Dios por usted, hasta que comprenda que ha sido librado de toda maldad y que ha sido hecho justo en Dios, usted estará paralizado en cuanto a su habilidad para ministrar a otros en necesidad.
¡¡¡MIENTRAS EXISTA UN SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD, NO PUEDE EXISTIR UN SENTIMIENTO DE AUTORIDAD!!!
¡Sólo piense en nuevas criaturas paralizadas, inmóviles, y sin participar en el fluir de las bendiciones de Dios! El diablo ha tratado de mantener a millones de cristianos en temor y derrota al tenerlos ignorantes sobre la verdad de su estado de justos a través de Jesucristo.
Algunas personas dicen que lo que necesitamos los cristianos es más poder. Otros dicen que necesitamos más fe. Bueno, desde luego necesitamos estas cosas, pero lo que la nueva criatura necesita mas que nada es un entendimiento de la Palabra de Dios.
Lo que usted necesita como nueva criatura es entender por el Espíritu Santo lo que Dios ha hecho por usted en Cristo.
¡Usted necesita saber que es justo y sin pecado ante los ojos de Dios! ¡Está totalmente libre de condenación!
Romanos 8:1 dice: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
¡Cuando usted entienda esto la fe se levantará en su espíritu tan naturalmente como el respirar!
El poder le viene automáticamente por el entendimiento que obtiene sabiendo que está en correcta posición con Dios.
Quiero compartir con ustedes una historia verdadera sobre mi amigo, Bill Lovick, quien por años fue misionero en África. Esta historia es acerca de un hombre llamado Asomono. Si alguien pudiese ser descalificado para ser usado por Dios, este hombre sería el primero.
Pero, en este incidente de su vida, podrán ver que Dios puede tomar a un hombre que se sentía como un débil gusano del polvo, indigno e incompetente, y sin embargo mediante la revelación de la gracia de Dios y la sangre de Jesucristo, fue transformado en un poderoso libertador. Quiero que lean la historia tal y como Bill Lovick la relató en sus propias palabras:
LA HISTORIA DE ASOMONO
"Quiero contarles la historia sobre un muchacho, su nombre es Asomono. Cuando él vino por primera vez al recinto misionero en Basari, estaba desnudo. Dijo: 'Quiero un trabajo.' Tenía un fetiche enorme alrededor de su cuello, otro alrededor de su cintura y otro alrededor de su tobillo. Dijo: Entiendo que ustedes necesitan un albañil.' Yo le dije: 'Sí, ¿es usted un buen albañil?' El dijo: 'Sí, yo soy un buen albañil'. Pensé, Esta es mi oportunidad.'
"Era un trabajador fuerte. Juntos hacíamos ladrillos.
Luego lo puse a levantar una pared. Cuando lo vi poniendo esos ladrillos en la pared, pensé, Dios mío, si éste es un buen albañil no quiero ver a un mal albañil.
El podía colocar mil ladrillos en la misma pared y los mil estarían en diferentes direcciones y en mil niveles y en mil posiciones distintas. Le dije: 'Muchacho, si tú eres un albañil, pues yo soy el presidente del mundo.'
"El era un joven que amaba a Dios. Había sido salvo y entregó su corazón a Cristo. Quemó sus fetiches y empezó a trabajar en nuestra iglesia. Empezó a florecer y a sobresalir.
"Yo trataba de enseñarle, pero no podía aprender.
Luego un día dijo: Pastor, Dios quiere que yo vaya a una escuela bíblica.' Yo me rasqué la cabeza y pensé, Oh, Dios, si le has dicho a ese muchacho que vaya a la escuela bíblica, has cometido un error. Le dije: *Vea orar y yo voy a orar y vamos a ver.' El se fue y oró. Oró y oró y oró. Vino cuatro o cinco veces y me dijo que Dios quería que él fuera a la escuela bíblica. Yo le dije: 'Ve de nuevo y ora.' "Recibí una carta del Hermano Arthur Wilson. Me decía: 'Bill, necesitamos desesperadamente estudiantes para la escuela bíblica.' Yo pensé, si supiera los candidatos que tengo, estaría desesperado. Así que le dije a Asomono que había una oportunidad para que él fuera a la escuela bíblica. Luego lo llevé en mi vehículo a él, su esposa y sus dos niños. Cuando llegué dije: 'Hermano Wilson, le traje un estudiante.' El dijo: 'Bill, ¿es un estudiante inteligente?' Yo le dije: 'Hermano Wilson, espere y verá. Quizá tenga la sorpresa de su vida.' Luego regresé a mi estación misionera.
"Fue solamente tres semanas después cuando recibí un telegrama. Lo único que decía era: 'Venga a llevarse a su muchacho, Wilson.' Eso era todo. Cuando llegué al lugar vi al Hermano Wilson, un hombre viejo de pelo canoso. Le dije: 'Hermano Wilson, ¿qué le sucede a usted?' El dijo: 'Lovick, hemos tenido algunos de nivel alto. Hemos tenido a otros de bajo nivel, hemos tenido ignorantes, y algunos más que ignorantes. Pero nunca hemos tenido a ninguno tan sumido en la ignorancia como este muchacho.' Le pregunté: '¿Qué problema tiene?' Me dijo: 'Durante tres semanas le he mostrado a ese joven la letra "A". Le he dicho: 'Asomono, esta es la letra con la que empieza tu nombre, a, a, a, a, a, ahora, ¿cuál es?' Dijo que Asomono tomaba el papel, lo miraba de frente, después le daba vuelta al revés. Luego decía cualquier letra desde la "b" a la "z". Nunca le dijo la letra correcta. Terminó diciéndome: 'Bill llévese a este muchacho. El nunca aprenderá en esta tierra de Dios, es demasiado bruto para aprender.' Tomé a Asomono y le dije: 'Asomono, mañana regresaremos a Basan.'
Lágrimas empezaron a rodar por sus mejillas. El dijo: 'Usted piensa que yo soy un fracaso, el Hermano Wilson piensa que yo soy un fracaso, los estudiantes piensan que yo soy un fracaso. Dicen que soy tan tonto que ni aún puedo abrir un cacahuate y sacarle el grano. Pero Pastor, Dios me va ayudar de alguna manera.' "Al día siguiente lo puse en la parte trasera de mi vehículo. Lo observé durante todo el camino a Basari.
Veía sus lágrimas correr por sus mejillas. Su rostro estaba inclinado y clamaba a Dios. Llegamos a nuestra estación como a la media noche. El vino al frente del vehículo y me dijo: Pastor, déjenos quedamos en la iglesia esta noche. Mañana encontraremos un lugar.'
Tomé a Asomono y oré: 'Amado Dios, no permitas que este joven esté muy desanimado. De alguna manera ayúdale a trabajar para tu obra.' Asomono entró en la iglesia.
"A la mañana siguiente fui a la iglesia y él estaba allí orando. Estaba clamando a Dios con todo su corazón y con toda su alma. Al otro día regresé y otra vez estaba orando. Vino a mí y dijo: 'Pastor, ¿puedo ir al pueblo de Kulunga? Pastor, ¿puedo ir allá y trabajar?' Yo había reservado ese pueblo para uno de nuestros jóvenes que tenía una camisa blanca y una corbata, y que podía hablar francés como un francés. Pensé, Ese es el hombre que yo quiero que vaya. Luego pensé, ¿Qué puede hacer este muchacho? No puede hacer ningún daño.
