Siete Pasos Para Recibir El
Espíritu Santo
Kenneth E. Hagin
Capítulo 1 – Siete Pasos Para Recibir
El Espíritu Santo.
Juan14:16-17 "Y yo rogaré al
Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en
vosotros".
Hechos 2:32-33 "A este Jesús
resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Así que, exaltado por
la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu
Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís".
¿COMO PODEMOS AYUDAR A UNA PERSONA A
RECIBIR EL ESPIRITU SANTO?
(1) Debemos ayudar al solicitante para
que vea que Dios ya ha dado el Espíritu Santo y que ahora es cosa del mismo
solicitante recibir el Espíritu; que no hay que suplicar a Dios. Somos Sus
hijos y como tales no es necesario suplicar a nuestro Padre Celestial, y además
el suplicar constituye un acto de incredulidad.
(2) Hay que guiar al solicitante para
que sepa que una vez salvo se encuentra listo para recibir el Espíritu Santo.
Muchas personas han sido mal instruidas, y por lo tanto creen que es necesario
hacer muchas cosas antes de estar listas para recibir. Si una persona es salva,
la misma es recta y lista para recibir el Espíritu Santo. El pecador no puede
cambiar su naturaleza pero cuando "nace de nuevo" ya es transformado
y hecho una nueva criatura en Cristo Jesús.
Ilustración: El Señor Moody cuenta de
una jovencita a la cual le gustaba tanto el baile que sentía que no podía
dejarlo, y por lo tanto no podría ser salva. Sin embargo, se le animó a ir a la
iglesia y a recibir la salvación, siéndole dicho que después de esta
experiencia ella podría bailar todo lo que quisiera. Para su sorpresa encontró
que después de ser salva ya no tenía el deseo de bailar. El "querer"
había desaparecido. Se puede mentir, robar, o pecar en la forma que más nos
guste después de ser salvos, pero sucede que ya no queremos hacerlo. "Si
alguno está en Cristo, nueva criatura es; la cosas viejas pasaron". Las
cosas que nos gustaban ya no nos atraen porque nuestra naturaleza ha sido
cambiada. Por lo tanto, si una persona "ha nacido de nuevo", está
perfectamente salvada y lista en ese momento para recibir el Espíritu Santo.
(3) Aun si un creyente no tiene el
ministerio de imponer las manos, es propio que ayude en este caso al que desea
el Espíritu Santo, porque así libera la fe de esa persona. Algunos tienen el
don de "imponer las manos" para que otros reciban el Espíritu Santo y
la sanidad. Este don es dado por Dios y nunca puede ser comprado con dinero.
Hechos 8:18-20 "Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los
apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme
también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos
reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo,
porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero". Sin embargo,
cuando algún creyente lleno del Espíritu impone las manos sobre un suplicante,
aquel no puede darle el Espíritu Santo. Este tiene que recibirlo por sí mismo;
nosotros no podemos hacerlo por él. De la misma manera, nadie puede recibir la
sanidad por nosotros, sino que es nuestra voluntad la que actúa.
Tenemos que aceptar estas cosas por
nosotros mismos. Podemos ministrar por medio de la Palabra sobre la salvación y
sobre las otras promesas de Dios, pero el que escucha debe recibirlo él mismo.
Cuando predicamos la palabra de Dios, la gente está compungido, pero esto es
hasta donde nosotros podemos llegar. Nuestras oraciones pueden hacer que el
poder de Dios descienda sobre la gente, pero ellos tienen que recibirlo de su propia
voluntad. Tienen que decir: "¡Eso es mío! ¡Lo recibo! ¡Lo tomo!"
(4)Dígale al solicitante que él ha de
hablar; el Espíritu Santo actuará sobre sus labios y lengua, pero él debe poner
el sonido a la acción y así hablar. Hechos 19:6 "Y habiéndoles impuesto
Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas y
profetizaban". Debe esperarse que cuando el solicitante reciba el Espíritu
Santo, hablará en otra lengua a medida que el Espíritu le dé la palabra. El
Espíritu Santo no habla en lenguas. Nosotros producimos el hablar. El Espíritu
Santo no se posesiona de nuestra lengua y habla; somos nosotros quienes
hablamos. Hechos 2:4 "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen". Ellos es el sujeto de la oración. Ellos hablaron. El Espíritu
Santo les dio la manera de expresarse. Hechos 10:44-46 "Mientras aún
hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían
el discurso. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se
quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del
Espíritu Santo. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a
Dios" Hechos 19:6 "Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre
ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban".
En 1°Corintios 14:15,18,27, Pablo
siempre se refiere al individuo cuando instruye a la iglesia. "Doy gracias
a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros...El que habla en lengua
extraña...Si habla alguno en lengua extraña...", etc. Como Pablo lo indica
en este su texto, ciertamente es de beneficio que nos hablemos a nosotros
mismos y a Dios en lenguas. Esto es bíblico y bendito. En ninguna porción del
Nuevo Testamento se declara que el Espíritu Santo esté hablando en lenguas.
Siempre es la persona quien habla, pero es el Espíritu quien da la expresión.
Hablar en lenguas privadamente edifica o fortalece al creyente. Pablo dice en
1°Corintios 14:19 "En la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi
entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua
desconocida". Aquí se refería al predicar y al enseñar. Sus oyentes no
recibían beneficio alguno si él hablara en lenguas durante la asamblea pública,
porque no le entenderían. Por lo tanto, él dice que sería mejor hablar cinco
palabras entendidas para poder instruir.
Al tratar con un solicitante, sólo
debe usarse lenguaje bíblico, no expresiones de hombres; de otra manera las
instrucciones se hacen confusas y hasta causan miedo a la persona.
(5) Dígale al solicitante que se
deshaga de todos los temores adquiridos de escuchar a maestros poco preparados
en la Palabra. Dígale que no tenga miedo de recibir algo que sea falso o mal
hecho, que no hay peligro de recibir algo falso. Dios no miente y El dijo que
si le pedimos, El nos dará el Espíritu Santo. Lucas 11:11-13 "¿Qué padre
de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un
escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros
hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se
lo pidan?". Ayude a la persona a darse cuenta de que recibirá el verdadero
Espíritu Santo.
(6) Dígale que abra la boca y que
respire profundamente, y que le diga a Dios en su espíritu: "Ahora mismo
estoy recibiendo por fe el Espíritu Santo". Insista en que no debe hablar
una sola palabra en español. No se puede hablar en dos lenguas al mismo tiempo.
La mente no puede tomar parte en esta experiencia, sino solo el corazón.
Cuando Ud. vea moverse el Espíritu
Santo sobre los labios, dígale que hable sin temor lo que le parezca más fácil.
Cuando esa persona haya levantado en fe su lengua clara, entonces puede estar
seguro que ha recibido el bautismo del Espíritu. Job 29:21-23 "Me oían y
esperaban, y callaban a mi consejo. Tras mi palabra no replicaban y mi razón
destilaba sobre ellos. Me esperaban como a la lluvia, y abrían su boca como a
la lluvia tardía". Santiago 5:7 "Por tanto, hermanos, tened paciencia
hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de
la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la
tardía". Oseas 6:3 "Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a
Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la
lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra". La lluvia tardía y
la temprana son el Espíritu Santo. La lluvia temprana cayó durante Pentecostés.
Nosotros estamos gozando de la lluvia tardía.
Jesús dijo: "Vengan y
tomen", y se refería al Espíritu Santo. Cuando una persona bebe agua, abre
le boca y toma aliento. No se puede tomar agua con la boca cerrada; ni tampoco
se puede recibir al Espíritu Santo con la boca cerrada. El hablar en lenguas es
una cooperación entre Ud. y el Espíritu Santo.
¿COMO NOS DIRIGE EL ESPIRITU SANTO?
