domingo, 15 de septiembre de 2013

COMO PUEDE USTED CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS. Por: Kenneth E. Hagin

Cómo puede usted conocer la Voluntad de Dios

Kenneth E. Hagin

Capítulo 1 – El Hombre Interior – El Verdadero Usted.

El escritor del Libro de Proverbios dijo: “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre” (Proverbios 20:27). Eso significa que Dios nos iluminará y guiará a través de nuestros espíritus.
Muy a menudo, sin embargo, buscamos guía de cualquier otra forma, menos de la forma en que Dios dijo que vendría. Juzgamos por nuestros sentidos físicos, pero Dios no dice en ninguna parte que nos guiará por nuestros sentidos. O, a menudo, miramos las cosas desde un punto de vista mental. Pero, Dios dijo: "Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre", lo cual significa que Él nos guiará a través de nuestros espíritus.
El hombre es un ser espiritual. Él tiene un alma, y vive en un cuerpo físico. Pero, él es un ser espiritual, porque ha sido hecho en la semejanza de Dios. Jesús dijo que Dios es espíritu.
Cuando el cuerpo está muerto y en la tumba, el hombre sigue viviendo. Pablo, al hablar de la muerte física, dijo: "Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor" (Filipenses 1:23). Luego, para mostrar que estaba hablando de la muerte física, dijo: “pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros" (v. 24). El estaba diciendo: "Cuando parta, voy a estar con el Señor".
Lo ve, hay un hombre exterior y un hombre interior. El hombre exterior no es el verdadero usted; el hombre exterior es tan solo la "casa" (cuerpo) donde usted vive. El hombre interior es el verdadero usted.
Primero, debemos averiguar qué es un espíritu, antes que podamos entender cómo es que Dios nos guiará a través de nuestros espíritus. Este hombre interior – o, como Pedro lo llama: "el interno, el del corazón" (1°Pedro 3:4) – es el espíritu del hombre. Cuando la Biblia habla del corazón, está hablando del espíritu, del hombre interior, o del interno; este es el verdadero hombre. Cuando Pablo dice: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es (...)” (2°Corintios 5:17), él está hablando acerca del hombre interior, el verdadero hombre. Cuando usted fue nacido de nuevo, ciertamente no recibió un cuerpo nuevo, pero el verdadero usted llegó a ser un nuevo hombre en Cristo.
Frecuentemente, nuestros términos son tan poco precisos al describir las cosas, que son confusos. Sería mejor decir las cosas como la Biblia las dice. Por ejemplo, en 1°Tesalonicenses 5:23, Pablo, al orar por la iglesia en Tesalónica, dice: "Y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”. Pablo comienza con lo interno y termina con lo externo. El comienza con el hombre interior y termina con el hombre exterior. Usualmente, la gente cita equivocadamente esta escritura y coloca al cuerpo primero, en vez del espíritu; son más conscientes del cuerpo que del espíritu. Necesitamos invertir el orden y hacernos más conscientes del espíritu.
Hasta que no nos hagamos conscientes del espíritu, no podremos entender lo que Dios está diciendo a nuestros espíritus. Las cosas espirituales serán inciertas. Pero, entre más conscientes del espíritu nos hagamos, más real será para nosotros la guía del Señor.
Necesitamos pensar de nosotros mismos como seres espirituales, que poseemos almas y vivimos en cuerpos.
Algunos de los principales eruditos bíblicos en nuestra tierra parecen sobresaltados cuando yo pregunto: "¿Cuál es la diferencia entre el espíritu y el alma del hombre?". Ellos dicen: "Bueno, siempre había pensado que eran lo mismo". Muchas veces, los predicadores usan los términos intercambiablemente, dando la impresión de que el espíritu y el alma son lo mismo. Pero, no lo son; "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el ALMA Y EL ESPIRITU (...)" (Hebreos 4:12).
Pablo dijo: "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto" (1°Corintios 14:14). Nuestro entendimiento es parte de nuestra alma. Pablo dijo: "Mi entendimiento queda sin fruto; yo no oro desde mi alma (intelecto o mente). Mi alma no es la que está orando". El dijo: "Si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora".
A mí me gusta especialmente la expresión usada en Proverbios 20:27: "Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón”. Jesús dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior (corazón) correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado" (Juan 7:37-39). Como resultado de recibir el Espíritu Santo del "interior" correrán ríos de agua viva.
La versión Amplificada de 1°Corintios 14:14 dice: "Porque si yo oro en una lengua [desconocida], mi espíritu [por el Espíritu Santo dentro de mí] ora"; cuando usted ora en lenguas, ello sale de lo más profundo de su ser, de su espíritu.
         Renovando la Mente.

El espíritu del hombre – lo más profundo del ser humano, el verdadero hombre – recibe vida eterna y es nacido de nuevo. Pero, él aún tiene que tratar con su intelecto y sus emociones, las cuales componen el alma; estos no son nacidos de nuevo; en su lugar, deben ser renovados.
Pablo habla acerca de la renovación del entendimiento en Romanos 12:2: "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento (...)". Esto es un proceso. La Epístola de Santiago fue escrita a cristianos. No obstante, él dijo en el primer capítulo: "Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas".
Jesús dijo: "Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es" (Juan 3:6). Nuestro espíritu es el que es nacido de nuevo; nuestra alma puede ser renovada, o restaurada, por la Palabra de Dios.
Con nuestro espíritu tenemos contacto con el mundo espiritual; con nuestra alma tenemos contacto con el mundo mental; y con nuestro cuerpo tenemos contacto con el mundo físico.
Algunas veces escuchamos a la gente hablar acerca de “morir a sí mismos". Sin embargo, lo que queremos no es morir a nosotros mismos, lo que queremos es crucificar la carne. Esto no es algo que Dios hace por usted; usted mismo debe hacerlo.
Pablo dijo: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1). El no le dice que "muera a usted mismo o a la carne"; pero, él sí le dice que haga algo con la carne.
Pablo dijo en Romanos 6:13: "Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad (...)”. Después que usted es nacido de nuevo, su cuerpo va a querer seguir haciendo las mismas cosas que siempre ha hecho, pero Pablo dijo que no lo dejemos. El hombre dentro de usted, el hombre interior, ha llegado a ser un nuevo hombre en Cristo. Deje que este hombre interior domine al hombre exterior.
La razón por la cual muchas personas han tenido un concepto erróneo del alma y del espíritu, es porque no entienden a fondo el nuevo nacimiento. Hemos sido más que justificados. Hemos llegado a ser un nuevo hombre, una nueva criatura en Cristo.
Este hombre en el interior – el hombre espiritual a través del cuál Dios tratará – ha llegado a ser un nuevo hombre. Ahora, las cosas viejas que estaban en el viejo hombre, han pasado. La muerte espiritual estaba ahí. Allí dentro, estaba la naturaleza del diablo. El odio y la mentira estaban ahí. Pero, ahora, el amor de Dios está allí dentro. Ahora, la naturaleza de Dios está ahí. Este es el hombre que debe estar en control. Debemos escucharlo, porque es a través de este hombre – nuestro hombre espiritual – que Dios nos guiará.