Quizá lo deje ir. Entonces le dije: 'No, Asomono, todavía no. Espera no mas.' A la mañana siguiente regresé, allí estaba Asomono en el cuarto de oración de nuevo con la Biblia abierta delante de Dios. Estaba sosteniendo esa Biblia delante de Dios y decía: 'Dios amado, yo no puedo leer. No se lo que estas páginas dicen; pero amado Dios, cada palabra que he oído a tu siervo hablar, la he guardado en mi corazón. Oh, Dios, permíteme predicar la Palabra. Permíteme hablarle a mi pueblo de tu amor, verdad y poder.' Ese joven buscó a Dios con todo su corazón. Yo regresé a mi casa preocupado.
Dije: 'Dios, de alguna manera ayúdame a no desviarme de tu voluntad. Ayúdame a no mirar lo exterior sino a ver el corazón del hombre.' Ese joven y yo tuvimos una reunión de oración esa tarde. Vi a ese joven como un soldado de Jesucristo con la coraza de Dios y con un escudo y una espada. Lo vi segando con una espada.
Oré: 'Amado Dios, ayúdame a ayudarle.' "El y yo fuimos a este pueblo. Construimos una pequeña casa. Su esposa y niñas se mudaron al lugar con él. Luego juntos construimos una pequeña iglesia de adobe. Asomono empezó a predicar. El venía a las reuniones de pastores, se ponía de pie y decía: 'Dios nos va a dar una obra en Kulunga. Dios nos va a dar almas en ese pueblo. Oren por nosotros.' Luego yo le preguntaba: 'Asomono, ¿cuántos tuviste en la iglesia el domingo?' 'Cuatro, yo, mi esposa, y mis dos niñas pequeñas, pero Dios nos va a ayudar. Pastor.' Pensé, Muchacho, hay sólo un camino y ese es hacia arriba. No puedes descender más abajo de donde ya estás.
"Un día estando yo en casa dos soldados vinieron a mi puerta. Dijeron: 'Pastor, el comandante desea que usted vaya a Kulunga inmediatamente. Su Pastor tiene toda esa área en un alboroto.' Yo les dije: '¿Qué ha hecho?' Ellos respondieron: 'Nosotros ni aún sabemos que ha hecho él. Solamente hemos sido mandados a traerle a usted. El comandante está allá.' "Fui hasta Kulunga y me estacioné en el patio de la pequeña iglesia. Había allí unas veinte a treinta mil personas. Estaban reunidas como a cien yardas en toda dirección. Estaban gritando: '¡Háganlo rey! ¡Háganlo rey!' Pensé, Mi Dios, ¿hacerlo a él rey? ¡Están tan locos como él! Entré a la pequeña casa y dije: '¿Qué es lo que pasa? ¿Dónde está Asomono?' Ellos dijeron: El está adentro.' Entré y allí acostado en el piso con una estera debajo y otro encima estaba Asomono durmiendo.
Pensé, Dios mió, como puede un hombre dormir con todo lo que está sucediendo. Lo sacudí y le dije: Asomono, ¿qué pasa?' El respondió: 'Pastor, no pasa nada malo. Dios nos ha visitado. Dios nos ha visitado.'
Empezó a gritar y a glorificar a Dios. Yo le dije: 'Bueno, cuéntame y alabaré a Dios contigo.' "Me dijo: 'Pastor, ¿conoce usted a aquel hombre que solía correr desnudo por las calles de este pueblo? ¿Recuerda usted a aquel hombre que se subió a su jeep y metió la cabeza por la ventana? ¿Aquel hombre con la barba sucia e inmunda, llena de estiércol de animales?
¿Aquel hombre que se revolcaba sobre su carro, lo recuerda?' Yo le dije: 'Sí, lo recuerdo.' El dijo: 'Pastor, anteayer me encontraba caminado por el mercado, orando para que Dios hiciera algo que sacudiera a este pueblo, para Su gloria, y vi a este hombre. Una voz me dijo: 'Tú crees en sanidad. Pon tus manos sobre él." Yo me volví para ver quien se estaba burlando de mí. Pero no vi a nadie. Seguí y fui a comprar unos huevos. Aún pensé que no regresaría por ese mismo camino, sino por otro."
"Permítanme interrumpir la historia de Asomono diciendo esto: pueden notar que en ese momento él está lleno de temor, inferioridad, e inhabilidad. No tiene confianza. Sin la ayuda de Dios nunca hubiera podido hacer algo. Dios tuvo que ayudarle a saber quien era él en Jesucristo. El tuvo que hacerle creer y actuar como justo. Mientras tuvo un sentimiento de inferioridad, no podía actuar con confianza y autoridad. Dentro de él tenía que venir el sentido y el conocimiento de quien era en Cristo: Dios tuvo que hacerlo actuar como un hijo de Dios.
"Ahora permítanme continuar con la historia de Asomono.
"Regresé por el otro camino y allí estaba aquel hombre sentado. Dios me dijo: 'Hijo mío, si crees en este día verás la gloria de Dios.' Dijo: 'Pastor, yo no sabía que hacer. No quería que nadie me viera así que muy suavemente puse los huevos en el suelo. Fui y puse mis manos sobre aquel hombre. Iba a orar en voz muy baja. Pero, Pastor, ¿sabe usted como el Espíritu viene sobre nosotros cuando estamos en el cuarto de oración?
Ese Espíritu vino sobre mí, y allí en medio de ese mercado empecé a orar y alabar a Dios con todas mis fuerzas. Cuando abrí mis ojos toda la gente estaba allí y este hombre se puso de pie y el dijo: 'Llévame a tu casa.
Háblame sobre Jesús.' Continuó diciendo: 'Pastor, yo lo traje a mi casa. Le di unos de mis pantalones. Mi esposa le dio agua caliente para limpiarse y afeitarse. Aquel hombre se sentó y me pidió que le hablara de Jesús. Yo le hablé de Jesús desde el principio hasta el fin. Luego dijo: 'Cuéntame eso una vez más.' Pastor, yo le hablé de nuevo. Me senté allí toda la noche. Después que yo terminé, le pidió a mi esposa: 'Cuéntamelo de nuevo.'
Durante una noche y un día no hemos hecho otra cosa que sentamos y hablarle a ese hombre sobre Cristo.
Pastor, ayer ese hombre abrió su corazón y Jesús entró a su corazón y lavó sus pecados por siempre."
"Yo le dije: 'pero Asomono, eso no contesta mi pregunta. ¿Por qué está toda esta gente aquí?' El dijo: 'Pastor, ¿conoce usted a este hombre?' Yo le dije: 'No.' El dijo: Ese hombre es Yandi en el basari quiere decir el rey, el alto rey. Este hombre iba a ser el cacique sobre dos millones de personas que viven en Ghana, en Togo y en Dohomey. Pero el hermano de este hombre lo envenenó. Este hombre tiene un título en Ciencias de la Universidad de París. Cuando regresó, a la muerte de su padre, su hermano lo envenenó y así se convirtió en el maniático que corría en el mercado comiendo basura y echándose estiércol sobre su cuerpo, un hombre demente.' Yo le pregunté: '¿Dónde está él ahora?' Me dijo: Está con los ancianos.' "Los ancianos de Basari han oído lo que le pasó y han venido y le han pedido que quite del trono a su hermano y que él sea el rey. Habrá una guerra política.'
Hubiera habido una guerra como ese país nunca había visto antes. El comandante vino y quería verme a mí.