Hay dos maneras:
Muchas personas tienen la experiencia
de escuchar la formación de las palabras sobrenaturales muy dentro de su ser,
que luego como burbujas ascienden a la boca para ser pronunciadas.
La otra forma es por un temblor de
labios. La persona siente una rigidez de la mandíbula y un engrosamiento de la
lengua. El Espíritu Santo causa esta sensación porque los labios y la lengua
son los órganos que usamos para formar las palabras; pero a nosotros nos toca
darles el sonido. Esta es la manera en que El nos da la expresión o nos incita
a expresarnos.
Usted satisface su sed bebiendo.
Efesios 5:18-19 "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución;
antes bien sed llenos de Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con
himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones". Los cánticos espirituales de que aquí se habla no son los que
se encuentran en los himnarios, pero sí cánticos improvisados al momento, dados
por el Espíritu Santo.
La palabra "inspiración"
significa inhalar el Espíritu de Dios. Ud. puede mirar hacia Dios y tomarlo con
el aire que respira. Haciendo que la
persona respire profundamente, puede éste así relajarse y "beber" el
Espíritu, o ser lleno del Espíritu Santo.
(7) Nunca se debe apretar a la persona
que ha venido para recibir el Espíritu Santo, ni permitir que se forme un grupo
alrededor de ella. Ha habido muchas ocasiones en el Evangelismo Completo cuando
la gente se ha aglomerado en torno del solicitante, portándose más o menos así:
Una persona a la derecha le gritaba al oído: "¡Sostente!"; otra
persona a la izquierda le gritaba: "¡Relájate!" Otra persona le golpeaba
en la espalda gritándole: "¡No resistas!" A pesar de toda esta
confusión (benditos corazones ignorantes) la persona recibía el Espíritu Santo.
Esto es ignorancia pura y simple porque en muchos casos ha robado al
solicitante su bendición, porque lo han asustado tanto que se ha ido y nunca ha
recibido el Espíritu Santo.
Si Ud. piensa que es necesario orar en
voz alta, no lo haga en español; hágalo en lenguas, y así se fortalecerá la fe
del interesado.
Capítulo 2 – Diez Razones Por Qué Un
Creyente Debe Hablar En Lenguas.
En 1°Corintios 14:18 Pablo dice:
"Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros".
Yo quiero seguir diciendo como Pablo:
"Doy gracias a mi Dios porque hablo en lenguas".
Si Pablo hablaba en lenguas más que
los corintios, tuvo que haber hablado mucho. Tuvo que haberse despertado
hablando en lenguas, acostado hablando en lenguas, y seguido hablando en
lenguas entre las comidas. Parece que hablar en lenguas es todo lo que algunos
corintios querían hacer. Pablo en verdad habló mucho en lenguas.
Quiero darles diez razones por las
cuales cada creyente debe hablar en lenguas:
(1) Sabemos que la Palabra de Dios nos
enseña que cuando somos llenos del Espíritu Santo, hablamos en otras lenguas a
medida que el Espíritu de Dios nos da expresión. Es la evidencia o señal
inicial de que el Espíritu Santo nos ha llenado. Hechos 2:4 dice: "Y
fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les daba que hablasen".
También se dará cuenta de que Pablo,
al escribir a la iglesia de Corintio, les aconsejó que continuaran en su
costumbre de hablar en lenguas en su adoración a Dios y en su vida de oración.
Pablo declaró en 1°Corintios 14:4 "El que habla en lengua extraña a sí
mismo se edifica". De manera que el hablar u orar en lenguas es una manera
de edificación espiritual.
El Sr. Howard Carter, quien fundara la
Escuela Bíblica Pentecostal más antigua del mundo, dijo que no debemos olvidar
que el hablar en otras lenguas no sólo es la evidencia inicial de la presencia
del Espíritu Santo en nosotros, sino que también es una experiencia continua
para el resto de nuestra vida. ¿Por qué motivo? Para ayudar en la adoración a
Dios. Hablar en lenguas es un arroyo que fluye y que nunca debe secarse, porque
enriquecerá la vida espiritual de la persona. El Sr. Howard fue correcto en su
declaración. Pablo dice que hablar en lenguas le edificará a Ud. y le reforzará
espiritualmente.
(2) 1°Corintios 14:2 dice:
"Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues
nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios". Otra
traducción dice: "El habla secretos divinos".
Aquí Pablo dice que Dios ha dado a la
iglesia una manera sobrenatural y divina de comunicación con El. ¡Alabado sea el
Señor! Pablo declaró en el versículo 14 de este mismo capítulo: "Porque si
yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora". El Nuevo Testamento
Amplificado añade: "Mi espíritu ora por el Espíritu Santo dentro de
mí". Jesús dijo: "Dios es Espíritu". Note que cuando Ud. ora en
lenguas, su espíritu ora y está en contacto directo con Dios, quien es
Espíritu, y Ud. le está hablando en un lenguaje sobrenatural y divino. ¡Alabado
sea Dios!
Es sorprendente el que personas
inteligentes puedan preguntar a la luz de estas Escrituras: "¿De qué sirve
hablar en lenguas?" La pregunta casi pone en duda su inteligencia. Muchos
me han hecho esta pregunta sabiendo lo que enseñan las Escrituras.
Amigo, hay un gran valor en el hablar
en lenguas. Si alguien no es capaz de verlo, tiene que haber algo mal con su
entendimiento. No me refiero simplemente a ver su valor después de haber
hablado en lenguas. Yo lo vi siendo un pastor bautista, antes de hablar en
lenguas. Empecé a ver lo que la Palabra decía.
Recuerdo haber visitado una reunión
del Evangelio Completo porque allí se predicaba la sanidad. Yo fui rescatado de
mi lecho de muerte y sanado por el poder de Dios, y por lo tanto el compartir
con gente que creía como yo estimulaba mi fe. Una persona necesita tener esta
clase de compañerismo, y por eso yo los visitaba. Por supuesto ellos enseñaban
el hablar en lenguas por medio del Espíritu Santo. Al principio no entendía las
cosas del Espíritu, pero a medida que estudié las Escrituras recibí
entendimiento.
Visité el hogar de una familia que
sólo tenía una hija, la cual era pianista. En ese mismo lugar había-un grupo de
creyentes del Evangelio Completo que tenía cultos de avivamiento en una carpa,
pero no tenía pianista. Así es que la joven se puso a sus órdenes. Cuando este
grupo hubo construido una iglesia, la joven pianista continuó ayudándoles; pero
cuando empezaban a predicar sobre las lenguas, su madre se preocupó, y me dijo
que pensaba prohibir a su hija tocar más en aquella iglesia. Le sugerí a la
señora que leyera lo que la Biblia decía al respecto, pero ella quería leer las
reglas de disciplina de su iglesia. Le informé que yo ya había leído esas
reglas y que nada decían sobre el asunto de las lenguas. Entonces ella me dijo
que le preguntaría a su pastor, y a esto le dije que no sería necesario porque
aquél no creía en el don de lenguas y ni siquiera era salvo. Ella me miró
sorprendida, y le dije que un hombre que maldecía a su misma madre y la trataba
como él lo hacía (me constaba que así era) no había sido salvo, aunque fuera
pastor de una iglesia. Si él se comportaba de esa manera, no era salvo. Un
caballero cualquiera no hubiera hecho lo que el hizo, y mucho menos un
creyente.
Desgraciadamente esta señora no tomó
mi consejo y alejó a su hija de la iglesia del Evangelio Completo. La joven
empezó a asistir a la iglesia pastoreado por el pastor que no era salvo, y
donde se permitían fiestas con bailes y bebidas embriagantes. Lo digo sin temor
alguno, cualquier iglesia que defiende este tipo de comportamiento está en
error según la Palabra de Dios. Durante un baile propiciado por esa iglesia, la
joven se embriagó, resultó embarazada y finalmente tuvo un hijo ilegítimo. Como
resultado de su error, y siendo esta familia de buena posición social en un
pueblo pequeño, el padre de la joven murió a los cuarenta y un años, y la madre
terminó en un hospital para enfermos mentales.