Capítulo 2 – Guía a través del Hombre Interior.

El hombre interior del que tratamos en el capítulo 1 tiene una "voz”, la cual llamamos conciencia, intuición, guía interior, o testigo interior. Esta voz se hará más clara, a medida que el creyente nacido de nuevo ejercite y desarrolle su espíritu. Este vendrá, así, a ser una guía más y más segura. Una cosa que ha refrenado al pueblo cristiano en su mayor parte, es el que somos más conscientes de lo físico (conscientes del cuerpo) y más conscientes de lo mental (conscientes del alma). Hemos desarrollado el cuerpo y el alma pero, hemos dejado el espíritu del hombre casi intacto.
Su espíritu puede ser educado, tal como su mente puede ser educada. Su espíritu puede ser desarrollado en fortaleza y entrenado tal como su cuerpo puede ser desarrollado y entrenado.
Por supuesto, una persona que nunca ha sido nacida de nuevo, no podrá seguir la voz de su espíritu. Su espíritu no será regenerado, su conciencia le permitirá hacer casi cualquier cosa. Pero, al tener la naturaleza y la vida de Dios en usted, su conciencia no le permitirá hacer todo lo que quiera.
Si usted es un cristiano nacido de nuevo, el Espíritu Santo está viviendo y morando en su espíritu. El no se comunica directamente con su mente porque El no está en su mente; El está en su espíritu. El se comunica con usted por medio de su espíritu.
Jesús dijo: "Y vendremos [Su Padre y El] a él, y haremos morada con él" (Juan 14:23). Pablo dijo: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (1°Corintios 3:16). Escribiendo a los Corintios en la Segunda carta, él dijo de nuevo: "Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo" (2°Corintios 6:16). Si Dios está morando en nosotros, entonces, allí es donde El va a hablar con nosotros.
Es su espíritu, no el Espíritu Santo, el que lo condena a usted si como cristiano obra mal. El Espíritu Santo no convence de pecado; Jesús dijo que el único pecado del cual el Espíritu Santo convencería al mundo, es el de rechazar a Jesús. Su propio espíritu es el que es consciente, del preciso momento en que usted ha obrado mal.



         Andar por los sentidos.

Note que en Romanos 8:16 Pablo dijo: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Muchas veces la gente piensa que este testimonio del que él está hablando es algo físico, pero no lo es. La Biblia no dice que el Espíritu da testimonio a nuestro cuerpo.
Los sentidos son la voz del cuerpo.
La razón es la voz del alma o mente.
La conciencia es la voz del espíritu.
Si andamos por los sentidos, ¡vamos a estar en problemas!
La gente dice: "Sentí como que el Señor me escuchó". No interesa si usted sintió como que si o no. Si la Palabra de Dios así lo declara, es verdad. Si Dios dice que El escuchó y contestó su oración, así lo hizo.
Base su fe en la Palabra; no en sus sentidos. Este verso no dice que el Espíritu da testimonio a nuestros cuerpos o a nuestros sentidos. Dice: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu". La Palabra y el Espíritu concuerdan. El Espíritu tomará esta Palabra y le dará testimonio a su corazón.
Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad (...) tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:13-14). Él le dijo a sus discípulos: "Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26). Él también dijo: "Os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16:13). Él le da testimonio a su espíritu, allí es donde Él lo guía. Romanos 8:14 dice: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”.
No nos corresponde decirle al Señor cómo guiarnos. En los Hechos de los Apóstoles y en otros lugares en la Biblia vemos cómo, algunas veces, algunos recibieron guía por medio de una visión. Leemos donde otros recibieron guía de un ángel que se apareció y les dijo ciertas cosas. Muchas veces buscamos guía de esa forma, en vez de escuchar lo que la Biblia dice. Con todo, tales fenómenos tampoco sucedieron cada día en las vidas de estas personas, ocurrieron una o dos veces en toda la vida de algunos de ellos. Demasiadas veces, cuando Dios está tratando de dar testimonio a nuestros espíritus – tratando de guiarnos – no escuchamos porque queremos algo dramático, como una visión o un ángel.

         Burlado por una Señal.

Para recibir guía, algunas personas utilizan lo que denominan ponerle una señal al Señor. Yo lo ensayé una vez por allá en 1941; puse una señal, seguí mi señal, y salí trasquilado! Quedé curado.
El Nuevo Testamento no dice: "Porque todos los que son guiados por señales, estos son hijos de Dios". Por supuesto, Gedeón sí puso una señal; pero nosotros no estamos viviendo en el día en que él vivió. No estamos viviendo bajo el pacto bajo el cual él vivió. Nosotros tenemos un Nuevo Pacto, establecido sobre mejores promesas.
En ninguna parte del Nuevo Testamento dice que Pedro, Pablo o alguno de los Apóstoles jamás le hayan dicho a la gente que le pusieran una señal al Señor. De hecho, esta práctica es bien peligrosa, porque ponemos la señal en el mundo de los sentidos, cuyo dios es Satanás (2°Corintios 4:4).
Una vez, cuando postulé para el pastorado de una iglesia en Texas, le puse una señal al Señor; que si el 100 por ciento de la congregación votaba por mí, para ir como su nuevo pastor, lo aceptaría como la voluntad del Señor e iría. Obtuve cada voto y acepté el pastorado.
Ese fue el tiempo más miserable que jamás haya pasado en mi vida. Perdí toda unción para predicar; al preparar mis sermones, sentía como si hubiera fuego en mis huesos, pero, en el momento en que entraba por la puerta de la iglesia para los servicios, era como si alguien vaciara un balde de agua fría sobre mí.
Yo estaba fuera de la voluntad de Dios; yo estaba tan sólo en su voluntad permisiva, y las cosas no funcionan bien cuando usted está tan sólo en la voluntad permisiva de Dios.
Esa fue la única vez en la cual me equivoqué al tomar una iglesia. En otras iglesias, no puse ninguna señal.