Fui y él me dijo: 'Pastor, trate de hacer algo. Si este hombre reclama su derecho habrá derramamiento de sangre. La nación está ya casi dividida por la mitad. Pastor, haga lo que pueda.'
"Fui a ver a Yandi y hablar con él. Allí estaba, sentado con la túnica de un rey basari y los ancianos sentados alrededor de él. Cuando me vio, vino a la puerta. Dijo: 'Oh, usted es el Pastor Lovick,' Yo le dije: 'Sí.' 'Usted es el hombre que envió a Asomono.' Yo incliné mi cabeza y dije: 'No, yo no soy el hombre que envió a Asomono. Fue Dios quien lo envió a él.' Le pregunté: 'Yandi, ¿qué quiere hacer usted? ¿Quiere ser rey?' El dijo: 'Pastor, no puedo hacer nada sin antes preguntarle a mi amigo lo que debo hacer. ¿Puede dejarme solo por unos momentos?' Me pidió que saliera.
Ordenó a los Ancianos que salieran. Ordenó que todos salieran. Yo me preguntaba a quien iba a llamar. Esperé cinco minutos, ocho minutos, diez minutos. Luego miré a través de la pequeña puerta de bambú. ¿Dónde piensan que estaba él? Estaba de rodillas orando a Dios. Cuando salió, dijo: 'Pastor, ya tengo la respuesta. No, yo no quiero ser rey. Quiero ser algo más que rey. Quiero ser un predicador como Asomono. Quiero hablar a mi pueblo de Cristo, del Salvador del mundo. Si Asomono me habla a mí de Dios, y me enseña a predicar, yo le enseñaré a él a leer y escribir.'"
Amigos, míos, ustedes pueden ser ignorante, pero en las manos de Dios, pueden creer y ser una respuesta en la causa del Dios todopoderoso para trabajar y laborar, como lo hizo Asomono. Hoy, Asomono es uno de los más grandes evangelistas que se hayan conocido en África.
No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos (Zacarías 4:6).
¡Esto es lo que necesitamos en el cuerpo de Cristo!
No necesitamos un pueblo de Dios que sea temeroso, que se queje y llore, inefectivo. Necesitamos a aquellos que se levanten con un sentido de autoridad y justicia y que actúen como hijos de Dios. Con esto, traeremos milagros y liberación a nuestra generación. Pero, nunca lo haremos hasta que comprendamos y luego empecemos a actuar como justos. Es nuestra responsabilidad actuar como hijos e hijas de Dios. Necesitamos tener un sentido de justicia y esto vendrá cuando aprendamos a renovar nuestra mente.
PROGRAMANDO DE NUEVO SU MENTE
Mientras el diablo pueda mantener su mente ignorante de las verdades sobre su justicia como está revelada en la Palabra de Dios, usted vivirá bajo la nube oscura de condenación e indignidad. ¡Eso es vivir bajo la mentira del diablo!
Romanos 12:1-2 nos dice: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
El hombre espiritual es hecho una nueva creación.
Usted es un ser espiritual. Usted vive en un cuerpo.
Cuando usted nace de nuevo, obtiene absoluta justicia y una posición de perfecta relación con Dios, como nueva criatura.
No obstante, su mente es como una computadora. Cuando usted nació de nuevo, Dios no le dio al instante una nueva mente. Como un ser natural, usted vivió de acuerdo a su mente (Efesios 2:3). Por muchos años usted ha obedecido a su mente y como una computadora, reacciona y cree ciertas cosas. Aunque en su espíritu usted es una nueva criatura, necesita que su computadora (su mente) sea renovada o programada de nuevo. Sin Dios está programada de acuerdo a los deseos de la carne y la corriente de este mundo. Está programada para vivir de acuerdo a su vieja naturaleza de pecado.
Efesios 2:2 dice: En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.
Efesios 2:3 continúa: entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Algunas personas han tenido la mente programada con tradiciones religiosas contrarias a la Palabra de Dios. Deben programar de nuevo sus pensamientos para ponerlos en armonía con la Biblia. La religión ha enseñado a la nueva criatura de Dios a decir: "No soy digno." Mas la Palabra de Dios dice de la nueva criatura: AHORA, PUES, NINGUNA CONDENACIÓN hay para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1).
El diablo te susurra: "Vas a morir de una enfermedad." Pero cuando usted ha programado su mente con la Palabra de Dios, rápidamente dirá: No moriré. Dios me saciará de larga vida (Salmo 91:6).
No estaré enfermo, porque Jesús dice: Por sus llagas fuimos nosotros curados (Isaías 53:5).
El diablo te susurra: "Vas a fracasar. Nunca tendrás éxito financieramente." Mas la nueva criatura cuya mente ha sido programada de nuevo, valientemente dice: Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Filipenses 4:19).
El diablo te susurra dice: "Eres un pecador y le has fallado a Dios. No eres digno." Pero usted valientemente dice lo que Dios dice sobre usted: "Yo soy la justicia de Dios." Declare que Juan 3:17 es verdad: Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
La nueva criatura debe estar constantemente programando de nuevo su mente, como una computadora.
Usted debe alimentar su mente diariamente con la Palabra de Dios. ¡Este proceso no tiene fin!
Usted necesita su mente renovada a través de entendiendo de la Biblia y sabiendo quién es en Cristo, sus habilidades en El y su posición mediante la sangre de Jesús.
Su mente debe ser enseñada a pensar de acuerdo con lo que la Biblia dice. Usted no tiene derecho, como una nueva criatura, de tomar otra actitud sino la que Dios dice respecto a su situación.
Permítame contarle una historia que ilustra esta gran necesidad que usted tiene de desarrollar su mente.
Una vez pasé en auto junto a un hombre que estaba de pie frente a una casa muy grande y costosa. Al mirar a ese hombre fuerte musculoso y bien parecido a la distancia, pensé varias cosas.
Daba la apariencia de ser un hombre que se había, distinguido como atleta. Bien pudo haber sido homenajeado por muchos como un gran atleta. Sin embargo, no lo era.
Pudo haber sido un gran músico con esas manos finas tocando varios instrumentos. Posiblemente habría podido ser un científico. Pudo haber sido una de esas distinguidas personas que contribuyen a las necesidades de la humanidad. Pudo haber sido un doctor. Pudo haber sido un ejecutivo en alguna corporación. Quizá podría haber tenido centenares de empleados bajo sus órdenes y una cuenta bancaria multimillonaria.
¡Oh, que no pudo haber sido!
No obstante, al acercarme a él y observar ese cuerpo fuerte y sano, con todas sus potencialidades, noté que hablaba con el intelecto de un niño, posiblemente de unos nueve o diez años.
¡Su mente había cesado de desarrollarse!
¡Que pérdida!
¡Quien sabe lo que él pudiera haber hecho por el Señor y la raza humana!
¿Puede usted ver que tragedia cuando la mente natural cesa de desarrollarse?
Piense sobre este mismo principio respecto al hombre espiritual. Hay hombres y mujeres en el Cuerpo de Cristo quienes pudieron haber conquistado continentes para Dios. Ellos pudieron haber hecho grandes proezas para el Señor. ¡Pudieron haber bendecido a millones de personas necesitadas! ¡Pudieron haber caminado con Dios y haber prosperado de tal manera que hubiesen podido dar millones de dólares al reino de Dios y la extensión del Evangelio!
Pero nunca lo hicieron.