La madre había dicho que tenía algunos
amigos con quienes pensaba hablar sobre el asunto de las lenguas. Lo hizo, pero
ellos no le refirieron a la Biblia. Ud. puede darse cuenta de lo importante que
es para nosotros caminar en la luz de lo que las Escrituras dicen sobre algún
asunto, y no guiarnos por lo que nuestros amigos tengan que decir. Cuánto mejor
hubiera sido para esa hija el quedarse tocando el piano en aquella iglesia que
no permitía el baile y la bebida.
Si Dios dice que el hablar en lenguas
tiene valor, entonces tiene valor. Si Dios dice que edifica, nos edifica. Si
Dios dice que es una forma sobrenatural de comunicación con El. ¡Amén! Si Dios
dice que todo creyente debe hablar en lenguas, entonces todo creyente debe
hablar en lenguas. Jesús no dijo que sólo unos cuantos debían hablar en
lenguas. El dijo: "Y estas señales seguirán a los que creen". Quiere
decir, a todos. Una de estas señales era: "Hablarán nuevas lenguas".
(3) El don de lenguas es una evidencia
sobrenatural de la presencia del Espíritu Santo habitando en nosotros. En
Hechos 10, en la casa de Cornelio, los seis hermanos de la circuncisión que
habían venido con Pedro estaban muy sorprendidos porque el don del Espíritu
Santo también fue derramado sobre los gentiles. Creían que sólo era para la
iglesia judía. ¿Cómo supieron que los gentiles habían recibido el don del
Espíritu Santo? Hechos 10:46 dice: "Porque los oían que hablaban en lenguas,
y que magnificaban a Dios". Eso quiere decir que esa era la evidencia
inicial y sobrenatural de la presencia del Espíritu Santo; pero la práctica de
hablar en lenguas continúa y orar en lenguas nos ayuda a estar conscientes de
Su presencia. El poder sentir la presencia del Espíritu en mi ser, afectará mi
forma de vida. ¡Gloria a Dios!
Un evangelista del Evangelio Completo
me contó algo que pasó mientras ocupaba el púlpito de otro pastor, quien, con
su esposa, vivía en un departamento cerca de la iglesia. Tenían una hija de
doce años. Un día al regresar de la Oficina de Correo oyó a esta niña gritando
a su madre con rabia por algo que quería hacer. Cuando la niña le vio, se dejó
caer de rodillas para luego, llorando, pedirle perdón por haber sido vista comportándose
tan mal. El le dijo que no se preocupara y la guió al altar de la iglesia para
orar con ella. Le explicó que él sólo era un evangelista, pero que ella debía
recordar que había Uno mucho más grande que él que siempre la oía y sabía cómo
se portaba, y que Este era el Espíritu Santo morando en ella. La niña se
arrepintió de su mala conducta, fue salva y llena del Espíritu Santo.
Unos años después, habiendo ella
crecido mucho, el evangelista regresó a aquella iglesia, y ella le contó que
nunca había olvidado sus consejos y que nunca más había sido malcriada. El le
había dicho que orara diariamente en lenguas para estar consciente de la
presencia de Dios en su vida. Esta experiencia la había ayudado a controlar su
genio.
Alguien podría decir: "Yo conozco
a una persona que ha sido salva y llena del Espíritu Santo, pero que pierde su
calma y dice cosas indebidas". Sí, yo también conozco a tales, pero puedo
decir esto: En ese día no han orado en lenguas ni han estado en comunión con
Dios. Sé algo por experiencia propia. Es muy fácil cuando uno no está
consciente de Su presencia, exasperarse y sentirse irritado; pero si la persona
dedica tiempo a la comunión con Dios, hablando y orando en lenguas, entonces
puede estar consciente de Su presencia y por lo tanto no hará ni dirá cosas
indebidas.
(4) El orar en lenguas impide la
entrada del egoísmo en nuestras oraciones. Si mi oración es según mi
entendimiento, puede que no sea conforme a la Biblia y puede ser egoísta. Creo
que con frecuencia nuestras oraciones son como las del campesino que decía:
"Dios, bendíceme a mí, a mi esposa, a mi hijo Juan, a su esposa, a
nosotros cuatro y a nadie más". Nosotros no lo decimos en tales palabras,
pero en realidad quiere decir lo mismo, ni más ni menos. Pablo dijo en Romanos 8:26
"Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos".
No sabemos por qué orar como
debiéramos. No dijo que no sabíamos orar. Nosotros oramos al Padre en el nombre
del Señor Jesucristo; así se debe orar. El mismo Pablo dice: "Pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos indecibles".
P C. Nelson, fundador del Instituto
Bíblico Southwestern, era un erudito estudiante de griego. Este dijo a sus
seminaristas que el griego literalmente dice: "El Espíritu Santo intercede
por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en lenguaje
articulado". Lenguaje articulado se refiere a su manera usual de hablar;
también enfatizó que el griego confirma que esto incluye gemidos no únicamente
en la oración, sino también en otras lenguas. Esto concuerda con lo que Pablo
dijo en 1°Corintios 14:14 "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi
espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto". El Nuevo Testamento
Amplificado dice: "Mi espíritu ora por el Espíritu Santo dentro de
mí".
Nadie debe burlarse del don de
lenguas, porque cuando se ora en lenguas, quien ora es el espíritu de la
persona guiado por el Espíritu Santo que ha entrado en la persona. Tal burla
sería contra el Espíritu Santo que está en la persona y que da la expresión
manifestada por aquel que ora con su espíritu. La persona habla y El le da la
expresión. Por este método el Espíritu Santo ayuda a que la oración sea de
acuerdo con la voluntad de Dios, por las cosas por las cuales se debe orar.
"Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos". No se trata
de algo que el Espíritu Santo hace independiente de Ud. El no gime ni habla en
lenguas sin su cooperación. Los gemidos salen de muy dentro de su ser y por
medio de sus labios. El Espíritu Santo no le substituye a Ud. Es enviado a
morar en su ser. Es Ayudante e Intercesor, pero no intercede independientemente
de Ud. El no es responsable por sus oraciones, sino fue enviado para ayudarle a
orar; es enviado para ayudarle a terminar su tarea. ¡Gloria a Dios!
El nos ayudará a orar mediante esos
gemidos que salen de nuestro espíritu, nacidos del Espíritu Santo y que salen
de nuestros labios. Hablar en lenguas es orar mediante el Espíritu; es orar
dirigido por el Espíritu y por lo tanto, elimina la posibilidad de que el
egoísmo invada nuestras oraciones.
Con frecuencia cuando la gente ora con
el entendimiento, recibe cosas que no están de acuerdo con la voluntad de Dios
y que no son en realidad lo mejor para ellos. ¿No lo cree así? Entonces no cree
la Biblia. Si los creyentes quieren que acontezcan algunas cosas de cierta
manera, aunque no sea lo mejor para ellos, ni sea la voluntad de Dios, El se lo
permitirá. Esto se lo puedo comprobar: Dios no quería que Israel tuviera rey y
así se lo dijo; pero ellos insistieron, y Dios se lo concedió. Eso no fue Su
voluntad suprema y no era lo mejor para ese pueblo. ¿Verdad?
Hace algún tiempo estuve orando en el
Espíritu cerca de dos horas y media, las cuales me parecieron sólo unos quince
minutos. Mientras oraba puse un puño sobre el otro; entonces me pareció que una
fuerza tiraba mis manos hacia un lado. Con toda determinación traté de corregir
la posición de mis puños, pero de nuevo se inclinaron. Esto sucedió tres veces
para luego decirme el Espíritu de Dios: "La gente, por su manera
equivocada de orar, tuerce las cosas". "Pues qué hemos de pedir como
conviene, no lo sabemos". De manera que por su propia oración, por su
propio pensamiento y por su propia mente tuercen las cosas. Este proceder
muchas veces ocasiona disturbios en los planes de Dios, y por ello su perfecta
voluntad no se ejecuta. De una cosa puede Ud. estar seguro: Mientras ora en
lenguas Ud. puede mantener todo en orden, todo enfocado. Ud. está orando según la voluntad de Dios y a
favor de los intereses de todos. Yo le digo a Ud. que esa fue una revelación;
en cierto sentido la sabía antes, pero nunca como entonces había visto la
necesidad de hablar en lenguas.