         Esperar en El Señor.

Algunas veces, las personas no quieren tomar la responsabilidad por sí mismos; sin embargo, allí es donde está la responsabilidad. Es más fácil dejarla sobre el Señor y decir: "Señor, si quieres que haga eso, entonces, abre tú la puerta. Si no, entonces, tú ciérrala". Es más fácil hacer esto que esperar en el Señor hasta que usted sepa la respuesta en su interior; y algunas veces, esto requiere tiempos de espera para escuchar este testigo interior.
Estamos tan ocupados física y mentalmente, que las cosas espirituales llegan a sernos inciertas. Es más fácil aquietar su cuerpo que aquietar su mente. !Usted puede hacer tanto ruido con su mente como con sus manos y sus pies! Algunas veces, cuando usted trata de dormir, aunque su cuerpo está relajado, su mente todavía está inquieta, aún está revolviéndose con las actividades, ideas y planes del día, o con las preocupaciones y ansiedades acerca del futuro.
Esta es un área en la que el orar en lenguas es de gran ventaja. "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto" (1°Corintios 14:14).
¿Alguna vez ha vagado su mente hacia otras cosas mientras usted ora? A veces, solía tomarme una hora para acallar mi mente, pero ahora, he hallado que orar en otras lenguas es la mejor forma. Cuando usted ora en otras lenguas, su mente se sosiega. Una vez que está en silencio, usted se hace más consciente de su propio espíritu y de las cosas espirituales.
Al orar en otras lenguas y adorar a Dios, su espíritu está en contacto directo con Dios, quien es Espíritu y el Padre de los espíritus. Debido a que su mente no está activa, su lenguaje de oración no proviene de su cabeza pero sí de su corazón.

         El Testigo interior.

Si nosotros entrenáramos nuestros espíritus, sabríamos con un "si' o con un "no" en nuestro interior, qué hacer con exactitud en cada área de la vida; aun en cosas secundarias. Prácticamente, pasamos todo el curso de nuestras vidas en el reino mental y físico. Muchas veces, hemos desarrollado nuestra cabeza a costa de nuestro corazón. El conocimiento de nuestro intelecto ha tomado el trono en nuestra vida. Y nuestro espíritu, el cual debe guiarnos, es mantenido en prisión bajo llave, por así decirlo, y no le es permitido funcionar.
Este testigo interior busca darle guía a nuestra mente. Todos sabemos que hay mil y una cosas que nunca habríamos hecho si hubiéramos escuchado ese testigo interior.
No habríamos invertido y perdido dinero en ciertas empresas arriesgadas; nunca habríamos escogido a ciertas personas como nuestros compañeros (No sólo me estoy refiriendo a la pareja en el matrimonio, sino también a cierta gente con la que nos involucramos). Si hubiéramos escuchado nuestro testigo interior, nunca habríamos entrado en negocios con ciertas personas.
Para definir este testigo interior en pocas palabras, a medida que usted está orando con respecto a algo y pensando qué hacer, si hay un alerta en su espíritu – un "algo en su interior" que le dice que no haga cierta cosa – ese es el testigo interior. Sin embargo, algunas veces usted tiene que esperar un rato para aquietarse lo suficiente como para reconocerlo.
Alguien me preguntó una vez: "¿Cómo puedo distinguir si es mi espíritu o el Espíritu Santo el que me está diciendo que haga algo?".
Yo le señalé la escritura que dice: "Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre". Dios dijo que Él iba a usar su espíritu.
El hombre respondió: "Pero puede ser que sea simplemente yo quien quiere hacerlo”.
Le dije: "Usted debe ser capaz de distinguir si es la carne – el hombre exterior – el que quiere hacer algo, o el hombre interior", "si es el hombre interior, está bien; porque el hombre interior es nacido de nuevo y es una nueva criatura. "Las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2°Corintios 5:17). El hombre interior tiene la naturaleza y la vida de Dios en él. Si usted es lleno del Espíritu, el hombre interior tiene al Espíritu Santo morando en usted. El hombre interior del cristiano no es el que quiere obrar mal, es el hombre exterior".
Juan en su epístola habla acerca de la simiente de Dios permaneciendo en este hombre interior, el cual no puede pecar. "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios" (1°Juan 3:9). Este hombre interior tiene la naturaleza y vida de Dios en él, pues es nacido de Dios.
Físicamente, nosotros somos nacidos de nuestros padres humanos y participamos de su naturaleza. A menudo, oímos a la gente decir: "él es como su padre", o "ella se parece a su madre".
Espiritualmente, somos nacidos de Dios y participamos de Su naturaleza.
"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina (...)” (2°Pedro 1:4). Pedro también dijo que somos nacidos de la Palabra de Dios; "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1°Pedro 1:23).
Somos nacidos de la Palabra de Dios; por eso, a medida que nos alimentamos de la Palabra de Dios, somos hechos participantes de la naturaleza divina. Sabemos que obrar mal no es la naturaleza de Dios. Por lo tanto, si una persona realmente es un cristiano, el deseo de obrar mal no está en su espíritu (Es con el hombre exterior con quien el contiende).
Mirando una ilustración bíblica de este testigo interior, leemos en Hechos 27 la historia de Pablo a bordo de una nave con rumbo a Roma. "Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba, diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas” (vv. 9-10).
Pablo no dijo: "El Señor me dijo"; no dice que el Espíritu de Dios se lo dijo. Pablo dijo: "Percibo"; ¿Quién es el verdadero "Yo"? Es el hombre espiritual, el hombre en el interior. Pablo no lo percibió mentalmente, no lo percibió físicamente, sino que él tuvo un testimonio en su espíritu.
Hace algunos años, una familia salió a comer y, mientras estaban comiendo, repentinamente sintieron – percibieron – que necesitaban apresurarse de regreso a casa y terminaron su comida rápidamente. Al llegar a casa, hallaron que había surgido una emergencia. Ellos pudieron hacer algo a causa de haberío percibido en sus espíritus, tal como Pablo lo hizo.
Observe que Pablo simplemente habló lo que había percibido. El no amenazó a aquellos que no lo escucharon; sin duda, más tarde, ellos desearon haberle escuchado. Conozco personas que no me han escuchado, pero que más tarde desearon haberlo hecho. Usted no puede hacer que la gente haga cosas; Dios no nos dice que usemos la fuerza. Algunas personas anuncian aterradoras advertencias y amenazas, si usted no los escucha y hace lo que ellos le dicen que haga. Esta gente tiene el espíritu incorrecto; los dones deben ser usados en el espíritu de amor.
Pablo declara en 1°Corintios 13 que los dones espirituales pueden ser usados fuera de amor, y aunque pueden traer bendición para algunos, no son tan efectivos como deben serlo. Las personas son más efectivas si, cuando tienen algo de Dios, actúan en amor.
En Hechos 27:20-21 leemos: "Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído”. Ésta fue una declaración osada.
Observe que Pablo dijo: “Debieron haberme escuchado". El no dijo: "debieron haber escuchado al Señor"; él no dijo: "El Señor me dijo", él dijo: "Veo (percibo)".
"Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora, os exhorto a tener buen ánimo pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave (...) Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho” (vv. 21-22,25).
Pablo percibió el peligro, y si ellos lo hubieran escuchado, podrían haber evitado el naufragio, pero no lo hicieron; de tal forma que perdieron toda la mercancía y la nave. Con todo, Pablo les aseguró que no habría pérdida de ninguna vida: "porque yo confío en Dios (...)” y la vida de cada hombre fue salvada.
Una afirmación en Hechos 13 nos ayudará más en cuanto al recibir guía de Dios. "Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquia, profetas y maestros (...) Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo (...)" (Hechos 13:1-2).
Observe bajo qué condiciones dijo algo el Espíritu Santo: "Ministrando estos al Señor, y ayunando”. No sé de muchos servicios como ese hoy en día. Usualmente, el predicador ministra a la gente, no al Señor. La mayoría de nuestros servicios en la iglesia están basados en ese principio; estamos ministrándonos el uno al otro. Pero ellos ministraban al Señor; en esa clase de atmósfera fue que habló el Espíritu Santo. Sería bueno que hoy en día tuviéramos algunos servicios en los que ministráramos al Señor.