Ellos se han quedado balbuceando con mentes subdesarrolladas, sin ser renovados por la Palabra de Dios, viviendo como pequeños bebés llorando y quejándose por cualquier cosa. Atados a la "mamadera," ¡cuando deberían estar haciendo grandes milagros para Dios!
Mientras el diablo pueda mantener su mente ignorante y torcida, podrá mantenerlo viviendo bajo la nube oscura de la derrota, la indignidad y la condenación.
Tiene que renovar su mente a través del entendimiento de la Biblia. Usted necesita saber quien es, conocer sus habilidades en Dios y su posición mediante la sangre del Señor Jesucristo. Cada día debe renovar y desarrollar su mente. Cada día debe permitir que los pensamientos de Dios penetren en su mente. Debe meditar en la Palabra de Dios.
Muchos cristianos podrían estar viviendo vidas victoriosas, poderosas, vidas útiles; pero en lugar de eso son débiles, derrotados, temerosos, y viviendo bajo condenación. Eso es porque sus mentes nunca han sido renovadas para saber quienes son realmente siendo nuevas criaturas en Cristo.
Como una nueva criatura, usted necesita especialmente renovar su mente sobre el tema de la justicia de Dios. ¡Necesita saber, pensar, hablar, y actuar como una persona justa y libre de condenación ante los ojos de Dios! (¡Y usted lo es!)
La Biblia dice en II Corintios 5:17, 21: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos JUSTICIA DE DIOS EN EL.
EL ESTILO DE VIDA DE UNA PERSONA JUSTA
Usted es una nueva creación. Usted debe ser un ejemplo de la justicia de Dios en esta tierra.
Romanos 5:17 dice: Pues si por la trasgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más REINARAN EN VIDA por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y el DON DE LA JUSTICIA.
¡Dios desea que usted reine en justicia EN ESTA VIDA! Dios desea que usted sea un ejemplo de Su justicia aquí en la tierra. Filipenses 2:15, 16 nos enseña cómo debemos ser irreprensibles y sin mancha "en medio de una generación maligna." ¡Ciertamente eso describe la condición de hoy día! Desde luego no habrá una "generación maligna" en el cielo, así que naturalmente usted puede ver que Dios quiere que usted demuestre Su justicia AHORA.
Hay una reacción natural en una persona que sabe que es justa. ¡EL SABER QUE USTED NO ESTA BAJO CONDENACIÓN Y SABER QUE ES JUSTO ANTE LOS OJOS DE DIOS LE HACE VIVIR Y ACTUAR COMO LO HIZO JESÚS AL ENFRENTARSE A LA VIDA, LA MUERTE, LOS DEMONIOS, LA ENFERMEDAD Y LAS CIRCUNSTANCIAS!
No conozco una ilustración mejor sobre una vida justa que la historia de mi amigo, Terry Mize, quien está activamente haciendo obras misioneras en todo el mundo. Simplemente le voy a permitir que el comparta con sus propias palabras, la experiencia que tuvo en México:2 "Camino a Guadalajara, y al salir de Zacatecas, vi a un hombre al lado del camino pidiendo que alguien lo llevara. Al principio, continúe mi camino, pero luego sentí que ese hombre realmente necesitaba a Jesús.
Ahora bien, Dios no me habló diciéndome que lo levantara, o algo parecido. Yo detuve el auto, volví hacia atrás, lo recogí y continué mi camino. Mientras yo trataba de juntar algunas palabras en español para hablarle de Jesús, me volví para decirle algo, y allí estaba sentado con una pistola en su mano. Cuando vio que yo vi la pistola, me la puso en las costillas, extendió su mano izquierda y me tomó por el cuello, mientras gritaba: '¡Lo voy a matar!'
"Yo le dije: 'Usted no puede hacer eso. Yo soy un hombre de Dios.'
"Otra vez volvió a gritar que me iba a matar. Y de nuevo, yo le dije: 'Usted no puede hacer eso, yo soy un hombre de Dios.' "Lo primero que sucedió, cuando vi la pistola en su mano, fue que mi corazón saltó hasta mi garganta. ¡Me asustó! Mas conozco suficiente la Palabra de Dios para saber que el temor y la fe son cosas opuestas. Temor es la fuerza que se opone a la fe. Satanás es motivado por el temor y Dios es motivado por la fe. La fe y el temor no pueden operar en el mismo lugar. Yo sabía eso. Así que—me deshice del temor. Eso no fue ningún problema.
Simplemente dije: 'Dios no me ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
El temor atormenta, pero el perfecto amor echa fuera el temor. Dios es amor, y yo tengo a Dios. Así que, temor vete de aquí en el nombre de Jesús. Yo no te tolero.'
"Después que ordené al temor irse, tuve que tratar con otra situación, consentimiento mental. Creo que fue Francès Hunter quien llamó a cierta gente 'cabras cristianas'. Ellos dicen: 'Yo creo la Palabra de Dios— pero.' Siempre están poniendo 'peros' a todo. 'Claro, yo creo que la Palabra de Dios dice que por las llagas de Cristo hemos sido curados-pero, yo tengo este dolor,' o, 'Yo sé eso, pero mi cuenta bancaria está vacía.' Eso es consentimiento mental a la Palabra de Dios. Usted empieza a creer la Palabra de Dios—pero. Se inclina a dejarse llevar por las circunstancias.
"De todos modos, yo tenía que saber que yo sabía, que sabía que yo creía la Palabra de Dios. Tenía una cinta en el toca cintas, del Hermano Kenneth Copeland, titulada: La Integridad de la Palabra de Dios. Dejé que la cinta continuara rodando. ¡Supuse que si había un momento cuando necesitaba oír eso, ciertamente ahora era un buen tiempo!
"Mientras yo conducía el auto, el hombre seguía - gritando que me iba a matar. Yo continué diciéndole: 'Usted no puede hacer eso. Yo soy un hombre de Dios.
Yo tengo autoridad sobre usted en el nombre de Jesús.
Usted no puede matarme; no puede hacerme daño.'
"El no podía entender eso. De acuerdo al sistema de este mundo no parecía que yo tuviese autoridad sobre la situación.
"Si usted hubiera estado sentado en una gradería al lado del camino, viendo lo que sucedía ¿quién hubiese creído que estaba ganando? La mayoría de la gente habría dicho: 'El hombre con la pistola.' Eso es de acuerdo al sistema de este mundo. Pero la Biblia dice: '¡El hombre con la Palabra de Dios gana!' "Reprendí a ese hombre en inglés; lo reprendí en español, y lo reprendí en lenguas. Le recordé a Dios lo que Su Palabra dice. Le dije al diablo lo que la Palabra de Dios dice. Le dije al hombre lo que la Palabra de Dios dice. Yo lo estaba oyendo todo. Me estaba recordando a mí mismo lo que la Palabra de Dios dice.
La verdad es que mi mente funcionaba como a un millón de millas por minuto. Usted sabe como funciona su mente en una emergencia. El diablo me hizo recordar todo lo que yo había visto por televisión. Pensé en frenar de pronto el auto y quitarle la pistola... ¡Pensé en todo! Mi amigo, Jerry Savellc hablaba sobre esto una vez, y dijo: 'Si la mente de Terry hubiera sido renovada con las historias de Starsky y Hutch, o Baretta, hubiera tratado de hacer lo que ellos hubieran hecho, mas como su mente había sido renovada por la Palabra de Dios, usó La Palabra de Dios.'