(5) Hablar en lenguas me ayuda a
confiar en Dios completamente. Hablar en lenguas ayudará a mi fe. No, no me
dará fe. Dije que ayudaría mi fe. Judas 1:20 dice: "Pero vosotros, amados,
edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo".
Esta es la prueba concluyente de que el hablar en lenguas ayudará y estimulará
mi fe. Me ayudará a comprender más plenamente cómo confiar en Dios. ¿Y cómo? Ya
que el Espíritu Santo dirige sobrenaturalmente las palabras que yo hablo, la fe
debe ejercitarse para poder hablar en lenguas. Cómo no sé cuál será la próxima
palabra; estoy confiando en Dios para seguir hablando. El confiar en Dios en
cierto aspecto me ayudará a confiar en El.
Siendo ministro bautista, pastoreaba
una iglesia común. A ella acudían de todas denominaciones: metodistas,
bautistas, presbiterianos, etc., ya que era la única iglesia de la comunidad.
Yo me hospedaba en casa de una mujer metodista muy buena, la cual padecía de
úlceras en el estómago. Los médicos pensaban que probablemente llegarían a ser
cancerosas. Yo sabía que Dios podía y quería sanarla pero por algún motivo
nunca pude hacerle creer que Dios podía sanarla. La pobre mujer apenas podía
comer y casi no retenía cosa alguna en el estómago. Pero un día sucedió algo
maravilloso. Ella fue llena del Espíritu Santo, y al visitarla después de su
experiencia, la encontré comiendo y bebiendo alimentos que antes no podía
tolerar. Dios no sólo la sanó, mas la llenó del Espíritu Santo.
He visto mucha gente con esta misma
clase de experiencia. ¿Cuál es la causa de esta reacción en cadena? Sabemos que
por recibir el Espíritu Santo no necesariamente somos sanados, pero el hablar
en lenguas, ciertamente ayuda a aprender a confiar completamente en Dios. Por
eso, el hablar en lenguas, le ayuda a creer en Dios por otras cosas porque
estimula su fe.
(6) El hablar en lenguas es un medio
para mantenerse libre de contaminación de los impíos, de lo profano y de toda
palabrería vulgar alrededor durante sus horas de trabajo o en público. Ud.
puede hablar en lenguas consigo mismo. Cuando Ud. asiste a la iglesia o está en
cualquier parte, puede hacer lo que dice en 1°Corintios 14:28 "Hable para
sí mismo y para Dios". Todo el versículo dice: "Y si no hay
intérprete, calle en la iglesia y hable para sí mismo y para Dios". ¿De
qué habla? El versículo 27 dice: "Si habla alguno en lengua extraña, sea
esto por dos, o a los más por tres y esto por turno; y que uno
interprete". Si no hay quien interprete, uno calla en la iglesia y habla
para sí mismo y para Dios. Si se puede hacer esto en la iglesia, también se
puede en el trabajo y sin causar disturbios. Yo lo he hecho muchas veces
mientras me cortaban el pelo, o en el centro de la ciudad, donde he oído cosas
que estorban la vida espiritual. No importa dónde se encuentre, Ud. puede
hablar para sí mismo y para Dios. Esto lo mantendrá libre de contaminación de
las cosas mundanas.
(7) El hablar en lenguas suple la
oración por las cosas olvidadas o ignoradas. El Espíritu Santo lo sabe todo. La
Palabra dice: "Pero el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad haciendo
intercesión por nosotros con gemidos que no pueden ser manifestados con
lenguaje articulado". En eso se incluye el hablar en lenguas.
Habían dos jóvenes de las Asambleas de
Dios de Inglaterra que eran misioneros en el África. Uno se encontraba de
vuelta en Inglaterra después de una gira misionera. Una señorita le preguntó si
mantenían un diario de su vida, a lo que él dijo que sí.
Hacía unos dos años esta joven se
había despertado durante la noche con una gran urgencia de orar, lo que hizo en
lenguas por cerca de una hora. Luego tuvo una visión de una casucha de paja en
la que se veían varios indígenas-y el joven misionero; también vio que éste se
murió y que los otros lo cubrieron, para luego salirse de la casucha. De pronto
vio que el joven salió de la casucha encontrándose entre ellos; todos dieron
muestras de regocijo.
La joven le preguntó al misionero si
había tenido tal experiencia. Después que hubieron comprobado fechas y
detalles, encontraron que todo había sucedido exactamente según la visión.
¡Gloria a Dios! Ellos no tenían medio de comunicación. Ella sabía que él era
misionero y nada más. Este se encontraba solo, ya que su compañero estaba en
otra parte, cuando contrajo una de esas fiebres mortales. Pero el Espíritu de
Dios que todo lo sabe provee la forma para que alguien ore por las cosas por
las cuales se debe orar.
Otro misionero al África, a quien he
escuchado varias veces, me contó de una experiencia suya: El y un obrero local
contrataron a un hombre y su barco de vela para ir a otra isla a predicar el
evangelio. De regreso de noche súbitamente fueron sorprendidos por una tormenta
tropical que fuertemente sacudía el barco. Su dueño les informó que quedando en
alta mar se volcaría y seguramente morirían ahogados; que la alternativa era.
dirigirse hacia la costa y seguramente estrellarse contra los bancos de coral.
El lanchero preguntó al misionero qué quería hacer. Este respondió: "Es tu
barco. ¿Qué te parece mejor hacer?" El lanchero contestó que tomaría el
riesgo con el arrecife de coral. El misionero y su ayudante hicieron una oración
y dijeron: "Bien, vamos". Aquel informó que al aproximarse a los
arrecifes repentinamente sintió como si la embarcación fuera levantada y
llevada sobre el agua. Dijo que él, su ayudante y los dos o tres pescadores en
el bote (uno de ellos el dueño) fueron testigos de este milagro. De hecho Dios
había alzado el bote sobre los arrecifes y lo había depositado en aguas
seguras. A la semana siguiente, encontrándose en otro puesto misionero, una
misionera le preguntó si acaso había estado en dificultades serias el lunes
pasado, como a las 10 de la noche. "¿Por qué?" le preguntó. Ella
contestó que aquella noche se había acostado algo temprano por tener que salir
en la manaría, que como a las diez se había despertado con una gran urgencia de
orar, y que todo lo que podía hacer era orar en lenguas y gemir en el Espíritu.
También dijo ella: "No sabía qué pasaba, pero parecía tener la impresión
de que Ud. se encontraba en apuros y yo tenía que orar por Ud." Entonces
él le contó lo sucedido y resultó ser a la misma hora en que ella había orado.
¡Gloria a Dios! El Espíritu todo lo sabe.
En mayo de 1956 me encontraba en
California viviendo en una casa rodante "trailer" con mi esposa e
hijos. Durante la noche me desperté con la sensación que alguien había puesto
sobre mí sus manos. Pero mi esposa dormía y todo estaba en orden; sin embargo,
mi corazón latía fuertemente como si yo tuviera miedo. "¿Qué es? Oh, Santo
Espíritu, tú estás en todas partes y todo lo sabes. Dame el habla".