         La voz interior.

El Espíritu Santo también nos guía por medio de lo que es conocido como la voz interior. Cuando el Espíritu Santo habla en su interior, esto será con un poco más de autoridad que el testigo interior. Cuando la voz del Espíritu Santo habla, ésta es aún una voz interior, pero es tan real, que usted casi vuelve a mirar para ver quién habló. A veces cuando he estado orando y el Espíritu Santo me ha hablado, he mirado detrás de mí para ver si alguien estaba allí. En mi propia mente yo sabía que nadie estaba allí, pero la voz parecía real. El nos habla en lo que parece ser una voz audible, aunque puede no ser audible para nadie alrededor nuestro; de hecho, no la escuchamos con el oído físico.
En el Antiguo Testamento leemos del joven Samuel, quien cuando tenía tan solo 12 años de edad, escuchó una voz hablándole en la noche. "Samuel", dijo la voz; él pensó que Elí le estaba llamando, de tal forma que se levantó y fue a la habitación de Elí para preguntarle qué quería. Elí le dijo que él no estaba llamándolo. Samuel regresó a la cama, en seguida, él escuchó otra vez "Samuel". El se levantó y fue a Elí de nuevo, estaba seguro que Elí estaba llamándole, entonces, Elí entendió que Dios estaba hablándole a Samuel y le dijo que respondiera a la voz la próxima vez que la oyera. Cuando lo hizo, el Señor comenzó a hablarle.
Esa no fue una voz audible; le pareció audible a Samuel, pero no lo era. Si lo hubiera sido, Elí también la habría escuchado, pues no se encontraba lejos de Samuel. Era Dios quien estaba llamando a Samuel (1°Samuel 3).
A veces, hay una similitud entre el testigo interior y la voz interior. Algunas veces el testigo es más claro, y algunas veces menos claro. El testigo, es simplemente una señal de alto o siga adelante; a veces, es como una alarma interna para llamar nuestra atención.

         ¿Está en línea con la Palabra?.

En otras ocasiones, la voz interior nos habla. Cuando recibimos guía a través de esta voz interior, esto será de acuerdo con la Palabra; cuando el Espíritu de Dios se mueve, siempre se mueve de acuerdo con la Palabra; si no está de acuerdo con la Palabra, no es el Espíritu de Dios. La Biblia es inspirada por el Espíritu, y si el que está hablándole es el mimo Espíritu, va a estar de acuerdo con la Palabra.
Recuerde que la Biblia dice que hay muchas voces en este mundo. En mis viajes, yo conozco gente que dice haber oído algún tipo de voz. Sé en el mismo instante que comienzan a decirme lo que han oído, si están en lo correcto o equivocados, sin juzgarlos en ninguna manera. Conozco la Palabra, por consiguiente sé si está en acuerdo con la Palabra o no.
Una vez, conocí una dama que había sido una cristiana maravillosa y una gran bendición para la iglesia. Por supuesto si el diablo logra desviar a las personas, el puede robarles su influencia cristiana y su testimonio.
Esa mujer me habló de una revelación que el Señor le había dado, según dijo. "No puedo aceptar eso", le dije, "porque no está de acuerdo con la Palabra".
"Pero sé que el Señor me habló", dijo ella; "Yo lo escuché". Entonces, habló de algún tipo de visión que había visto.
Yo repetí: "Pero no es escritural", y comencé a citar escrituras que contradecían lo que ella estaba diciendo. Luego, le pregunté: "¿Puede darme alguna escritura para respaldar su revelación?".
Ella dijo: "Bueno, no, no puedo".
Le dije que abriera su Biblia en cierto pasaje de la Escritura. Yo sabía que si ella leía este capítulo contradeciría todo lo que ella estaba diciendo. Ella leyó los versos que le di; luego, cerró la Biblia y dijo: “Bueno, pues con Biblia o sin Biblia, sé que Dios me habló y me dio esta revelación y me voy a quedar con ella".
Yo dije: "Dios no le habló; si lo hubiera hecho, El le habría hablado en línea con la Palabra; y usted no tiene que asumir que es así porque yo lo digo; puede leerlo por usted misma".
Ella persistió: "Con Biblia o sin Biblia, me voy a quedar con mi revelación".
"Muy bien", repliqué finalmente, "quédese con su revelación, pero yo voy a quedarme con la de Dios".
Hay algunas personas muy queridas que se han alejado por oír voces; hay muchas voces en el mundo. No debemos aceptar nada sin examinarlo a la luz de la Palabra.
Dios sí se comunica con nosotros por medio de nuestros espíritus, pero no se trata de escuchar voces; no se trata de orar para escuchar algo. Si Él nos habla, bien; pero si no lo hace, tenemos su Palabra, y podemos caminar a la luz de ella.