"Usted debe mantener su nivel en la Palabra más alto que cualquier otro nivel. Yo me alegré que supiera que la Palabra de Dios era vida para mí. Estaba en una situación donde tenía la oportunidad de NO vivir por mucho tiempo.
"Le dije a aquel hombre que yo era un ministro. El no sabía lo que era un ministro. Le dije que yo era un predicador: él no sabía lo que era un predicador. Le dije que yo era como un sacerdote, y ya que México es en su mayoría católico, él sabía lo que era un sacerdote. Pero no tenía muy buena relación con su iglesia, así que no le impresionó mucho el que yo fuera un sacerdote.
"Continuó diciéndome que me iba a matar, y yo seguía diciéndole que no me iba a matar.
"Le dije a Dios: 'Dios, la Palabra de Dios dice que Jesús dijo que yo tengo autoridad y poder sobre toda autoridad del enemigo. ¡TODA! Y nada, NADA me hará daño.' Por eso puse en acción mi fe con mis palabras, de lo cual me alegré después. Dije: 'Dios, si él jala el gatillo, mi parte es creer Tu Palabra, y ¡Tu trabajo y tu parte es hacer algo en cuanto a esa bala! Sé que ahora eso quizá suene chistoso, pero no era chistoso entonces.
Dije: Tu parte es hacer algo con esa bala y no tienes mucho espacio para hacerlo pues la pistola está muy cerca de mí.' Le dije eso a Dios porque yo lo creía, y aún lo creo hoy día.
"He compartido este testimonio, y algunas personas se han acercado y me han dicho: 'Yo tengo un testimonio como el suyo, excepto que a mí me robaron.' Yo les digo que su testimonio no es realmente exacto al mío.
Si yo empezara a examinar sus casos podría encontrar donde fallaron. Un hombre me dijo que tenía en testimonio como el mío, excepto que le dieron un balazo.
Me dijo: 'Recogí a un hombre en un camino quien luego sacó una pistola. Y exclamé: "¡Aleluya!" y él me disparó.'
"Yo le dije: 'Fue por lo que usted dijo.' La diferencia está en lo que se dice. "Es como una señora que me escribió una carta del sur de México. Me dijo: 'Terry, me hubiera gustado que usted hubiese estado aquí con su fe y ministerio de liberación, aunque probablemente usted tampoco hubiera podido controlar a este individuo. Estaba poseído del demonio. Lo teníamos encerrado, pero se escapó y vino buscando a mi esposo. Mi esposo dijo: "La sangre de Jesús tiene poder." El hombre sin embargo lo golpeó.' "Le dije a esta señora que eso era igual como si su esposo hubiera dicho: El pasto es verde y el cielo es azul.' Lo único que él hizo fue decir una verdad. Seguro la sangre de Jesús tiene poder, pero también pudo haber dicho: El sol va a salir mañana,' y estaría diciendo una verdad. El tenía que haber dicho: '¡Satanás, detente!
¡No vas a tocar al ungido de Dios! ¡No des otro paso!
¡Ahora, sal de aquí en el nombre de Jesús!' La diferencia está en lo que se dice.
"Yo continuaba diciéndole eso a aquel hombre, y él se ponía más y más enojado conmigo. Cada vez que el diablo traía pensamientos a mi mente, yo levantaba mi mano izquierda, cogía mi oreja y me decía: 'Ahora,
Terry, di lo que la Palabra de Dios dice Trata esto en el espíritu.'
"Saben, Elías sólo dijo: 'Dejemos que Dios sea Dios. Si Baal es dios entonces servidle; y si Dios es Dios, entonces lo serviremos a El.' Y Dios se manifestó con poder, y Elías mató a todos los profetas de Baal.
"Yo dije: 'Dios, yo voy a permitir que seas Dios.
Voy a tratar este asunto en el espíritu. Rehusó a hacer algo en la carne. Voy a aplicar a este hombre la Palabra de Dios, y voy a tener que vencer. ¡Yo soy más que vencedor!
"Bien, entre más hablaba yo, más enojado se ponía él; todo esto no tenía sentido para él. El tenía la pistola en mis costillas, con el martillo levantado, y su dedo sobre el gatillo. Una vez, me preguntó: '¿No tiene miedo?' "Yo le dije: '¿Por qué debería tener miedo? Lo único que usted tiene es una pistola cargada, mas yo tengo el nombre de Jesús.' Tomó uno de los micrófonos que yo tenía a mi lado. Le dije: 'Deje eso allí. Pertenece a Dios. Todo en este carro pertenece a Dios. Yo pertenezco a Dios, el auto pertenece a Dios, y usted no puede tomar nada de esto.'
"Esto solo lo puso más furioso, y dijo: 'Deténgase allí al lado del camino y entre en ese maizal. ¡Entre allí!'
Metí mi auto en el terreno sembrado con maíz, y él extendió su mano, tomó las llaves del auto, y me gritó: '¡Salga!' Yo salí del auto por un lado y él salió por el otro lado; luego me ordenó que me pusiera frente al auto. 'Déme su dinero, su reloj, sus anillos, y lentes...' todo lo que podía ver. Póngalo allí en el suelo y camine hacia atrás!' Hice como él me dijo, y él se acercó, se agachó, y lo recogió lodo. "Cuando se me acercó, le apunté con mi dedo en su rostro y le dije: Te reprendo en el nombre de Jesucristo de Nazaret.' "El puso la pistola en medio de mis dos ojos; con el martillo levantado; el dedo sobre el gatillo, y moviendo locamente su mano izquierda: '¡Cállese! ¡Si dice una palabra más, lo voy a matar!' gritó.
"Le volví a apuntar con mi dedo en su rostro, por encima de su pistola, y le dije: '¡Te reprendo en el nombre de Jesucristo de Nazaret, y tú no puedes matarme ni hacerme ningún daño!' Al instante el hombre saltó hacia atrás, bajó su pistola, y me disparó cinco veces. ¡Yo las conté! Honestamente, no recuerdo hacia donde apuntó la pistola, más si recuerdo lo que dije, y lo que sucedió. Supuse que me estaba apuntando a mí, ya que había dicho que si yo decía otra palabra me iba a matar.
Yo me quedé allí recostado sobre mi auto, y todas las cinco balas a dar entre mis pies. Yo no me moví. El hombre se veía sorprendido. Se echó hacia atrás, volvió a cargar la pistola, se me acercó y dijo: 'Empiece a caminar.'
"Caminé en aquel campo diciendo: 'Más grande es El que está en mí, que el que está en el mundo...la Palabra de Dios funciona...yo tengo autoridad sobre el enemigo...!' "Después que habíamos caminado unas 150 yardas o algo así, dijo: '¡Quítese la ropa!' Mientras yo estaba allí—un hombre de Dios, de fe y poder—en aquel plantío de maíz en México, en ropa interior. ¡Pero, aún estaba ganando! Cuando vio que no podía matarme, decidió robarme. Tomó mi ropa, y con las llaves de mi auto en sus manos, se dio vuelta y empezó a caminar.
Yo dije: 'Dios, he hecho lo que tu Palabra dice que haga. No he actuado en la carne. He tomado autoridad.
Lo he hecho todo. Tu Palabra o funciona o no funciona.
Yo creo que funciona. Si no funciona, no le prestaré atención jamás. La botaré. Pero yo creo que funciona.