Empecé a hablar en lenguas para mí y
para Dios mientras mi esposa continuaba durmiendo. Oré cerca de una hora para
luego reír y cantar un poco en lenguas en el Espíritu. Cuando Ud. ore en esta
forma, siempre persista hasta que tenga una nota de alabanza; entonces sabrá
que lo que está pidiendo ha llegado a un término feliz. Puede que Ud. ría, que
sienta júbilo o que cante. Yo supe que aquello por lo que oraba ya había
sucedido. Tenía la respuesta y por lo tanto volví a dormir.
Entonces tuve un sueño, en el que vi a
mi hermano menor en un hotel en Louisiana. Nadie me lo había dicho, pero yo
sabía que estaba allí. Lo vi despertarse un poco después de media noche; vi que
alguien llamaba al médico y que se lo llevaban en una ambulancia. Claramente vi
la luz roja destellante de la ambulancia rumbo al hospital. En el sueño yo
permanecí fuera de su cuarto en el pasillo. La puerta estaba cerrada. El médico
salió, quien me apretó la mano diciendo: "Está muerto. Está muerto".
“No, no está muerto", contesté.
¿Qué quiere decir con eso de que no
está muerto?" me preguntó.
"El Señor me dijo que viviría y
no moriría", respondí.
El médico se disgustó y dijo:
"Muy bien, sabe lo todo, acompáñeme y le mostraré que su hermano está
muerto. He certificado la muerte de muchos como para no saber cuándo alguien ha
muerto".
Me tomó del brazo y me metió en el
cuarto; fue a la cama y tiró de la sábana que cubría "el cadáver".
Pero al hacerlo los ojos de mi hermano se abrieron y se notó que respiraba.
Tartamudeante el médico dijo: "Pero Ud. sabía algo que yo ignoraba".
Estaba asombrado y repetía una y otra vez: "Está vivo, ¿no?" En mi
sueño vi a mi hermano levantarse completamente bien. Esta era la situación por
la cual yo estaba orando.
Yo no tuve noticia alguna de mis
parientes. En agosto regresamos a Texas, y en cuanto terminé de estacionar mi
"trailer", se acercó mi hermano y empezamos a hablar. Me dijo:
"Casi me morí cuando tú estabas de viaje".
"Ya lo sé", le dije.
"¿Te lo dijo mamá?"
"No he hablado con ninguno de la
familia, ya que acabo de llegar, ni me lo han dicho por carta".
"¿Cómo sabías que casi me
muero?"
Le informé como lo supe todo, y luego
me aseguró que todo sucedió tal y conforme se lo dije. Me dijo que estuvo
inconsciente por unos cuarenta minutos, y que los médicos creyeron que había
muerto y así lo pronunciaron.
Hermanos, no tenía medio de
comunicación en mi remolque, ni un teléfono, pero gloria a Dios, este es el
sistema original de Dios para comunicarse.
Es bíblico. Todos debiéramos orar de esta manera ya que así oramos por
cosas fuera de nuestro saber.
(8) Isaías 28:11-12 dice: "Porque
en lengua de tartamudos y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales
él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; mas
no quisieron oír". ¿Qué es este reposo? Hablar en otras lenguas. Este es
el reposo con el cual Uds. darán reposo al cansado, y este es el refrigerio.
¿Qué es el reposo? ¿Qué es el refrigerio? Es hablar en otras lenguas, dice la
Palabra de Dios.
A veces el médico dice que Ud.
necesita una cura de reposo. Yo le diré cual es lo mejor del mundo. Muchas
veces después de unas vacaciones Ud. tiene que descansar en su casa para poder
regresar a su trabajo. Pero ¿no es esto
maravilloso? Ud. puede tomar esta cura de reposo todos los días. ¡Gloria a
Dios! En estos días de desorden,
inseguridad y confusión, seguramente necesitamos este reposo y refrigerio, y lo
obtenemos hablando en otras lenguas. ¡Gloria a Dios!
(9) 1°Corintios 14:15-17 dice:
"¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el
entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el
entendimiento. Porque si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa lugar de
simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? Pues no sabe lo que
has dicho. Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es
edificado".
Por ejemplo, si Ud. me invita a comer
y me dice: "Hermano Hagin, ¿no quiere Ud. dar las gracias?" Pablo
dijo que aquel que ocupa el lugar del simple oyente, refiriéndose a los que
ignoran las cosas del Espíritu, no sería edificado si yo orara en lenguas,
porque no entendería; así que él dijo que sería mejor orar con mi entendimiento
allí, pero si lo hiciera en lenguas, debería interpretar para que supiera él lo
que yo decía.
Advierta que dijo: "Tú, a la
verdad, bien das gracias, pero el otro no es edificado". En otras palabras
esta es la mejor manera de orar y dar gracias, dice Pablo, pero en la presencia
de los que no entienden haga sus oraciones de gracias también con su
entendimiento para que ellos sean edificados. Entonces eran edificados por oír
y entender lo que Ud. ha dicho. Quiero hacer notar que Pablo dijo que el hablar
en lenguas proporciona la manera más perfecta de orar y dar gracias porque
dijo: "A la verdad, tú bien das gracias".
(10) Santiago3:7dice: "Pero
ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado,
llena de veneno mortal". El hablar en otras lenguas, sometiendo la lengua
al Espíritu Santo para hablar en otras lenguas, constituye un gran paso hacia
una entrega completa de todos sus miembros a Dios. Esto enseñan las Escrituras.
Si Ud. puede entregar la lengua, puede entregar cualquier miembro de cuerpo.
Quiero enfatizar que también hay lo
que llamamos el lado público referente a lo de las lenguas. Primero, la gente
habla en otras lenguas cuando en público recibe el Espíritu Santo. Aquellos
rodeando a Pedro y a los 120 en el día de Pentecostés los oyeron hablar en
lenguas. Segundo, la iglesia se edifica cuando alguien habla en lenguas en
asamblea pública con interpretación.
Pablo declaró claramente que
profetizar es hablar a los hombres para edificación, exhortación y consuelo.
Dijo también que más importante es quien profetiza que el que habla en lenguas,
a menos que interprete. En tal caso está diciendo que lenguas con
interpretación iguala en importancia a la profecía. Ejemplo: Dos monedas de
cinco centavos equivalen a una de diez, pero sabemos que dos cincos no son una
moneda de diez. Lo que Pablo está diciendo es que la profecía es la moneda de
diez centavos. Naturalmente sería mejor tener la pieza de diez que las dos de
cinco. Si profetizar es hablar a los hombres para edificación, exhortación y
consuelo, les diré ahora mismo que profetizar no es predicar, a pesar de lo que
cualquier persona le diga. Puede haber un elemento de profecía en la
predicación, pero esto sería un don sobrenatural. Si profetizar fuera predicar,
uno no tendría que prepararse para predicar; pero uno tiene que estudiar para
predicar. Pablo dijo: "Procura con diligencia presentarte a Dios
aprobado". ¡Amén! Ud. no tiene que estudiar para hablar en lenguas ni para
interpretar; tampoco para profetizar; ya que viene por inspiración del Espíritu
Santo. Por supuesto cuando uno predica bajo inspiración divina y luego, de
súbito, dice cosas sobre las cuales no había pensado, entonces en verdad es
inspiración, y éste es un elemento de la profecía. Profetizar es sencillamente
dar expresión sobrenatural e inspirada en una lengua conocida. En otras
palabras es lo mismo que lenguas con interpretación. La interpretación es un
lenguaje sobrenatural de inspiración en una lengua conocida, que nos dice lo
que ha sido hablado en lenguas desconocidas. La lenguas son emisiones de voz
sobrenaturales que forman lenguajes desconocidos.
Tercero, el hablar en lenguas con
interpretación, cuando sucede en combinación con la Palabra, convence al
incrédulo de la verdadera presencia de Dios, y frecuentemente le hace clamar a
Dios para ser salvo. Lo he visto suceder muchas veces.
Cuarto, Jesús dijo: "Estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios (privada
o públicamente), sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán, y hablarán
nuevas lenguas". ¡Gloria a Dios!