Capítulo 3 – Guía a través de Visiones.

A veces, Dios nos guía a través de visiones. En Hechos 10 leemos que: "Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio (...) piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio (...)” (Hechos 10: 1-3).
Aunque Cornelio era un hombre piadoso, no era salvo; era un judío prosélito. Cuando Pedro le contó a los hermanos en Jerusalén lo que había pasado, él dijo: "quien [Cornelio] nos contó cómo había visto en su casa un ángel, que se puso en pie y le dijo: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro; él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa" (Hechos 11:13-14).
La Escritura nos dice que Cornelio vio un ángel en visión. Los ángeles tienen la habilidad, cuando Dios lo permite, de tomar en sí mismos una apariencia que pueda ser vista con el ojo natural; Pablo dijo: "No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (Hebreos 13:2). Pero aquí, la Escritura llama visión a la experiencia de Cornelio; si alguien más hubiera estado presente, probablemente no habría visto al ángel.

         Tipos de Visiones.

Hay tres tipos de visiones mencionados en las Escrituras.
El Primero, es lo que se llama visión espiritual. Usted ve con los ojos de su espíritu, no con sus ojos físicos. Cuando Pablo vio al Señor en Hechos 9, esta fue una visión espiritual. El no lo vio con sus ojos físicos, ya que la Biblia dice: "y abriendo los ojos, no veía a nadie” (v.8), estaba ciego; de tal forma que cuando él escuchó al Señor hablándole, sus ojos estaban cerrados, y cuando los abrió estaban ciegos. Con todo, él dijo que vio al Señor; él no estaba viendo con sus ojos físicos, ésta fue una visión espiritual.
El segundo tipo de visión, es cuando a uno le sobreviene un éxtasis. A Cornelio no le sobrevino un éxtasis; pero la Escritura dice que a Pedro si le sobrevino uno. "Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea para orar, cerca de la hora sexta.  Y tuvo gran hambre, y quiso comer, pero mientras le preparaban algo, le sobrevino un éxtasis" (Hechos 10:9-10). Cuando a usted le sobreviene un éxtasis, sus sentidos físicos quedan suspendidos; usted no es consciente de dónde está; no es consciente de qué está sucediendo a su alrededor.
El tercer tipo de visión, es llamado visión abierta. Esta es en la que usted, de hecho, ve con sus ojos físicos abiertos. De todas las visiones que he tenido, sólo dos de ellas han sido visiones abiertas, tuve mis ojos abiertos de par en par, y fue muy real para mí. En algunas de mis otras visiones, me sobrevino un éxtasis, y otras fueron visiones espirituales.
No obstante, la Biblia llama esta aparición del ángel a Cornelio una visión. También nos dice que cuando a Pedro le sobrevino un éxtasis, vio el cielo abierto y un gran lienzo descendiendo. En el verso 19 leemos: "Y mientras Pedro pensaba en la visión (...)”.
Aunque este fue un tipo diferente de visión, todavía fue una visión. El no sabía qué significaba. Naturalmente, Cornelio supo exactamente que significaba su visión, porque el ángel le habló diciéndole qué hacer: Enviar hombres a Jope a cierta casa, y hacer venir a un Simón Pedro, quien le diría cómo ser salvo.
Observe que Cornelio hizo lo que el ángel le dijo que hiciera. El ángel no podía decirle cómo ser salvo; Dios nunca dispuso que los ángeles predicaran el Evangelio en la era de la Iglesia; ellos no pueden. Los hombres deben predicar el Evangelio. "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). Todo lo que el ángel pudo hacer fue decirle dónde ir para encontrar a alguien que pudiera decírselo.
Segundo, observe que la visión de Pedro fue simbólica. Lo que él vio fue el símbolo de algo; él no supo inmediatamente qué significaba; El vio un gran lienzo bajado del cielo en el cual había toda clase de cuadrúpedos terrestres – animales salvajes, reptiles y aves del cielo. Luego, escuchó una voz diciendo: "Levántate, Pedro, mata y come” (v.13).
Pedro era nacido de nuevo y lleno con el Espíritu Santo; pero él había sido criado en la religión judía, y es difícil deshacerse de lo que a usted le ha sido enseñado. Comer estas cosas era contra las creencias de la cultura judía en la que él estaba viviendo, por eso dijo: "Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás" (v.14).
Los judíos no debían comer ciertas comidas; algunas comidas eran limpias y otras eran inmundas; sin embargo, esto no se aplica para nosotros hoy. Pablo enseñó esto muy claramente cuando le escribió a Timoteo; dijo: "Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado" (1°Timoteo 4:4-5).
“Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tu común. Esto se hizo tres veces en otras palabras, él vio esto y escuchó la voz tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo. Y mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión que había visto (...)" (Hechos 10:15-17).
Pienso que de alguna forma, en su interior, Pedro sabía qué significaba la visión; pero él dudó que pudiera significar eso. Hasta este momento, la iglesia estaba compuesta estrictamente por creyentes judíos. Dios estaba mostrándole a Pedro en esta visión que aunque los judíos consideraban inmundos a los gentiles, Dios no.
"Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu (...)" (v.19).
Dios le habló a través de esta visión, pero, él aun no sabía exactamente qué significaba. No obstante: "Le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado" (vv. 19,20).
Otra ilustración que muestra la guía de Dios a través de medios sobrenaturales se encuentra en Hechos 8:26-29: "Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario (...) y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro".

         ¿Sólo para los Apóstoles?.