Me ha guardado que me maten, pero él tampoco puede robarme. Y él tiene toda la intención de entrar en mi auto...' Cuando estaba como a 20 yardas de mi auto, yo dije: 'Dios, este no es uno de esos días cuando necesito una respuesta para pasado mañana. ¡Necesito una respuesta ahora mismo!' Le grité al hombre: Te ordeno en el nombre de Jesús que regreses aquí!' "El hombre no vaciló al dar una vuelta total y volvió adonde yo estaba de pie. Me tiró la ropa y dijo: 'Póngasela!' Mientras yo me ponía la ropa, me preguntó: '¿De qué me quiere hablar usted?' Actuaba como si yo hubiera hecho una cita con él. '"Yo no quiero hablar nada más con usted. Le estoy diciendo que soy un hombre de Dios. Usted se ha dado cuenta que no puede robarme o matarme. Me voy a mi casa.'
"En México tienen un dicho: 'Mi casa es su casa.'
Yo le dije: 'Si usted quiere, puede ir a mi casa conmigo; yo le ayudaré en todo lo que me sea posible. Pero ya no vamos a jugar más su juego.'
"El movió su cabeza y dijo: 'Sabe, ¡usted me agrada!'
Guardó la pistola mientras decía: 'Voy a poner mi confianza en usted.' Cuando llegamos al auto, volvió a sacar la pistola y dijo: 'Yo voy a conducir. Siéntese atrás.'
"'¡No!' le dije. 'Yo soy un hombre de Dios. Yo tengo autoridad sobre usted. No podrá hacer nada. Yo tengo toda autoridad en el nombre de Jesús. Es mi auto, y yo voy a conducir. Usted se puede ir o quedarse aquí.
Ahora déme mis llaves en el nombre de Jesús.' El hombre me dio las llaves, entramos al auto y nos fuimos.
Yo le dije que Jesús vino y murió por él, resucitó por él, y está sentado a la diestra del Padre haciendo intercesión por él.
"Llegamos a un lugar llamado 'Jalpa'; como a medio camino entre Zacatecas y Guadalajara. El me dijo: 'Yo no puedo ir a Guadalajara con usted. Lléveme a las montañas, tengo algunos amigos en las Sierras.'
"Yo consentí en hacer esto. El me enseñó donde desviamos, y al doblar, nos encontramos de pronto con tres policías, recostados sobre su carro frente a la estación de policía. Sacó su pistola y dijo; 'No haga nada, o lo mataré a usted primero, y a cuantos policías pueda antes de que me maten a mí.' "Yo le dije: '¿Para qué los necesito a ellos? Yo tengo el nombre de Jesús.'
'"¡Oh, sí!' dijo él, mientras guardaba de nuevo la pistola y continuamos hasta llegar como a unas treinta millas entre las montañas.
"Finalmente me detuve y le dije: 'Mire, ya no puedo continuar más. Sólo tengo gasolina suficiente para llegar a Guadalajara, y ya le he dado todo mi dinero ($2.00).
Yo le hubiera dado más si tuviera, pero sólo tengo gasolina para llegar a mi casa, así que—me voy a mi casa. Usted puede bajarse, o puede irse a mi casa conmigo.'
'"Me quedo aquí,' dijo él. "Le di un poco de comida y algunas cosas que había traído de Houston. El se metió las manos al bolsillo y sacó mi reloj, anillos, y todas las cosas que me había quitado. 'Usted puede quedarse con eso,' le dije. El dijo: '¿Me lo está regalando?' Yo le dije: 'Usted no me lo puede quitar. Usted no me puede robar a mí. Sólo déme mi anillo de matrimonio, y usted puede quedarse con los otros anillos, el reloj, y todo lo demás. Ahora, voy a orar por usted antes de que se vaya.' Puse mis manos sobre aquel hombre y oré por él. Luego le dije donde podía encontrarme en Guadalajara, si deseaba encontrarme.
El se fue caminando hacia las montañas mientras yo me iba hacia Guadalajara y hacia mi familia. "Esa noche, estoy seguro que ese hombre se sentó allí arriba en esas montañas, mirando a su pistola, y preguntándose por qué no era un hombre rico. El equipo que yo tenía en mi auto cuesta miles de dólares en los Estados Unidos, y tres veces más en México. El podía haber sido un hombre rico.
"Se supone que la pistola es símbolo de poder y autoridad, de acuerdo al sistema de este mundo. ¡Pero la autoridad de la Palabra de Dios es lo que vale! La Palabra de Dios funciona."
Como ve, Terry Mize pudo actuar de la forma que lo hizo porque él sabía que era justo y por lo tanto tenía autoridad. Sin este conocimiento de la justicia, él habría tenido un sentimiento de inferioridad y el resultado de este encuentro habría sido muy diferente. Gracias a Dios que valientemente podemos decir: "¡¡YO SOY LA JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO!!"
Existe un fruto de justicia y se manifiesta en su vida cuando usted obedece a Dios. Usted debe estar lleno "de los frutos de justicia."
Cuando una persona sabe realmente que es justa, cuando lo sabe en lo profundo de su corazón y está seguro en su entendimiento; entonces, cuando el diablo le tienta o le habla, no cree a las mentiras del diablo.
¡SABE QUE ES JUSTA!
Actuará de cierta manera y producirá ciertos frutos.
Su vida reflejará su posición de justo que ocupa ante Dios. Nuevas criaturas que reconocen su justicia, producen frutos que otros cristianos sin este conocimiento no producen.
Cuando usted vive bajo condenación no actúa en fe.
Cuando usted se da cuenta que es justo, producirá los frutos de justicia. El apóstol Pablo dijo que usted debe estar lleno de los frutos de justicia. ¡Dios lo ha declarado y hecho a usted justo delante de Sus ojos!
Ahora mismo, valientemente declare en voz alta: ¡Yo sé que no tengo ninguna condenación ante los ojos de Dios! Lo sé porque la Biblia dice: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu (Romanos 8:1).
¡Yo sé que he sido hecho justo ante los ojos de Dios! Lo sé porque la Biblia dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron: he aquí todas son hechas nuevas (II Corintios 5:17).
Yo sé que puedo entrar confiadamente a la presencia de Dios por la Sangre de Jesús. Lo sé porque la Biblia dice: Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16).
¡Yo sé que Dios me ve como si yo nunca hubiera pecado! Lo sé porque la Biblia dice: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad (I Juan 1:9).
¡Esto me hace vivir y actuar como Jesús!
Yo tengo victoria al enfrentar la vida, la muerte, los demonios, el diablo, las enfermedades y todas las circunstancias.
Yo sé. Que como nueva criatura ¡mi hombre interior es tan justo como Jesús!
LA VIDA DEL HOMBRE ESPIRITUAL
¿Posee la nueva criatura muerte espiritual o vida eterna?
¡No hay muerte espiritual en lo absoluto en la nueva criatura! Dios dijo: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).
Dios ha dicho que El nos ha hecho JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO (II Corintios 5:21).
Porque usted es justo como Dios, no tiene que estar preocupado ni tener temor de fracasar. Cada uno de nosotros tenemos fallas de vez en cuando, pero la Sangre de Jesucristo nos limpia de toda injusticia.
La primera de Juan 1:7,9 dice: Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la Sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
Usted no es salvo por sus acciones o por sus obras.
Efesios 2:8-9 dice: Porque por gracias sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Hay un hombre nuevo, un hombre espiritual, viviendo dentro de usted ¡y él es justo! El está en buena relación con Dios a través de Jesucristo. ¡Así lo dice Dios! ¡Dios no puede mentir!