Usted no querrá un culto prolongado
con oraciones en lenguas, porque si no se interpretan, los oyentes no entienden
lo dicho y por eso no son edificados. Pero cuando Ud. viene al altar es bueno
hablar en lenguas a su gusto, pues Ud. viene al altar para ser edificado. Si
todos estamos alzando los brazos y orando durante el culto, entonces está bien
orar en lenguas; pero cuando la congregación deja de orar, Ud. también debe
dejar. Debemos saber cómo usar lo que poseemos para el mejor aprovechamiento.
Ud. podría preguntar: "¿Cómo
puedo hablar en lenguas?" Muchos creen que uno no tiene que decirle a la
persona cómo hablar en lenguas porque el Espíritu Santo habla. No es así. El
Espíritu Santo no habla; El sólo da la expresión y Ud. es quien habla. Estamos
confundidos en el ambiente del Evangelio Completo. Tenemos un
"lenguaje" más o menos exclusivo, lo que confunde al recién entrado.
Debemos tener mucho cuidado en cómo guiar a alguien a recibir el Espíritu
Santo.
Cierto día entré en un restaurante
para comer algo y pedí un emparedado de queso con pimentones y una malteada de
vainilla. La mesera le gritó al cocinero: "Una playa de palmeras y una van
duz". Yo sabía que no había pedido tales cosas, pero esperé para verlas.
Si no me traían lo que yo había pedido, lo rechazaría; pero luego ella salió
con el emparedado y la malteada. Esa gente tenía un lenguaje propio. Algunas
veces nosotros somos así. Tenemos un lenguaje propio en el ambiente de nuestra
iglesia. Tal vez sabemos lo que queremos decir y tal vez no, pero confundimos a
otros. Antes de tener un lenguaje propio, creo que es mejor expresar las cosas
tal y como lo hace la Biblia. ¡Amén!
Yo sé que Ud. habrá oído decir:
"Sólo deje que hable el Espíritu Santo". Pero el Espíritu Santo no es
quien habla. Ud. lo hace. El Espíritu Santo da la expresión y Ud. es quien
habla.
Una noche, después de predicar en una
iglesia bastante grande, fui con el pastor y su esposa a comer emparedados. La
esposa del pastor me dijo: "Hermano Hagin, no estoy de acuerdo con lo que
Ud. dijo". Le informé que siempre estaba dispuesto a permitir que
cualquiera me ayudara con la Escritura y la Palabra de Dios. (Quienquiera que
enseña debe ser receptivo y tener un espíritu capaz de aprender, o no debería
enseñar. Quiero decir, abierto a la Palabra de Dios, no a la opinión personal.
Hemos de predicar la Palabra, no la opinión personal. Hemos de predicar la Palabra,
no opiniones ni convicciones. No tengo tiempo para los que piensan que saben
todo y no saben gran cosa. Yo no sé todo, pero alabo al Señor por lo que sí sé.
¡Amén! La Biblia dice: "En parte conocemos y en parte profetizamos".
Doy gracias a Dios por la parte que sé).
"¿En qué está Ud. en desacuerdo
conmigo?" pregunté.
"No estoy de acuerdo con su
declaración de que el Espíritu Santo no habla en lenguas", me contestó.
"Eso es correcto y tendré que
estar en desacuerdo con Ud. porque eso es lo que la Palabra de Dios nos
dice".
Yo lo creo justamente como lo dice la
Biblia", ella declaró. ¿Cómo lo dice la Biblia?" le pregunté.
"La Biblia dice: Porque cuando El
venga, El hablará por Sí mismo", me dijo.
"Yo también creería eso si
estuviera en la Biblia", le dije.
"Pero Hermano Hagin, soy una
ministro ordenada y sé lo que la Biblia enseña".
"También yo soy un ministro
ordenado, pero no todo lo que he dicho a través de los años ha sido
correcto".
"He predicado esto durante 25
años", dijo ella.
"Ud. ha predicado durante 25 años
algo que no es exactamente así".
"Durante 25 años es lo que he
oído en predicaciones y citado en la sala de oración".
"Eso no lo hace verdad, pues hay
muchas cosas predicadas y citadas que no son la verdad".
Le pedí que me lo mostrara en la
Biblia. Me dijo que tendría que encontrarlo en su Biblia y que por el momento
no la traía consigo. Le pregunté cuánto tiempo le demoraría encontrar su cita
en la Biblia, y dijo que no más de 10 minutos. Le dije que me llamara a mi
hotel cuando estuviera lista, a lo que ella convino. Han pasado nueve años y
aún espero su llamada. ¿Por qué? Porque no hay Escritura en la Biblia que diga:
"Cuando el Espíritu Santo haya venido, El hablará por Sí mismo". Yo
le había ofrecido 300 dólares si encontraba tal pasaje en la Biblia. Lo más
parecido que existe es este versículo: "Pero cuando venga el Espíritu
Santo de verdad...no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que
oyere...tomará de lo mío y os lo hará saber". Esto dijo Jesús.
No, el Espíritu Santo no habla. Es el
hombre quien lo hace, pero el Espíritu Santo lo dirige de manera sobrenatural.
Hechos 2:4 dice: "Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a
hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen". El les
daba palabras y ellos hablaban. La traducción de Weymouth dice: "Ellos
empezaron a hablar a medida que el Espíritu les incitaba a hablar". La
traducción de Moffat dice: "Ellos empezaron a hablar en otras lenguas a
medida que el Espíritu los capacitaba para expresarse". Ellos (los
creyentes) lo hacían; el Espíritu Santo se lo daba a ellos.
El hablar en lenguas se basa en el
acto de la voluntad humana. El hecho de que Ud. habla no es sobrenatural; lo
sobrenatural es lo que dice y la fuente de dónde emana. Adviértase que Pablo
dice en 1°Corintios 14:14-15 "Si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu
ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué, pues? Oraré con el espíritu,
pero oraré también con el entendimiento".
Si yo pregunto: "¿Puede Ud.
quedarse y orar en el altar?" Y Ud. responde: "Me quedaré y
oraré", entonces Ud. puede orar con su entendimiento, debido a que dijo:
"Lo haré".
El creyente lleno del Espíritu puede
del mismo modo decir: "Oraré con el espíritu". Su voluntad entra en
su decisión de orar con el espíritu tanto como lo hace cuando ora con el
entendimiento. Eso es bíblico.
También dice Pablo: "Doy gracias
a Dios porque hablo en lenguas". No dijo: "El Espíritu Santo habla
por medio de mí". No se encuentran tales expresiones en parte alguna del
Nuevo Testamento. Pablo dijo: "Yo hablo en lenguas".
No falta quienes digan: "Era
solamente yo hablando en lenguas". ¡Cuán cierto! Sí, es Ud. porque no soy
yo, si Ud. es el que habla. Es Ud. el que habla en lenguas y el Espíritu Santo
le da el sentido de la expresión.
Algunos dicen: "No quiero estar
en la carne cuando reciba el Espíritu Santo". Pero Ud. tiene que estar en
la carne cuando reciba el Espíritu Santo, pues Pedro dijo en el día de
Pentecostés: "Esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los postreros días,
dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y
vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros
ancianos sonarán sueños". El Espíritu Santo se derrama sobre hombres y
mujeres en la carne, adorando a Dios en el Espíritu. ¡Gloria a Dios!
Aquí en este momento el Hermano Hagin
dio una expresión en lenguas y lo siguiente es la interpretación.
"Sean abiertos tus oídos, dice el
Señor, tu mente, corazón y espíritu receptivos a mi Palabra, pues la entrada de
mi Palabra te iluminará. Andarás en la Luz de la Palabra; así el deseo, el
hambre y la sed de tu espíritu ciertamente serán satisfechos. Recibirás la
plenitud del Espíritu y tu vida será enriquecida".