Hagamos una pausa para observar una cosa: Algunas personas admiten que aunque Dios le habló a los Apóstoles, tales visitaciones divinas fueron sólo para ellos. Sin embargo, note que Felipe no fue un apóstol; lo mejor que podemos decir de él, es que fue un evangelista y un diácono; aun así, ¡el Señor le habló!
"Y el Espíritu dijo a Felipe (...)" No dice cómo lo dijo el Espíritu Santo (si fue audible, o no), pero lo que sí sabemos es que esto no fue tan sólo el testigo interior; si ese hubiera sido el caso, la Biblia habría dicho que el Espíritu le dio testimonio a Felipe. Pero no dice que el Espíritu le dio testimonio a él; dice que El le dijo.
Prestemos atención a algo que Jesús dijo acerca del Espíritu Santo en Juan 16:13-14: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere (...)”.
Jesús dijo que el Espíritu Santo hablaría, aunque no de sí mismo. Esto no se refiere al hablar en lenguas; El Espíritu Santo no habla en lenguas; Él le da lo que usted debe expresar y usted habla en lenguas. "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen” (Hechos 2:4).
El Espíritu Santo le hablará a usted lo que Él le escuche decir a Dios. El mora en su espíritu y Él puede hablarle a su espíritu. Estoy convencido que el Espíritu Santo habló dentro de Felipe.
Note también en las escrituras referentes a la visión de Pedro, que el Espíritu dijo algo: "Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí tres hombres te buscan (...)” (Hechos 10:19). De nuevo, en mi opinión personal (no se, pues la Escritura sólo dice que el Espíritu lo dijo), el Espíritu no solamente le dio testimonio al corazón de Pedro; si ese hubiera sido el caso, la Escritura habría dicho que el Espíritu le dio testimonio. Pero dice "le dijo el Espíritu (...)”.
También podemos leer de otras dos visiones en Hechos 9:10-12: "Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista”.
Ananías, como Felipe, era tan solo un discípulo, no un apóstol. Con todo, Dios lo usó.
Usted no tiene que esperar una visión para hacer algo por Dios; pero Ananías no habría sabido nada en absoluto acerca de Saulo, o aun, que él estaba orando, si Dios no hubiera tratado con él de esta forma. El Señor se le apareció a Ananías en una visión y le dijo que había un hombre en necesidad, El quería que Ananías fuera a ministrarle.
Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén; y aún aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre” (vv. 13-14). En otras palabras, Ananías estaba diciendo: "¿Estás seguro, Señor, de lo que estás haciendo?, lo último que escuché de él es que estaba encarcelando a los creyentes".
A la vez, Dios también estaba tratando con Saulo, el cual era un recién convertido. El había conocido a Jesús en el camino a Damasco, y él, también, había tenido una visión mientras oraba, el vio un hombre llamado Ananías venir y poner sus manos sobre él para que pudiera recobrar la vista.

         En problemas por ver un Ángel

Un ángel también puede aparecérsenos en una visión. Hace varios años, hubo una reunión de líderes de una denominación del Evangelio Completo en la cual discutieron acerca de un ministro, miembro, que decía haber visto un ángel en una visión. Este ángel, según se dijo, lo había dirigido con relación a su ministerio, y él se había dispuesto para cumplir este ministerio. Algunos de los ministros estaban bastante preocupados por él.
Cuando parecía que estaban a punto de expulsarlo de la denominación por haber visto un ángel, uno de los ministros más ancianos, quien era un maestro bíblico sobresaliente, dijo: "Esto ha llegado en un momento muy oportuno. En la iglesia que yo pastoreo, le pedí a la congregación que escribiera en un pedazo de papel qué tema les gustaría que se tratara en nuestro estudio bíblico semanal. Para mi sorpresa, la mayoría dijo que nunca habían escuchado ninguna enseñanza en cuanto al tema de los ángeles. Yo anuncié que enseñaría acera de ángeles, creyendo que dedicaría dos o tres servicios para el tema; pero, cuando me senté con mi Biblia y comencé a estudiar, obtuve tanto material, que me llevó varias semanas enseñarlo todo. La cosa que me sorprende, no es que este hermano haya visto un ángel, sino que la mayoría de nosotros no hemos visto uno".
El prosiguió dando citas de las Escrituras: cómo el ángel del Señor le dijo a Felipe que descendiera por el camino de Gaza; cómo el ángel de Dios se le apareció a Pablo en el barco; cómo el ángel se le apareció a Cornelio y cómo el ángel saco a Pedro de la prisión.
Entonces, él dijo: "No quiero decir que todos nosotros debemos ver ángeles, pero éste debe ser un suceso más frecuente; tampoco quiero decir que va a ser un acontecimiento diario, o siquiera, que todos nosotros deseemos ver un ángel. Sino que, de vez en cuando alguien debe ver uno. Puesto que me han solicitado que haga mis observaciones, quiero preguntarles esto: Si ustedes nos quitan esto, ¿tienen algo mejor para poner en su lugar?". No lo tenían, así que dieron por terminado el asunto, en lugar de expulsar al ministro.

         No busque una Visión.

Permítame decir que aunque Dios si nos guía por medio de visiones y otras manifestaciones sobrenaturales, me gustaría animarlo a no buscar una visión, porque usted puede salirse más allá de la Palabra de Dios donde el diablo puede engañarlo. Si tuviéramos que esperar hasta que viéramos una visión o escucháramos la voz audible del Señor, nos perderíamos de estas otras cosas que no son tan precisas, pero son igualmente reales.
Nosotros preferimos tener una palabra de guía más directa, pero no siempre la recibimos; no trate de fabricarla si no está allí. Simplemente sepa que Dios siempre le guiará por medio de uno de estos métodos; primeramente será por el testigo interior; luego por la voz interior, y luego por estas otras formas como Él quiera (no como usted quiera). No busque estas formas de guía más espectaculares, la Biblia no dice en ninguna parte que usted debe buscar estas cosas. Ellas suceden sin que usted las busque.
El Señor se me ha aparecido en visiones siete u ocho veces, pero en ninguna ocasión estuve orando por ellas. Yo no estaba esperando que sucedieran cuando sucedieron; ni estaba ayunando en ninguna de las veces en que Jesús se me apareció. Esto no significa que yo no creo en ayunar, tampoco que yo no ayuno, porque sí lo hago; sino que algunas personas dan la impresión que usted recibirá algún tipo de manifestación si hace un ayuno largo. Mis visiones siempre han venido en el instante en que menos las esperaba.
Creo que hay una razón para ello; pienso que el Señor está tratando de mostrarnos que no podemos hacer nada para "merecer" las visiones. No podemos hacer nada para forzar su mano. Las visiones no son el resultado de las obras, sino de la gracia.