Cuando un cristiano comete un error y peca, se siente angustiado. ¿Por qué?
Se siente angustiado porque ha sido hecho justo y esa naturaleza justa dentro de él aborrece el pecado.
Muchas nuevas criaturas han tratado de regresar al mundo y al pecado después de haber nacido de nuevo, pero no pueden hacerlo con paz y gozo. Sus corazones son destrozados. El pecado hace que se angustie el Dios-hombre en ellos. No pueden vivir como vivían antes. Son nuevas criaturas. ¡Su lugar está en Dios!
JESÚS—NUESTRO EJEMPLO
Mire a Jesús. El no tenía muerte espiritual en Su espíritu. El fue el primer hombre desde Adán que haya puesto sus pies sobre esta tierra que no tuviera muerte espiritual en Su espíritu. En el principio, Adán no tenía muerte espiritual, pero él recibió la muerte espiritual (la naturaleza de Satanás) después que pecó. Jesús vino como el último Adán.
El fue el primer hombre sin pecado desde Adán y Eva que pusiera sus pies sobre esta tierra.
En El no había ninguna injusticia.
El príncipe de este mundo vino a El y El le pudo decir: 'Tú nada tiene en mí." Me gusta mucho lo que dijo Jesús respecto a Satanás (Juan 14:30 Biblia Amplificada en inglés):
¡El no tiene ningún derecho sobre mí!
¡El no tiene nada en común conmigo!
¡No hay nada en mí que le pertenece!
¡El no tiene poder sobre mí!
Ya que Jesús era un hombre justo y no había muerte espiritual en El, debía tener los frutos de justicia en su vida. Estos son algunos de los frutos de justicia: ¡Jesús no tenía temor del Padre!
¡Oh, cómo amaba al Padre! El no dijo: "Dios está tratando de matarme con enfermedades y dolencias. Dios ha puesto el mal sobre mí para enseñarme algo.
Tengo temor que Dios esté enojado conmigo."
¡NO!
El no tenía ningún temor porque conocía el amor del Padre.
¡El no tenía temor a los demonios!
El se paró delante del mismo Satanás y dijo: "Escrito está" (Lucas 4). El venció a Satanás con la Palabra de Dios. El era digno de hablar como Dios habla porque El era la justicia de Dios—como usted lo es.
El dijo a los demonios: "¡Váyanse! Te ordeno que salgas de él." Al instante, los demonios obedecían a Jesús. Seis mil demonios salieron de un hombre al instante, por la simple orden de este hombre Jesús quien posee la seguridad de ser justo (Marcos 5).
Esta es la forma en que vive y se conduce un hombre que es justo.
Esta es la forma en que vive un hombre que sabe que no tiene muerte espiritual. Esta es la forma en que vive un hombre que sabe que tiene acceso al Padre.
No hay temor al hombre, a los demonios, o a las enfermedades. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte (Romanos 8:2).
Jesús vivió sin tenerle miedo a Dios, sin temerle al diablo, sin temor a las opiniones de los hombres, sin temor a las enfermedades, a las dolencias, a los demonios o circunstancias.
Jesús es el ejemplo de lo que toda nueva criatura debe ser.
El era un hombre que conocía Sus habilidades y poder en Dios. El se puso de pie delante de la gente en las sinagogas y dijo: El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dan buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor (Lucas 4:18-19).
¡El le dijo a la gente que El vino para anunciarle a la raza humana que AHORA es el tiempo que Dios haría esto para ellos!
Esta es la forma en que actúa una nueva criatura cuando sabe que es justa. Jesús fue el primogénito de las nuevas criaturas. Para que El sea el primogénito entre MUCHOS hermanos (Romanos 8:29).
USTED DEBE CREER LA PALABRA DE DIOS
Dios ha dicho que usted es la justicia de Dios en Cristo. Ser justo significa estar en correcta relación con Dios. Cuando usted nace de nuevo, automáticamente queda puesto en correcta relación como un hijo con su Padre Celestial. Usted no debe confiar en sus sentimientos o sus circunstancias para obtener la seguridad acerca de esto.
¡Usted debe creer la Palabra de Dios!
En Mateo 14:29, Pedro salió de la barca y caminó sobre el agua. Iba muy bien hasta que empezó a ver la tormenta. Mientras se mantuvo mirando a Jesús— JESÚS, LA PALABRA DE DIOS—pudo caminar sobre el agua.
Cuando usted empieza a mirar las circunstancias de su vida pasada, el diablo lo pondrá bajo condenación y usted empezará a hundirse. ¡MANTÉNGASE MIRANDO A LA PALABRA DE DIOS! Usted caminará sobrenaturalmente. Mantenga su mirada en la Palabra de Dios. Mantenga su mirada sobre la Palabra escrita—la Biblia, y la Palabra Viviente—Jesús.
Muchas veces el diablo me dijo que iba a morir. Yo no le he hecho caso. En lugar de eso, he mirado a la Palabra de Dios y continué "caminando sobre el agua."
El diablo no pudo conseguir que me hunda. La Palabra de Dios me ha sostenido.
Hebreos 1:3 dice: El sustenta todas las cosas con la Palabra de su poder.
Ha sido su Palabra sobre la cual yo he caminado.
Yo continué confesando estos textos: Yo completaré el número de tus días (Éxodo 23:26).
Por su llaga fuimos nosotros curados (Isaías 53:5).
Cristo nos redimió de la maldición de la ley (Gálatas
3:13). La maldición de la ley incluye toda enfermedad y toda dolencia. Por lo tanto, no recibiré enfermedad o dolencia del diablo.
Jesús es la Seguridad del Nuevo Pacto. El respalda cada Palabra en el Nuevo Testamento.
"Por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él" (II Corintios 5:21).
La Biblia dice que las nuevas criaturas son: Creadas según Dios en la justicia y santidad de la verdad (Efesios 4:24).
Porque Jesús es el PRIMOGÉNITO entre MUCHOS hermanos, sabemos que Dios quiere que muchos otros entren a la familia de Dios, porque recibirán una naturaleza justa y vivirán y actuarán como Jesús. Ese es el plan de Dios.
USTED ES LA HECHURA DE DIOS
Hablando sobre la nueva criatura, Pablo dice esto: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados. En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.
Entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo [por gracia sois salvos],
Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.
Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; No por obras, para que nadie se gloríe.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas (Efesios 2:1- 10).
¡USTED ES LA HECHURA DE DIOS!
La nueva criatura dentro de usted es la obra maestra de Dios. Usted ha sido creado en Cristo Jesús para buenas obras.
Romanos 8:29 dice: Porque a los que antes conoció. También los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Mucha gente piensa que el ser una nueva criatura se refiere a lo que seremos en el cielo. Creen que se refiere a nosotros cuando estemos viviendo en cuerpos resucitados. ¡Eso no es así! Cuando usted vive en la Palabra, camina en la Palabra, vive por la Palabra, permite que su mente sea renovada por la Palabra, y cree la Palabra, ¡USTED SE VE EXACTAMENTE COMO JESÚS, DELANTE DEL DIABLO! Delante de los demonios usted se ve exactamente como Jesús.
ACTUANDO COMO JUSTO
Cuando usted se enfrenta al diablo y a los poderes demoníacos, ellos tiemblan. ¿Por qué?