Otra expresión:
"Que nadie diga, 'No sé, no puedo
entender'. Porque ciertamente mi Palabra, dice el Señor, que te ha sido
entregada, te deja sin excusa, porque debes andar en la luz. Porque está
escrito: Si andamos en Luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Ciertamente
así puedes andar en la Luz, aun en la Luz de la plenitud del Espíritu, y
gozarás de un crecimiento en tu vida espiritual y gozarás de la plenitud de lo
que te pertenece sin que otro tenga que decírtelo. Porque sabrás por ti mismo
la realidad de Su poder que habita en ti".
Otra expresión y su interpretación:
"Porque no tienes excusa, oh
hombre, porque no tienes excusa, oh mujer, que has dicho: No puedo entender
estas cosas y no sé. Has pensado en tu corazón que serás excusado por aquello que
ignoras; pero no será así, dice el Señor de los Ejércitos, porque mi Palabra no
se limita a uno aquí y a otro allá, pero mi Palabra es dada a todos. Y espero
que todos los creyentes respondan a la Luz. Si así lo haces, tu vida será
enriquecida. La vida de tu familia será enriquecida. La vida de los que te
rodean será enriquecida. Y gozarás de aquello por lo que has tenido hambre y
anhelo. Pero el negarte a andar en la Luz de mi Palabra sólo te traerá
condenación, y sólo puede hacer que tu vida sea maldecida y que la vida de tu
familia quede bajo una maldición, y que la vida de los que te rodean, en lugar
de ser bendita, sea maldita. Tú puedes ser una bendición o puedes traer una
maldición. Camina en la Luz para que tengas gozo, y el gozo y el esplendor de
la experiencia de mi poder llegarán a otros para traerles bendición
también".
Capítulo 3 – La Manera Bíblica De
Recibir El Espíritu Santo.
"He aquí, yo enviaré la promesa
de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén
hasta que seáis investidos de poder desde lo alto" Lucas 24:49.
Quiero decir desde el principio de
este mensaje que ciertamente creo en el esperar. Sí, creo en el esperar ante
Dios, y la Biblia nos enseña a esperar en el Señor. La Biblia dice que aquellos
que esperan al Señor renovarán sus fuerzas. El estar llenos del Espíritu Santo
no significa que no esperemos en Dios. De hecho, después de ser ungido del
Espíritu Santo es cuando uno debe empezar a esperar en Dios. Cuando Ud. espera
en Dios, el Espíritu de Dios puede enseñar, iluminar y guiarle a toda la
verdad.
Yo no solamente lo creo, sino que
practico lo que predico. A Ud. no le ayudará en absoluto creer en algo a menos
que lo ponga en práctica. Yo me empeño en practicar el esperar en Dios. En mis
reuniones han habido ocasiones en que he esperado ante Dios por 4, 5 ó 6 horas.
Ninguno de nosotros llegará a donde no tenga que esperar en Dios.
En cuanto a ser llenos del Espíritu
Santo se refiere, al ver a aquellos que esperan, oran, lloran y agonizan, se me
conmueve el corazón al saber que no tienen la necesidad de hacerlo. Alguien
podría preguntar: "¿No dijo Jesús que esperaran en Jerusalén hasta ser
investidos desde lo alto?"
Sí, Jesús lo dijo, pero hay que
recordar que se lo dijo a los discípulos antes del día de Pentecostés. Si éste
es el diseño divino, ¿por qué no tomarlo completo? Jesús dijo: "Quedaos en
la ciudad de Jerusalén". Si esa fuera la fórmula divina, habría que
exhortar a las personas a ir a Jerusalén para recibir.
Los 120 en el aposento alto no estaban
solamente esperando y ocupando tiempo hasta la llegada del Espíritu Santo.
Estaban esperando el día de Pentecostés. No hay otro ejemplo en el libro de los
Hechos, después del día de Pentecostés, donde la gente esperó la llegada del
Espíritu Santo.
Ocho años después de Pentecostés,
Felipe fue a Samaria (Hechos 8). En respuesta a su predicación la gente fue
salva y bautizada en agua. Entonces Pedro y Juan impusieron las manos a estos
samaritanos, y ellos recibieron el Espíritu Santo (versículo 17). Sin agonizar,
sin esperar, sin decepcionarse y sin excepción todos fueron llenos de] Espíritu
Santo.
Diez años después de Pentecostés
(Hechos 10), Pedro fue a Cesarea a la casa de Cornelio. Pedro empezó a
hablarles así: "Recuerden que la fe viene por el oír, y el oír por la
Palabra de Dios". Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu
Santo cayó sobre todos los que oían el discurso (versículo 44), porque los oían
que hablaban en lenguas y que magnificaban a Dios (versículo 46). Cornelio y su
familia, sin orar y sin esperar, sin excepción fueron llenos del Espíritu
Santo.
La Palabra de Dios nos dice que 20
años después de Pentecostés (Hechos 19), Pablo pasó por Efeso y encontró a
ciertos cristianos que aún no habían oído siquiera si había Espíritu Santo.
Pablo les impuso las manos y "el Espíritu Santo vino sobre ellos y
hablaban en lenguas y profetizaban". Y el número de hombres era como doce.
No sé cuántas mujeres y niños habían. Quiero que noten esto: Sin esperar, sin
orar, sin cantar cada uno de ellos fue lleno del Espíritu Santo.
El gran apóstol Pablo recibió el
Espíritu cuando Ananías le impuso las manos (Hechos 9:17). Aunque no se nos
dice en este capítulo que Pablo hablara en lenguas, sabemos que sí lo hizo
porque él mismo dijo más tarde en 1°Corintios 14:18 "Doy gracias a Dios
que hablo en lenguas más que todos vosotros".
En toda ocasión en las Escrituras,
cuando había un grupo de gente que quería recibir el Espíritu Santo, cada
persona fue llena y ninguna se retiró desilusionada. Si hoy día enseñáramos a
nuestra gente lo mismo, entonces recibirían inmediatamente. Dios no usa un
método de prueba y error. Dios no tiene ningún método en el cual uno viene,
busca y no encuentra, para luego retirarse vacío.
Nuestra gente es tan sensible que cree
lo que le decimos. Debe ser así; pero es necesario que estemos siempre
completamente de acuerdo con las Escrituras. Yo considero seriamente y con toda
sinceridad lo que digo. En cuanto a recibir el Espíritu Santo se refiere,
muchos han sido muy indefinidos al instruir a la gente.
Hace algún tiempo me hospedé en la
casa del pastor mientras ayudaba en una campana. Era una casa vieja, la cual
recientemente había sido dotada de electricidad. Mi cuarto no tenía enchufe de
pared, solamente un cordón prendía la luz en el centro del cuarto. La sala sí
tenía interruptor, y una anoche, después de un bocadillo, al retirarse el
pastor accidentalmente tiró del interruptor, lo que ocasionó que me quedara de
pié en la oscuridad a la entrada de mi cuarto. Yo sabía que había un cordón que
colgaba del techo; si sólo pudiera encontrarlo y tirar de él, prendería la luz.
Así que caminé a ciegas en busca del cordón y tropecé con un banquillo;
entonces busqué desde otro ángulo para darme un encontrón con la puerta al lado
opuesto. En seguida calculé mi posición en contraste con dicha puerta y tropecé
con el poste de la cama. Allí me detuve porque sabía que el cordón se
encontraba cerca. Busqué en círculos hasta que finalmente toqué el cordón con
la mano, tiré de él y tuve luz.
Eso es exactamente lo que hemos hecho.
Al tratar de conseguir que la gente sea sanada o llena del Espíritu les decimos
que hay un cordón por ahí, y que cuando lo localicen tiren de él y eso es todo.
Es cierto. Gracias a Dios que algunos lo han encontrado a pesar de nosotros, y
no por causa de nosotros. Es un milagro que hayamos logrado que tantos hayan
sido llenos del Espíritu.