         Guía para un grupo.

En Hechos 16, podemos aprender algunas cosas en cuanto al ser guiados. Pablo y su compañía habían atravesado la provincia de Galacia, y evidentemente ellos querían pasar a Asia; pero, les fue “prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia” (v. 6). Cuando ellos intentaron ir a otro lugar, "el Espíritu no se lo permitió”. Luego, durante la noche, un hombre apareció en visión y dijo: "Pasa a Macedonia y ayúdanos" (v.9). Entonces: “procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba (...)” (v. 10). Ellos no tuvieron ninguna palabra directa acerca del asunto, pero dieron por cierto que esto era lo que el Señor quería que hicieran.
Aquí, más de una persona estaba involucrada, porque la Escritura dice “nosotros". Ellos no dejaron que tan solo una persona tomara la decisión por todos; ni siquiera dejaron que Pablo tomara la decisión por ellos. "NOSOTROS dando por cierto que Dios NOS llamaba para que anunciásemos (...)". Leemos que el Espíritu guió, que el Espíritu Santo habló y que el Espíritu dijo; todo el grupo que estaba presente estuvo de acuerdo en que eso era lo correcto.
Observemos algo más acerca del ministerio y del profetizar en Hechos 15:32. "Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas, consolaron y confirmaron a los hermanos con abundancia de palabras". Ellos confirmaron lo que los otros ya sabían.
Una palabra final de advertencia con relación a la profecía y a la guía es: Yo amonesto a las personas a ser muy cuidadosos con las profecías personales. Mientras el don permanezca en el ámbito de hablar a los hombres “para edificación, exhortación y consolación", está muy bien.
Pero, muchas veces, alguien que profetiza puede ver a un profeta ministrar, y por tener una palabra de predicción premonición de vez en cuando comienza a pensar: "Yo profetizo, así que yo puedo hacer eso". Y entonces se sale del lugar donde debe estar a este otro campo de la profecía personal, y es engañado y se extravía.

         Evite una falsa guía.

En muchas partes del país hay algunos empeñados en guiar la vida de las personas por medio de los dones espirituales y de la profecía, debido a la ignorancia de las Escrituras y a que algunas veces la gente es seducida por esto. Hay otros que dicen ser profetas, o que dicen ministrar por ese estilo, los cuales están extraviando a la gente.
Es interesante notar que en Hechos 21:10-11, Lucas dijo: "Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los Judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles”. Observe que Agabo no le dio a Pablo ninguna guía; él no le dijo que fuera o que no fuera, simplemente le dijo lo que el Espíritu Santo decía que sucedería.
He conocido a algunos que han escuchado lo que alguien más dijo a través de una supuesta profecía. He visto a algunos llegar a casarse, y sus vidas han sido arruinadas; ministros han cambiado de iglesia, o entrado en otros ministerios a causa de una profecía errónea y nunca pudieron recuperar su pérdida. Hombres de negocios han sido terriblemente perjudicados por escuchar a alguien que decía tener una revelación de Dios; invirtieron su dinero y entraron en bancarrota. Yo no he podido encontrar ningún lugar en el Nuevo Testamento donde un profeta le haya dicho a alguien cómo invertir su dinero.
Nosotros agradecemos a Dios por lo sobrenatural y por los dones de inspiración del Espíritu, pero debemos recordar que el simple don de la profecía (aquí no estoy hablando del ministerio del profeta), es hablar a los hombres para "edificación, exhortación y consolación” (1°Corintios 14:3).

         ¿Una palabra del Señor?.

¡No interesa quien tenga una “palabra del Señor" para usted; si ésta no confirma lo que usted ya tiene en su propio espíritu, no la acepte!
Todos nosotros somos humanos y podemos cometer errores. Un hombre no es perfecto sólo porque es un predicador; él podrá estar equivocado; aunque, eso no significaría que él no fue usado por Dios. Si usted entrara a su carro y no tuviera cuidado con lo que está haciendo, podría montarse en una acera; simplemente porque usted fue un poco negligente, no significa que usted no sabe conducir. Muchas veces, en cosas espirituales, no somos tan meticulosos como debiéramos ser; por eso es que la Biblia nos dice que estas cosas deben ser juzgadas.
En una ocasión, alguien me dijo: "Un individuo me impuso manos y dijo que Dios me había llamado al ministerio. Pero si él lo hizo, yo no lo sé". Yo dije: “Si yo fuera usted, lo olvidaría; si esto no confirma algo que usted ya tiene, entonces olvídelo".
Hechos 13:2 dice: "Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”. Saulo y Bernabé ya tenían el llamado; Dios ya lo había hecho. Ellos ya estaban en el ministerio, pero Dios estaba separándolos para otro ministerio – para ser Apóstoles a los gentiles.
La forma como Dios coloca a alguien en un oficio es dándole un don para la tarea. A veces, esto puede ser confirmado por profecía, pero la persona no es llamada de esa forma; toda la profecía del mundo no va a darle a un hombre el don para ese oficio. He visto personas a las que alguien les impuso manos y les profetizó que debían ser evangelistas; sin embargo, ellas no podían dar un testimonio adecuadamente, mucho menos predicar. Si Dios lo llama para hacer algo, El le dará las habilidades necesarias.
Hay una línea divisoria muy fina entre lo real y lo falso; entre la realidad y el fanatismo. Es fácil cruzar esa línea fina, y luego hacerse mucho daño. Algunas personas se han asustado y abandonado estas cosas del todo, a causa del mal uso y del exceso; y han llegado a estar como muertas y secas, rechazando lo milagroso. Hay otros que van al otro extremo y están listos para aceptar cualquier cosa; se descontrolan y siguen lo que llaman "el Espíritu" y dejan la Palabra, terminando en la zanja o al otro lado del camino. Dios no quiere que caigamos en la zanja a ninguno de los dos lados del camino, El quiere que vayamos justo por el centro.
En Hechos 11:27-28 leemos: "En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía” (Evidentemente, había más de un profeta, porque dice “profetas") "Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de Claudio"
Esto fue más o menos una predicción por un profeta; pero esto no fue profecía. No dice que Agabo profetizó, dice: "daba a entender por el Espíritu”.
Leímos en Hechos 16:6 del ministerio de Pablo y Silas: "Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia". Nuevamente, quiero que observe que una expresión diferente es usada, cuando el Espíritu Santo le habló directamente al individuo. Con respecto a Pedro, la Palabra dice: "Le dijo el Espíritu"; de Felipe, dice: "El Espíritu dijo a Felipe”. Pero, acá dice que el Espíritu les prohibió; esto me hace creer que mientras estaban orando, uno de ellos habló por profecía; ya que tanto Pablo como Silas eran usados en esta forma.
Dice que "les fue prohibido por el Espíritu Santo”, no dice: “El Espíritu les dijo que no fueran"; les fue prohibido por el Espíritu Santo predicar en Asia. ¿No quería Dios que la Palabra fuera predicada en Asia? Sí, en el tiempo correcto, pues también dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15).
Algunos predicadores dicen: "Dios dijo que fuéramos por todo el mundo; no interesa dónde vas a predicar, entonces, simplemente ve". Pero, ¿No tiene el Espíritu Santo algo que ver con el asunto? Si todos nosotros fuéramos misioneros, no habría nadie para pastorear la iglesia local; si todos quisieran ir a la India, ¿quién iría al África? Nosotros no deseamos huir del llamado de Dios, debemos estar dispuestos a hacer la voluntad de Dios; pues puede que Él no desee que ciertos individuos prediquen en ciertos países.