¡Usted posee la justicia de Jesucristo! ¡Usted tiene Su vida! ¡Usted posee Su Sangre! ¡Usted posee Su Espíritu! ¡Usted posee Su Palabra! ¡Usted posee Su amor! ¡Usted se ve igual a Jesús! ¡Con razón el diablo tiembla!
Por eso la Biblia nos dice: Resistid al diablo, y él huirá de vosotros (Santiago 4:7).
Cuando usted actúa como si Dios le ha dicho la verdad, usted se ve como Jesús. Lo que usted necesita hacer es empezar a actuar como El más y más.
¡No permita tenerle miedo al Padre!
¡No permita el temor a Satanás y los demonios!
¡No permita el temor a los hombres!
¡No permita el temor a la enfermedad!
¡No permita el temor a las circunstancias!
Conozca la habilidad y el poder que están a su disposición en Cristo y empiece a actuar como si Dios le ha dicho la verdad.
¡ESTA ES LA VIDA DE JUSTICIA!
¡Este es el resultado de conocer que usted está en correcta relación con Dios!
¡ESTA ES LA NECESIDAD NUMERO UNO DE LA NUEVA CRIATURA!
Con una mente renovada por la Palabra de Dios, usted puede resistir al diablo y a los demonios y ellos huirán.
Usted puede mantenerse libre de enfermedad y dolencias y vivir en salud divina.
Usted dirá: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13).
Usted dirá: Más grande es el que está en nosotros, que el que está en el mundo (I Juan 4:4).
Usted estará de acuerdo con Jesús quien nos dijo: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán (Marcos 16:17-18).
Esto es lo que la Biblia quiere decir cuando habla de ser llenos de los frutos de justicia. Cuando usted sabe que es justo, la nueva naturaleza en usted se expresará dando frutos para el Reino de Dios.
No hay condenación para la nueva criatura. No existe sentimiento de pecado, culpa, enfermedad o dolencia. Dígale a su mente lo que Dios le dice a usted en Su Palabra. Permita que la Palabra penetre en su espíritu.
Comprenda que usted ha sido hecho justo por fe.
Filipenses 3:9 dice: Y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley; sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
¡Esta justicia es un regalo de Dios!
¡Usted no se la puede ganar!
¡Es un regalo!
Es su posición en el Reino de Dios que le fue concedida cuando usted fue salvo. Usted ha sido hecho justo por Dios a través de Jesucristo. ¡Con la misma seguridad que tiene de que Jesús bono sus pecados, puede estar seguro que El le ha impartido Su justicia!
Romanos 8:31-39 dice: ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
No, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
USTED HA SIDO CREADO EN LA IMAGEN
DE JESÚS. Usted ha sido hecho conforme a la imagen de Dios. Usted es escogido por Dios.
¿Quién acusará a los escogidos de Dios?
¿Cree usted que un Hombre que murió por usted, borró sus pecados, fue al infierno por usted, derrotó al diablo por usted, ascendió al Padre y llevó Su sangre al cielo, se sentó a la diestra de Dios y vive para interceder por usted, lo condenará a usted?
¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡EL NO LO CONDENARA A USTED!
¿Recuerda usted cuando Jesús—el primogénito de las nuevas criaturas en quien no hubo muerte espiritual ni condenación y que era perfectamente justo, se enfrentó a los demonios? Ellos dijeron: "¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo?"
Este es un cuadro de la actitud de los demonios en el mundo espiritual cuando una nueva criatura sin condenación, sin muerte espiritual, y perfectamente justa ante los ojos de Dios aparece en la escena. Filipenses 2:10-11 dice: Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Siempre piense sobre el diablo como débil, derrotado, destronado y temblando de temor. ¡El tiembla cuando oye los pasos de una nueva criatura que se acerca!
Siempre piense de Satanás temiéndole a usted, y huyendo de usted. El es un enemigo despedazado, destrozado, conquistado y derrotado. ¡Ese diablo vencido no es contrincante para la nueva criatura! Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz (Colosenses 2:15).
Satanás está bajo sus pies. Es bueno mirar hacia abajo cuando usted le está hablando a él. ¡El está debajo de usted! ¡El está más abajo que usted!
Si su mente no ha sido renovada por la Palabra, el diablo tratará de hacerle creer a usted que él es un gigante. La Biblia dice: COMO león rugiente, anda alrededor (I Pedro 5:8). El actúa COMO un león. ¡El está tratando de imitar a Jesús, quien es el verdadero León de la Tribu de Judá! ¡¡¡Ese León verdadero vive dentro de usted!!!
Piense de usted mismo como un vencedor.
Imagínese usted mismo actuando como Jesús. Piense del mundo espiritual reaccionando respecto a usted como reaccionó respecto a Jesús.
Permítame decir esto: aprender sobre todo lo que usted es como nueva criatura no le vendrá al instante.
Usted tendrá que practicar, creer y renovar su mente constantemente en la Palabra de Dios. ¡No contradiga lo que Dios dice sobre usted en Su Palabra con lo que usted dice con su boca! Corríjase si lo hace. Hable, crea y actúe como que usted es justo.
Si usted hace algo incorrecto y se aflige en su espíritu, diga: "Gracias, Padre, que yo soy justo. Yo no puedo estar de acuerdo con lo que hice. Perdóname." (Vea I Juan 1:9.)
Al instante el pecado es perdonado porque el hombre interior es tan justo que no puede soportar la práctica del pecado en su vida y conducta.
Así es como la justicia de Dios obra en su vida.
Usted tiene la Palabra de Dios como garantía de que usted es la justicia de Dios en Cristo. No importa lo que el diablo trate de hacerle a usted, ya usted ha sido hecho justo. Usted es una nueva criatura en Cristo Jesús. Algo sucedió cuando usted sinceramente dejó a Jesús entrar en su corazón. Si los poderes de las tinieblas tratan de atacarlo v desanimarlo, puede decir esto: ¡YO SOY MAS QUE VENCEDOR EN EL NOMBRE DE JESÚS! (Romanos 8:37)
¡YO SOY UNA NUEVA CRIATURA EN CRISTO JESÚS! (II Corintios 5:17)
¡YO SOY LA JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO! (II Corintios 5:21)
¡YO PERTENEZCO A DIOS Y SOY SU HECHURA! (Efesios 2:10)
¡LA SANGRE DE JESUCRISTO ME HA LIMPIADO DE TODA INIQUIDAD! (I Juan 1:9)
¡DELANTE DEL PADRE, LOS ANGELES Y LOS DEMONIOS VALIENTEMENTE DECLARO QUE YO SOY DIGNO DE RECIBIR TODAS LAS BENDICIONES Y PROMESAS DE DIOS! (Hebreos 4:16)
Usted está listo ahora para despojarse de las vestiduras de culpa, pecado y condenación.
¡HÁGALO AHORA!
¡En el nombre de Jesús arroje estas cosas de vuelta al rostro de Satanás!
¡AHORA MANTÉNGASE FIRME POR JESÚS!
¡USTEDES JUSTO!
Marche a las arenas de la necesidad humana y gane al perdido, libere a los cautivos y lleve sanidad al enfermo.
Usted disfrutará vida abundante al practicar la verdad que ha aprendido en este libro.



Comunidad Cristiana Centro de Avivamiento
“JESUCRISTO ES EL SEÑOR”
Mz: K Lote: 11 AAHH Saúl Cantoral Huamani
San Juan de Lurigancho – Lima - Perú.

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