Un pastor bautista de Texas quería
recibir el Espíritu Santo, y algunos le aconsejaron: "Diga: Gloria,
gloria". Otros le decían: "Dígalo más aprisa". Finalmente se
disgustó y se alejó porque no pudo encontrar nada parecido en la Palabra de
Dios. Cuando vio que lo que predicábamos estaba en la Palabra de Dios, fue
lleno del Espíritu Santo y habló en otras lenguas. Este trajo a un pastor
amigo, quien también fue lleno del Espíritu Santo. Un pastor metodista fue el
próximo en recibir. El avivamiento estaba en acción. Este es el estilo de los
Hechos de los Apóstoles. El pastor bautista regresó a su iglesia, predicó un
avivamiento por dos semanas y la congregación recibió el Espíritu Santo.
Jesús dijo: "Si alguien tiene
sed, venga a mí y beba". El que Ud. haya sido lleno no significa que Ud.
no tendrá sed. En lo natural yo tengo hambre y sed todos los días, y así es en
el ambiente espiritual. Yo me alimento de lo que les predico a Uds. ¿Qué
pensarían Uds. de un cocinero que no quisiera comer su propia comida? "No
sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios". La Palabra de Dios no hará menos su sed, pero el Espíritu Santo sí.
"De su vientre manarán ríos de agua viva".
Jesús no dijo: "Que venga y
grite". Ni siquiera dijo: "Que venga y ore", o "Que sude,
alabe, y se postre", y "que se aleje vacío". El dijo: "Que
venga y beba". Podemos beber todos los días y estar siempre llenos.
En 1°Corintios 14:15 Pablo dijo:
"Oraré con el espíritu...cantaré con el espíritu". Todo creyente que
está lleno del Espíritu debe hacer eso cada día en su vida privada de oración.
A menos que hagamos eso, no nos estamos manteniendo llenos del Espíritu. Si
todos lo hicieran, al acudir a la iglesia la atmósfera estaría cargada.
¿Cuánto tiempo le cuesta a Ud. beber?
¿Cuánto tiempo tiene que orar antes de poder beber? ¿Cuánto tiempo tiene Ud.
que cantar antes de poder beber? Si Ud.
puede beber agua, también puede beber del Espíritu ahora mismo. ¡Ahora mismo!
¡Ahora mismo!
Pero algunos pobres predicadores
testificamos y predicamos por 45 minutos diciendo que el Espíritu Santo se
encuentra presente; y cuando la gente se presenta en el altar, decimos: "No
está aquí, Señor, envía a tu Espíritu. Oh Señor, envía tu Poder ahora
mismo".
"Hermano Hagin", Ud. dice,
"¿entonces no deberíamos seguir cantando eso?" Ud. tiene razón. No
hay por qué seguir cantando eso. ¡El Espíritu Santo ya está aquí! El Espíritu Santo no es un premio. Es un
regalo.
Un predicador dijo: "Lo que
predica Ud. es de acuerdo con las Escrituras, pero es difícil para algunos de
los viejos entre nosotros. He ido en una sola dirección por tanto tiempo que me
es difícil cambiar. Sé que estoy en error. Yo lo prediqué como un premio. Si es
un regalo, entonces no puede ser un premio, y se recibe por fe",
Alguien preguntó: "¿No cree que
uno debe enderezar su vida antes de ser lleno del Espíritu Santo?" Bendito
sea Dios, si uno es salvo, nacido de nuevo, está enderezado.
Un individuo dijo: "Tuve que
devolver un puerco que había robado antes de poder ser lleno del Espíritu
Santo".
Yo dije: "Yo tuve que hacer lo
mismo para ser salvo". Tenemos tantas ideas tontas. Es la verdad. Ud. no
puede comprar el Espíritu Santo con buenas obras, ni puede pagar con dinero. Es
un regalo. Además, ¿no dice la Biblia que la sangre de Jesucristo nos limpia de
todo pecado? Si un hombre queda limpio de todo pecado y camina en la luz, ¡ya
está listo para ser lleno del Espíritu Santo!
Tenemos ideas muy tontas acerca de
algunas cosas. Una hermana estaba orando para recibir el Espíritu Santo, allá
en 1939. Se encontraba a un extremo del altar, y el Señor la bautizó, y habló
en otras lenguas. Después, esa misma noche, estando ella alabando a Dios en
inglés con las manos en alto, se le acercó un señor y le dijo: "Hermana,
quítese el anillo de boda y el Señor la llenará del Espíritu Santo". (Eso
es lo que algunas personas entienden por enderezar la vida).
Yo le respondí: "Hermano, Ud.
llega tarde. El ya la ha llenado, anillo y todo". Y así fue. ¡Gloria a
Dios!
Algunos dicen: "Hermano Hagin,
Ud. lo hace demasiado fácil". Yo siempre les digo que no fui quien lo
hizo. Gracias a-Dios que fue El quien lo hizo.
Otros dicen: "Sí, pero yo no creo
en presionarlos a decidir". Pues, ¿cree Ud. en presionarlos a ser salvos?
De seguro que sí. Si no se salvan hoy, puede que mañana sea demasiado tarde.
Hoy es el día de salvación.
¿Qué quiere decir con
"presionarlos a decidir"? Pues, que sean llenos tan pronto como se
pueda. ¿Cree Ud. en presionarlos a alcanzar la sanidad? ¿No desea Ud. ser sano
tan pronto como sea posible, especialmente si tiene dolor? La salvación es un
regalo; la sanidad es un regalo; el Espíritu Santo es un regalo. Si todos son
regalos y se reciben por fe, ¿por qué decirle a uno que tiene que esperar?
Un predicador hizo una observación
"Hay gran cantidad de estos métodos recién propuestos, muchos nuevos
atajos. Yo creo en la forma antigua". Pero amigo, no puede haber forma más
antigua que la de los Hechos o la de la Biblia.
Un ministro dijo, "Yo esperé por
tres años antes de recibir el Espíritu Santo. De esta forma tiene más
significado para mí que si lo hubiera recibido enseguida”.
"Bueno", le contesté,
"¡pobre Pablo! Ojalá hubiera podido hablar con él. Siento tanta pena por
el pobre Pablo. Ud. dice que el Espíritu Santo no significa nada para aquellos
que lo reciben rápidamente. Pablo lo recibió rápidamente. Ananías le impuso las
manos y él lo recibió inmediatamente, pero por lo visto no tuvo mucho
significado para él. Todo lo que hizo fue escribir la mayoría del Nuevo
Testamento. Todo lo que hizo fue predicar durante treinta y ocho años en
lugares donde nadie había predicado antes. El solo, hizo más en treinta y ocho
años que lo que muchas denominaciones enteras han hecho en 500 años. Si Ud.
hubiera podido hablar con Pablo, él hubiera esperado antes de ser lleno del
Espíritu Santo, y después hubiera podido pastorear una iglesia con 28 personas
en la Escuela Dominical como la suya". (Se lo dije en amor).
Pero, ¿es duradero? No importa si Ud.
lo recibió rápidamente o si tuvo que orar por un largo tiempo, si se mantiene
lleno durará. Muchos de Uds. fueron llenos del Espíritu Santo hace cinco años.
Si dura cinco años, debe servir por 50 más.
Alguien observó: "Recuerdo
aquellos tiempos gloriosos de esperar ante el Señor para ser lleno del
Espíritu". ¿Ha abandonado Ud. aquellos tiempos de esperar? Yo tengo una
experiencia al día; recuerdo el tiempo precioso que estuve esperando ante el
Señor anoche. ¡Gloria!
Otra persona dijo: "Ha habido más
gente llena del Espíritu Santo después de media noche". La Biblia nada
dice acerca de la media noche. Si son llenos pasada la media noche, se debe a
que no creyeron antes de la media noche. ¡Se trata de un regalo! Amigo, ahora
es el momento de recibir. Venga ahora y reciba de balde el agua del Espíritu.
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