Capítulo 4 – La Guía y el Don de la Profecía.

Al estudiar el don de la profecía en conexión con la guía, necesitamos entender que el ministerio de profeta y el don de profecía, aunque están íntimamente relacionados, no son lo mismo; pues, muchas veces, los dos son confundidos.
El hecho de que alguien profetice no lo hace un profeta. La Palabra de Dios enseña claramente que cada cual debe procurar profetizar. Si profetizar le hiciera a usted un profeta, entonces parecería que el Señor estaba diciendo que todos deben querer ser profetas. Con todo, Pablo le declaró a los corintios que no todos son profetas: "Son todos apóstoles? ¿son todos profetas?” (1°Corintios 12:29). La respuesta es no, por supuesto. Puesto que no todos pueden ser profetas, el Señor no nos diría que procuremos algo que no podemos tener, pero, todos pueden profetizar.
La Biblia enseña que el simple don de profecía es hablar a los hombres “para edificación, exhortación y consolación" (1°Corintios 14:3); la profecía es una expresión o inspiración sobrenatural en una lengua conocida (su propia lengua). Hablar en lenguas es una expresión sobrenatural en una lengua desconocida; esto es, desconocida para usted, pues, puede no ser desconocida para todos.
A veces, la profecía puede ser usada al orar en su propia lengua como al orar en lenguas. He llegado a estar tan inspirado para orar en inglés, con la unción del Espíritu de Dios moviéndose sobre mí, que me he escuchado a mí mismo orar por una hora; sabía que estaba saliendo de mí, pero mi mente no tuvo nada que ver con esto; yo no había pensado orar acerca de aquello por lo que estaba orando. Eso fue profecía palabra inspirada.
En ocasiones cuando usted está profetizando, parecerá como si hubiera dos de usted; en cierta forma, los hay: el hombre exterior y el hombre interior. Esta profecía está saliendo del hombre interior y el hombre exterior escucha. A veces, cuando estoy predicando, la unción viene sobre mí y me escucho a mí mismo decir cosas que no había planeado decir; eso es una palabra inspirada. Su mente no tiene nada que ver con esto; pues, viene de su espíritu por causa del Espíritu Santo en su interior. Este es el menor grado de la operación del don de profecía.
El simple don de la profecía es para hablar a los hombres "para edificación, exhortación y consolación”, y debe ser usado en esa área únicamente. En el simple don de la profecía no hay ninguna premonición, ninguna predicción.
Sin embargo, en el ministerio del profeta hay premoniciones y predicciones, porque él tiene los dones de revelación en operación: la palabra de sabiduría, la palabra de ciencia, y/o el discernimiento de espíritus.
Se puede abusar de las cosas espirituales, tal como de las naturales. Algunas personas dicen: "Bueno, si Dios está haciendo eso, tiene que ser correcto". Pero, no es exactamente Dios quien lo hace; son hombres, haciéndolo por inspiración del Espíritu de Dios. Cualquier cosa en la que el hombre se involucro no es perfecta; el Espíritu de Dios es perfecto, y los dones del Espíritu son perfectos en sí mismos, pero, ciertamente, en manifestación no siempre son perfectos, porque son manifestados a través de vasos imperfectos. Esta es la razón por la cual las profecías y las lenguas con interpretación deben ser juzgadas.
Pablo dijo: “Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen” (1°Corintios 14:29). Según la Biblia, deben ser juzgados; no deben ser aceptados sin primero ser juzgados. "Y si algo le fuere revelado a otro que estuviera sentado, calle el primero” (1°Corintios 14:30); los profetas tienen revelaciones; ellos tienen un ministerio de este tipo. Otros pueden tenerlas ocasionalmente; Dios puede darle una palabra de ciencia o de sabiduría, a cualquier persona llena del Espíritu, cuando Él quiera, para el propio beneficio de esa persona, o para ayudar a alguien más.
Los dones vocales – lenguas, interpretación de lenguas y profecía operan bajo la unción del Espíritu, pero nosotros iniciamos su operación; podemos hablar, o podemos escoger no hablar; nosotros disponemos de la operación del don. Algunos dirán: "Pero, Dios me hizo hablar"; sin embargo, la Biblia dice claramente: "Los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas" (1°Corintios 14:32).
Estos dones vienen por medio de su espíritu y están sujetos a su espíritu. Ellos no deben ser operados sin la unción del Espíritu; sin embargo a veces lo son, y hemos visto que no nos han sido de ayuda (con todo, sólo porque fueron operados imperfectamente, no se revoca el hecho de que son reales).
Finalmente, permítame decir que cuando un hijo de Dios busca conocer Su perfecta voluntad para su vida, Dios la hará completamente clara para él de alguna forma. Dios guiará por la senda de paz a aquellos cuyos corazones están dispuestos para Él, sea por medio de la voz pequeña y apacible hablando al corazón del hombre, o por medio de alguna manifestación sobrenatural de algún tipo.

Comunidad Cristiana
Centro de Avivamiento
“JESUCRISTO ES EL SEÑOR”
Lima-Perú.

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